En este año el consumo per cápita de huevo en el mercado ecuatoriano sobrepasó los 185, a diferencia de 2017 cuando se ubicó en 145 o 150. Se debe a que es considerado una "cápsula vitamínica", fuente de proteína barata, recomendada nutricionalmente para niños, embarazadas y ancianos, dijo Christian Vallejo, gerente nacional de Indaves, quien agregó la posibilidad de exportaciones de huevo y carne de pollo a Arabia Saudita.
La empresa incrementó la comercialización local del huevo con su campaña de publicidad en radio y televisión lanzada hace casi 19 años en la cual un niño cantaba el eslogan: "Mamá dame mi huevito".
La presencia de la marca y del producto es indispensable para conseguir un efecto positivo. Para 2019, el sector avícola prevé que el per cápita continúe al alza. El consumo de este alimento en Colombia es de 340 o 350, en México está en un rango de 363 huevos per cápita.
Color preferido
El consumidor ecuatoriano prefiere el huevo marrón, por eso, el 92% de la producción es de ese color, señaló Vallejo El gusto por el huevo blanco ha ido en aumento, pero su consumo aún es limitado. Su nicho de mercado está en los autosservicios.
Nutricionalmente, tanto el marrón como el blanco, tienen la misma composición. La preferencia por el marrón es por su doble rentabilidad: una vez que la gallina marrón ha dejado de producir huevos, se la vende para carne y el avicultor logra un beneficio adicional. El ave sirve para caldo o seco de gallina.
Los transgénicos y el sabor
Los transgénicos están en el maíz, la mayor materia prima en el alimento de las aves y otras ramas pecuarias. No es malo, por falta de información se lo ha satanizado. El maíz mejorado, ahora rinde mayor tonelaje por hectárea y hace a la industria más productiva, dijo el ejecutivo.
Hace muchos años los consumidores se quejaban por los huevos con sabor a pescado. Para evitarlo, los productores iniciaron una tarea en dos vías: la línea genética trabaja en ciertos sabores y la alimentación de las aves, ahora, básicamente se compone de maíz, la mayor fuente de proteína. Para evitar el problema del sabor ya no se utiliza harina de pescado en su alimentación.
A Oriente Medio podrían llegar pollos y huevos ecuatorianos
La calidad de los productos avícolas ecuatorianos está abriendo la posibilidad de que se exporte carne de pollo y huevos a Arabia Saudita. "Es una oportunidad que el gremio avícola intentará no dejar pasar", dijo Cristian Vallejo.
El primer paso para llegar a los mercados del exterior es contar con estándares internacionales que marcan la calidad de un producto y eso se logra con buenas prácticas.
Hace tres años Indaves ya obtuvo una certificación de calidad a nivel de granjas; entre 2017 y en lo que va de 2018, también se han registrado otros productores. Como un ejemplo de buenas prácticas Vallejo mencionó el trabajo en Manabí y en Santa Elena donde la producción crece a buen ritmo. En otras zonas del país se debe mejorar el tema sanitario.
Buenas prácticas para exportar
Indaves es un modelo de buenas prácticas en el país, por eso ya está calificada para exportar sus productos.
Su planta ocupa un área de 400 metros cuadrados donde realizan un estricto trabajo de clasificación y empaquetado del huevo.
El proceso es simple. Comienza con la recepción del producto proveniente de las tres granjas de producción: Indaves, Avícola del Valle y Granada Puembo.
En la primera etapa la revisión y muestreo es fundamental para evitar el ingreso de huevos defectuosos (sucios, rotos, picados, con cáscara decolorada, deforme o rugosa).
El "corazón" de la planta es el equipo encargado de clasificar los huevos. El producto es colocado en una banda transportadora. Luego pasa por un sistema succionador que deposita los huevos en rodillos giratorios para mejorar su visibilidad. El personal realiza la selección del producto defectuoso y los huevos aprobados son clasificados por peso.
Un equipo de calidad de última tecnología verifica los atributos como el color de la yema, el peso, frescura, resistencia y espesor de la cáscara.
Enseguida son trasladados a las empacadoras donde los colocan en estuche de pulpa, plástico, transparente o cartón. Luego pasan a las canastillas para que las cajas sean selladas y empacadas. En un punto de control se realiza un muestreo al azar para verificar que el peso cumpla con las normas INEN.
En un subproceso se desarrolla la etapa de "termo encogido": se ponen los huevos en cubetas de 30, 20, 15, 12 o 6, según el pedido, y se los pone en las canastas destinadas a los clientes. Finalmente pasan a la bodega de despacho y al andén de carga para su transportación.
El proceso se realiza entre las 07:00 y concluye alrededor de las 17:00. Diariamente envían a sus clientes cerca de 650 mil huevos.
No hay desperdicios
En Indaves nada se desperdicia. Luis Samaniego, jefe de Aseguramiento de Calidad, explica que los huevos sucios, rotos o picados, catalogados como subproductos por no cumplir estándares de calidad, son enviados como materia prima para elaborar "ovo productos".
Se trata de huevos enteros pasteurizados, yemas y claras pasteurizadas. Los compran las cadenas hoteleras para la elaboración, por ejemplo, de mayonesa. También son usados en panaderías industriales.