Directivos de Amevea-E. Interviene el presidente Marco Chango.
Fotos : Marcelo Núñez Cabrera.
En Salcedo, provincia de Cotopaxi, se realizó el Sexto Taller de Capacitación Avícola “Ponedoras”, organizado por la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Avicultura del Ecuador (Amevea-E), con el apoyo del Instituto Ecuatoriano del Huevo.
En el evento realizado el 8 de junio participaron especialistas veterinarios, zootecnistas, nutricionistas, agrónomos, avicultores y otros profesionales relacionados con el sector avícola.
Micotoxinas provocan la caída de la postura
A criterio del experto Enrique Osorio, es difícil encontrar alimentos con una sola micotoxina, ya que existen dos o tres en los terminados y materia prima. Su repercusión es evidente en la caída de la postura, baja de defensa de las aves, problemas virales y bacterianos, lo que provoca una caída de la producción.
Las micotoxinas pueden ser muy peligrosas cuando están juntas en el mismo alimento: Aflatoxinas, T-2, Ocratoxina y DON afectan la ganancia de peso y la conversión alimenticia, en pollos; DON puede estimular el desarrollo de enteritis necrótica en aves. Es necesario poner mucha atención a calidad de la ración de las aves y cuando se presentan señales de deterioro, utilizar adsorbentes de micotoxinas de comprobada eficiencia. Las condiciones ideales para el crecimiento de hongos son la temperatura, humedad y oxígeno; mientras que la micotoxicosis está relacionada con la cantidad ingerida, tipo de micotoxina, sensibilidad individual y tiempo de exposición.
Los efectos de las micotoxinas son: inmunosupresión, caída de postura, hígado graso y nefritis, calidad de cáscara, enteritis y diarreas. Se suma la reducción de la altura de las vellosidades, tanto en el duodeno, como en el yeyuno; menor absorción de glucosa, mayor número de lesiones, daños a la mucosa, respuesta y recuperación intestinal lentas, aumento de UFC de salmonella, regulación al alza de citosinas, alteración de la función de barrera del epitelio intestinal, mayor susceptibilidad a enfermedades infecciosas y menor eficacia de vacunas y otros medicamentos.
El experto también habló sobre la interacción entre micotoxinas y el epitelio intestinal. Explicó sobre la inhibición de la síntesis proteica, inhibición ante el estrés oxidativo, cambios en expresión de genes y mensajeros químicos, inducción a apoptosis.
Entre los aspectos a considerarse son -dijo- la prevención y el tratamiento. En materias primas (inhibidores de hongos-ácidos orgánicos), alimento balanceado (inhibidores de hongos, agentes biotransformadores, adsorbentes de micotoxinas), desintoxicación y regeneración hepática (vitaminas del complejo B, cloruro de colina y extractos vegetales).
Buena nutrición alarga la etapa productiva
El ave actual es más longeva y está produciendo más que antes, por lo tanto, se debe optimizar la nutrición y entender las necesidades, antes de diseñar el plan de alimentación, explicó el español Xavier Arbe Ugalde, de H&N International.
Aseguró que las necesidades de las aves han cambiado. En las 50 semanas es importante tomar en cuenta los aminoácidos y reconocer que la energía es tan alta como en el punto más alto de puesta.
El alargamiento de la producción depende del cuidado en las 10 semanas de vida. El objetivo es mejorar la calidad del levante de la pollita y que el ave adulta esté preparada. A las cinco semanas debe ganar peso. Eso dependerá de la calidad del balanceado, tanto en la nutrición y manejo, porque la alimentación, por sí sola, no hace milagros.
El manejo es "el cajón de sastre" en el que se ingresa el equipamiento, guía de temperatura en nave, el trabajo del personal y las instalaciones. Existen ocasiones en que se prioriza solo el retorno económico rápido y aquello afecta a la producción.
Para el experto, la nutrición incide en la producción y productividad, definitivamente. Las aves de postura son deportistas de élite a las que se debe entrenar en la recría para el momento de la carrera, que es larga.
Antes se calculaba entre 70 y 75 semanas, ahora llegan a las 100, por lo tanto, se les debe dar los nutrientes necesarios para que respondan. Si la maltratamos, no llegarán a la meta, y habrá baja en la productividad y mortalidad.
