Estefanía Arízaga,
Médica Veterinaria Zootecnista, Creating Quality
Se entiende como bioseguridad al conjunto de prácticas de manejo que se diseñan con el objetivo de prevenir la entrada de vectores y agentes patógenos, así como la transmisión de enfermedades en los centros de producción.
Este aspecto es fundamental en las empresas dedicadas a la postura de huevos, ya que la productividad de la explotación está íntimamente ligada a la calidad y a la salud de las aves que conforman la granja ponedora.
La bioseguridad es el principal principio de prevención en una explotación de producción animal; de no respetarse sus lineamientos, fácilmente se puede generar brotes de enfermedades que sacrificarían la producción de todo el galpón e incluso de la granja entera.
El concepto de inocuidad, es decir la garantía de que un alimento no cause daño, conlleva a la cadena "de la granja a la mesa", priorizando la calidad higiénicosanitaria que es igual de importante que la nutricional, y define que todos los alimentos de consumo humano deben ser controlados desde las primeras fases, es decir desde el primer eslabón de la cadena alimentaria, proporcionando a los animales una adecuada alimentación, sanidad y manejo. Estos requisitos preventivos conforman la "bioseguridad" y contempla los siguientes aspectos:
- Localización de la explotación y ubicación del galpón.
- Ingreso, control y restricción de visitas peatonales y vehículos externos.
- Diseño sanitario de la nave: instalaciones, equipos, utensilios y materiales.
- Condiciones sanitarias: limpieza, desinfección, vacíos sanitarios, mantenimiento preventivo y correctivo de los equipos, control de químicos, control de desechos no productivos.
- Control de vectores: plagas, animales salvajes, aves, etc.
- Manejo sanitario de los animales: certificación del origen en su ingreso (futuras madres), calendario vacunal, aplicación de desparasitantes y medicaciones.
- Disposición de desechos productivos: cama, sacos, etc.
- Calidad del alimento.
- Destino de la mortalidad (aves muertas).
Es imperativo entender que la bioseguridad es un programa preventivo que busca evitar los posibles fallos sanitarios que conlleven a incrementar la mortalidad, morbilidad y caídas de la producción de la explotación avícola.
Es fundamental que se comprenda ciertos conceptos como arco sanitario (sistema automático de desinfección de vehículos), cámara de desinfección (lugar cerrado que se utiliza para la desinfección de objetos e insumos) y filtro sanitario (barreras de bioseguridad cuyo objetivo es impedir o disminuir el riesgo de ingreso y salida de patógenos).
Premisas de la bioseguridad
Todos los esfuerzos de la bioseguridad en plantas productoras de huevos se basan en el control preventivo de peligros (agente biológico, químico o físico que pueda comprometer la inocuidad alimentaria y/o la salud de las aves).
La base de la bioseguridad en una granja de postura tiene dos pilares fundamentales: controlar acceso de vehículos, personas y equipos; y, supervisar el ingreso de materias primas, ingredientes e insumos consumibles.
En el primer caso, las medidas a tomarse son: rodaluvios (pozas de agua para llantas de vehículos en las cuales se aplican desinfectantes), arcos de desinfección (para rociar líquidos por aspersión), pediluvios (espacios para el calzado de las personas). Adicionalmente, es imperativo implementar procedimientos documentados al ingreso de visitas, los cuales deben incluir declaratorias de visitas a otras granjas o explotaciones pecuarias.
Finalmente, los visitantes deben vestir indumentaria propia de la explotación, ducharse y observar normas de higiene personal y de un buen estado de salud. El comportamiento en la visita garantiza que la persona no sea un vector mayor que lo manejable con estos lineamientos.
La explotación avícola debe contar con un diseño sanitario que permita minimizar los riesgos de contaminación, es decir instalaciones, equipos y utensilios de material de fácil limpieza, en correcto estado de conservación y mantenimiento, y de ser requerido, reposición inmediata. Debe disponer de un vestidor y batería sanitaria completa para ser utilizados por las visitas.
Contemplar medidas de distanciamiento: los vehículos que ingresan con personas o materiales, deben descargar en una zona de carga/descarga que no sea próxima al galpón o galpones en producción.
La bioseguridad en la producción de huevos tiene como objetivo limitar el ingreso de agentes patógenos que podrían causar enfermedades; evitar que se multipliquen y diseminen los que están dentro de la explotación y tratar de eliminarlos. Un manejo adecuado de las instalaciones y de los animales reducirá las posibilidades de infección.
Se ha definido que las materias primas e ingredientes son la principal fuente de contaminación por lo que se debe contemplar la procedencia de las pollitas (futuras ponedoras), las cuales deben acreditar un estricto programa de vacunación, desparasitación y aplicación de medicamentos bajo vigilancia de un médico veterinario. Su transporte, desde el origen a la granja de producción, debe realizarse en vehículos apropiados y en condiciones sanitarias adecuadas.
Los proveedores de alimentos deben ser seleccionados, calificados y monitoreados periódicamente con el objetivo de comprobar que dispongan de sistemas de inocuidad implementados y en cumplimiento.