- Presidente de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave)
La producción de proteína animal es un rubro muy importante en la economía nacional ya que constituye el 27% del Producto Interno Bruto Agropecuario de Ecuador y el 2,5% del PIB nacional. Las cifras del año 2019 lo confirman: 300 millones de pollos y 3 mil 650 millones de huevos que requirieron más de un millón de toneladas métricas de maíz, para la elaboración de dos millones de toneladas métricas de alimento balanceado.
Esta proteína es la más barata y de fácil acceso, con un consumo per cápita de 227 huevos y 32 kilos de carne por año. Pero estamos preocupados porque nuestros altos costos limitarán a la población de escasos recursos, acceder a estos productos por la actual situación económica debido al alto nivel de desempleo.
Para el 2020 se proyectó un crecimiento del 5% en la producción de pollo de carne, pero debido a la pandemia se afectaron los precios, la comercialización y la distribución. Por este motivo, se estima un decrecimiento de entre el 10 y 15%. Hubo incubadoras que se deshicieron de huevos fértiles y pollitos BB; en otras, las reproductoras salieron a la venta antes de cumplir su ciclo, mientras que algunas empresas no recibieron reproductoras, como lo tenían planificado.
Además hubo cambios en la comercialización de pollos. Años atrás se vendía “en pie”, casi la totalidad de las aves; ahora por poco se equilibra la venta de pollos “en pie” y pollos faenados (60 y 40%, respectivamente). Esta tendencia de comercializar pollos faenados y con mayor valor agregado se incrementará en el futuro para lo que el productor debe prepararse para satisfacer la demanda del mercado. Esta es una de las lecciones que nos deja la pandemia.
El mayor inconveniente es el costo de la materia prima: el valor de la tonelada de maíz amarillo está en alrededor de 320 dólares en época de cosecha, y 390 dólares o más, entre enero y marzo, mientras que en los países vecinos se comercializa entre 220 y 240 dólares.
A pesar de este conflicto seguimos abasteciendo los mercados, siempre comprometidos con la seguridad alimentaria de la población. Nuestros índices productivos zootécnicos están a la par de cualquier país del planeta. Solo el alto costo de producción nos impide ser competitivos, lo que adicionalmente hace que el contrabando sea un negocio establecido por personas sin escrúpulos que se dedican a la ingrata tarea que afecta a los productores.
Estas cifras y comentarios reflejan la importancia de la industria que produce proteína animal en el conglomerado nacional y en la alimentación de la población que, si está bien nutrida, se reflejará en una buena salud.
Este siempre será nuestro compromiso...