Marcelo Núñez E.
Director
Revista MAÍZ & SOYA
"El huevo te hace crecer"; "el huevo es bueno para la memoria", son frases que se escuchan desde hace algún tiempo y destacan la importancia de su consumo dentro del proceso de alimentación diaria del ser humano. En ocasiones, incluso, cuando no hay la posibilidad de ingerir el plato fuerte del día, se emplea el huevo como un sustituto temporal (arroz con huevo…una delicia).
Los nutricionistas tienen sus tablas recomendables de consumo de huevos, pero algunos no señalan límites: "coman los huevos que quieran", dicen. Mientras que hay médicos que creen que se debe comer pocos a la semana porque contribuye al aumento del colesterol en la sangre, con el consiguiente riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En textos serios que se publican en redes sociales y medios de comunicación que se sustentan en análisis científicos, se nota que este debate se inclina a las recomendaciones de los nutricionistas que ratifican que la ingesta de huevo aporta la proteína de mayor calidad biológica existente que se encuentra en la clara; los huevos enteros mejoran la absorción de los antioxidantes en las verduras e incrementan los niveles de vitamina D, necesaria para la salud ósea.
"Existe la creencia de que el huevo eleva el colesterol en la sangre, pero la evidencia científica nos ha demostrado que no hay relación entre las enfermedades cardiovasculares y su consumo regular", afirma Ruth Pedroza*, integrante del grupo académico Hablemos Claro.
La investigadora del programa de Ingeniería de Alimentos del Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos de la Universidad Iberoamericana de México, explicó que se han popularizado varios mitos sobre este producto; sin embargo, la mayoría de estas ideas son falsas.
"Hasta el momento no existe ningún estudio científico que demuestre una relación directa entre las enfermedades cardiovasculares y el consumo regular del huevo", manifiesta.
Pedroza (ruth.pedroza@ibero.mx) señala que el huevo es un alimento rico en proteína de alta calidad que contribuye a aumentar la sensación de saciedad, lo que puede repercutir en una menor ingesta de calorías.
Agrega que este alimento contiene varios nutrientes como vitamina D, vitamina B12, ácido fólico y selenio, que se han asociado con la prevención de condiciones crónicas como enfermedades cardíacas, aumento de la presión arterial, deterioro cognitivo y defectos de nacimiento.
La polémica de que el huevo aumenta el colesterol, también la van ganando los nutricionistas quienes sostienen que este alimento no produce ningún aumento del colesterol sanguíneo y, en caso de hacerlo, aumenta el colesterol bueno (HDL), más que el colesterol malo (LDL).
Asimismo, hay controversia sobre si la calidad del huevo depende del lugar donde se produce: en la granja avícola, con aves encerradas; o en el campo, donde crecen al aire libre alimentándose con lo que encuentran a su paso. Este debate se inclina hacia los avicultores que demuestran su esmero y dedicación para mejorar los índices de producción de las aves ponedoras, su genética, alimentación y ambiente, así como por un manejo adecuado del producto final para llevarlo al mercado con alta calidad nutritiva y aséptica, incapaz de transmitir enfermedades a los consumidores.
Por la importancia de estos temas para el sector avícola y por la proximidad de la celebración del Día Internacional del Huevo, previsto para el viernes 12 de octubre, se ha elaborado esta EDICIÓN ESPECIAL, deseando que nuestros lectores la disfruten leyéndola, así como nosotros la hemos disfrutado escribiéndola.