Levante de pollitas con sistemas automatizados
"Con el último avance tecnológico e implementación de sistemas modernos, nos damos cuenta de que existe deficiencia en la adaptación, en el manejo o quizás no se tiene el personal capacitado", señaló Miguel Ayala, de Avicol (Colombia).
Según el experto, hay falencias en los equipos disponibles para mediciones y evaluaciones correctas, y en el conocimiento de los diseños y recomendaciones de los proveedores.
Aseguró que existe disponibilidad para implementar la tecnología moderna, pero su inversión se debe complementar con el conocimiento y capacitación de las personas que van a operar, porque el afán es sacar provecho de los sistemas nuevos.
La reducción en los niveles de mortalidad sería una de las ventajas más palpables en los galpones automatizados. Los índices deben ser menores con relación a los tradicionales, agregando que "no necesariamente se requiere automatizar los procesos pero se debe pensar en profundizar en el manejo e identificar los requerimientos de equipos y recursos disponibles".
Destacó que "se puede encontrar galpones muy modernos, mal manejados, con resultados pésimos, o galpones tradicionales con buenos resultados".
La etapa de crianza de las pollitas debe ser entendida como la etapa de construcción, cuando las empresas deben manejar las inversiones relacionadas con los aspectos nutricionales y sanitarios. Es interesante considerar temperatura, agua, alimentos, crecimiento y ganancia de peso.
Las granjas deben tomar en cuenta el proceso de crianza y levante con miras al impacto de los resultados de las empresas. "Los errores nos llevan a las fallas de crecimiento, deformidades en la crianza; pérdidas económicas, menos huevos, deficiente calidad; incremento de mortalidad".
Enfermedades respiratorias de las aves y la necropsia
La coriza infecciosa (enfermedad bacteriana muy contagiosa producida por avibacterium paragallinarum) y la laringotraqueitis ocasionan un impacto económico directo sobre el avicultor y pueden producir daños irreversibles a esta actividad.
La advertencia hizo Sebastián Romero, en su ponencia "Diagnóstico, prevención y control de estas enfermedades respiratorias".
Romero mencionó que al presentarse estas patologías, el avicultor debe asumir mortalidades, bajas de postura, lesiones y tratamientos. "Si las aves presentan mortalidad por enfermedad se convierte en una pérdida total por el costo de alimento, levante, vacunas, logística, mano de obra, y ya no pueden producir más huevos".
Las aves que logren recuperarse de estas dolencias son las que deberán pagar "algo" de la inversión realizada por el avicultor, aunque la unidad de producción quedará mermada. Incluso se presentarán "falsas ponedoras que comen, pero que no producen".
El experto sugiere que la prevención, con un adecuado calendario de vacunación, es el mejor método para evitar que las aves se contagien con estas enfermedades. El calendario debe ser consensuado con el criterio de varios profesionales. Solo así se podrán tener gallinas inmunizadas y responder frente a cualquier agente patógeno que se presente en el campo.
Otra medida preventiva es el uso de desinfectantes adecuados, tanto el que tiene efectos de impacto como el residual. Esta combinación solucionará el problema y ofrecerá adecuadas medidas de bioseguridad. El vacío sanitario es fundamental para la industria avícola, destaca Romero.
Necropsias son un apoyo
Por su parte el patólogo aviar Bolívar Valencia en su intervención sobre "Necropsias: diagnóstico clínico en ponedoras, visión práctica de lesiones", envió un mensaje a los avicultores solicitando la participación activa para que el sector cuente con áreas y zonas libres de enfermedades. La necropsia es la práctica utilizada por los veterinarios clínicos en sus visitas diarias a las granjas. A partir de ello se determinan las enfermedades y se busca que las aves no mueran y mejoren su producción. En ciertas enfermedades se requieren técnicas de laboratorio que puedan aclarar qué germen está molestando al ave.
En la industria avícola, es el veterinario quien debe dar una garantía de producción, pero también intervienen otros profesionales: agropecuarios, ingenieros agrónomos, ingenieros sanitarios, etc.
Al evitar las enfermedades y actuar a tiempo cuando estas se presentan, se eliminan gastos y la industria es más rentable.
Valencia observó que en la actualidad una cubeta de huevos que se vende a 2,30 o 2.40, no genera rendimientos económicos, por lo tanto es imprescindible manejarse sobre costos, seguridad alimentaria, y entregar un producto que le satisfaga al consumidor. "Nuestro trabajo es transformar la materia prima en procesos nutritivos (carne de pollo, huevos) para la alimentación humana".