Foto: Marcelo Núñez Cabrera
Huevo fértil para unas 600 granjas avícolas pertenecientes a varias asociaciones de pequeños y medianos productores, se produce en la Ciudad del Conocimiento Yachay, con el proyecto denominado “Sustitución de importaciones de huevo fértil por medio de la crianza de productoras pesadas”.
Este proyecto es ejecutado por la Empresa Pública Yachay y la Federación Nacional de Avicultores del Ecuador (Fedavie), con el apoyo del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP).
El propósito es “potenciar procesos para el mejor desarrollo de la producción avícola del país, abasteciendo de huevo fértil a 600 granjas avícolas a escala nacional, pertenecientes a varias asociaciones de pequeños y medianos productores”. Entre ellas constan -según un comunicado de prensa- Asavior, Balmar, Cooperativa Balsas, Asoprodeloro, Asociación de Avicultores Quevedo, entre otras.
La inversión estimada es de 3 millones de dólares, en la que el MAGAP invirtió 610 790 en la compra de equipo y maquinaria necesaria, mientras que la diferencia correspondió a la autogestión de Fedavie.
Para Héctor Rodríguez, gerente general de Yachay, el proyecto es el resultado de un trabajo conjunto entre el sector privado, representado por Fedavie, la academia, en la figura de Yachay y el MAGAP como órgano rector de la política pública en el sector avícola, mientras que el financiamiento corre por cuenta de BanEcuador.
El sitio asignado para las granjas tiene una capacidad instalada de 8 000 aves, y el proyecto garantiza una producción anual de 1,5 millones de huevos fértiles, con lo que se sustituirá las importaciones, y se incorporará el desarrollo de procesos investigativos del sector avícola del país.
Foto: Marcelo Núñez Cabrera
Patricio Egas, encargado del proyecto, dijo que este asegura el abastecimiento continuo de huevo fértil, a precios justos y calidad garantizada. Mencionó que los primeros pollitos bebé, de alta genética, estarán listos para entregarse entre cuatro y cinco meses, producto de nueve galpones, de un total de once, que en Yachay están destinados para la producción de huevo fértil.
Fedavie contará con un espacio de 6,62 hectáreas dentro del campus de Yachay, donde funcionarán los galpones mencionados. Del total, nueve estarán destinados para la producción de huevo fértil; es decir, aquellos que cumplen un grado de fertilidad alto y que su finalidad está dirigida a la producción de huevo fértil.
Para el productor Hernán Tirira, de Fedavie, “es un paso muy importante el que se da” porque “no es lo mismo comprar pollitos bebé a la Federación que a la empresa”. No obstante, sugirió que BanEcuador cambie las políticas para facilitarles créditos, y que la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad) les capacite y les oriente para hacer una adecuada producción avícola.
En tanto, Margoth Hernández, subsecretaria de Ganadería del MAGAP, afirmó que en estos diez años el sector avícola ha crecido en un 53%. Consideró que un factor clave para ese aumento es el incremento de la producción de maíz amarillo duro, materia prima esencial para elaborar alimento balanceado para las aves.
“Nos permite tener una garantía de alimento (balanceado) para que ese sector (avícola) tenga seguridad. Desde el MAGAP hicimos todos los esfuerzos y logramos ser autosuficientes en maíz”, afirmó Hernández.
Indicó que esa política de protección a la producción nacional logró reducir la importación de maíz, y ahora se busca disminuir las compras al exterior de material genético. Es el inicio, como uno de los primeros pasos, para la sustitución de importaciones de huevo fértil por medio de la crianza de reproductoras pesadas.
Hernández señaló que ese proyecto abastecerá el 3% de la demanda nacional de huevo fértil, pero aclaró que es parte de un proceso para asegurar la soberanía alimentaria del pueblo ecuatoriano, con la producción de material genético propio en todas las especies.
La funcionaria del MAGAP expresó que en el trabajo -entre la Subsecretaría que representa y los avicultores del Ecuador- comenzaron a soñar en la asociatividad de los pequeños productores y luego en una Federación Nacional de Avicultores, que se consolidó por la tenacidad del equipo de la Subsecretaría y de la Fedavie.