El Fusarium Raza 4 Tropical está presente en plantaciones de banano de Colombia y Perú. Ecuador mantiene medidas para evitar el ingreso de esa plaga.

Las malezas, plagas, enfermedades, riego y drenaje inadecuado, así como una mala nutrición, son factores que afectan la producción del cultivo del banano.

La alerta fue expuesta por Miguel Ángel Contreras, experto en temas de producción de banano.

Este especialista explicó que, en la medida en que las condiciones del suelo se sigan acidificando, la presencia del Fusarium se vuelve más peligrosa.  Estas son condiciones en las que el hongo prospera más rápido y tiene más áreas de oportunidad de propagarse y de distribuirse con mayor velocidad.

Incluso, mientras los suelos se tornan más ácidos “se podría generar una epidemia muy fuerte”, advirtió.   Por ello, consideró que este es un elemento adicional que en la actualidad justifica la imperiosa necesidad de minimizar el proceso de acidificación.

Vías internas para mecanizar actividades

Otra de las preguntas se relacionó al porqué en los cultivos de banano no se establecen vías internas para mecanizar actividades funcionales como transporte de equipo, personal, o insumos para la nebulización electrostática terrestre.

A criterio de Contreras, es difícil en la mayoría de las plantaciones bananeras de América Latina pensar en la movilidad de equipo terrestre al interior, salvo en áreas muy específicas de las regiones como México donde las aplicaciones para el control de Sigatoka la hacen en forma terrestre mediante equipos rodantes que ingresan a las plantaciones a doble surco.

“Con esta excepción no hay en las grandes plantaciones la posibilidad de transitar equipos para hacer ese tipo de aplicaciones”.  Otra opción puede ser las orilleras de caminos donde normalmente se deben hacer repasos para el mejoramiento de las coberturas

Causas de racimos pequeños

Para Miguel Ángel Contreras, la causa de racimos pequeños en plantas vigorosas se debe “muy probablemente” a la sobre fertilización asociada al exceso de nitrógeno.  “No es común ver plantas vigorosas con racimos pequeños, pero sí se ha evidenciado esas condiciones en la zona bananera de Quevedo, en Ecuador”, puntualizó.

Sobre la posibilidad de que se produzca un déficit de fertilizantes, especialmente de los nitrogenados, como consecuencia del conflicto que se desató a inicios de febrero entre Rusia y Ucrania, comentó que es importante entender que hay una realidad a escala global, pero también existe otra realidad traducida en las diferentes formas de aplicación de fertilizantes en cultivos extensivos y praderas en las que principalmente se encuentra la aplicación al voleo.

Esta técnica de fertilización consiste en distribuir de modo uniforme la dosis previa de abono sobre el total de la superficie a fertilizar antes o después de la siembra.

Contreras señaló que ante esta situación se hace “muy urgente” buscar procedimientos para que el poco fertilizante disponible sea incorporado al suelo, y no aplicarlo superficialmente. “Hay que considerarlo seriamente”, agregó.