La afectación al ganado y a las instalaciones, genera una crisis en el ámbito productivo. Los roedores destruyen el lugar y los insectos inoculan y transmiten enfermedades.
Las instalaciones ganaderas están propensas a la presencia de plagas, porque en estos sitios hay gran cantidad de agua y alimento, así como residuos derivados y por las condiciones de humedad que favorecen el desarrollo de estas afectaciones.
En estos lugares aparecen y se reproducen con facilidad ratas, moscas y otras plagas, que afectan y arriesgan la bioseguridad de los vacunos, por lo que su control no es un gasto, sino una inversión.
Aporta beneficios evidentes, como reducción de la mortalidad, de vacunaciones y mejoras tangibles en la producción. Sin duda, las plagas son una amenaza para la estabilidad sanitaria de los animales, porque son vectores de transmisión de enfermedades.
Para lograr éxito en el control de plagas en estas instalaciones pecuarias, es fundamental el manejo integral del problema y de las soluciones, manifestó René Gómez, (rgomez@corpmontana.com) jefe de aves y cerdos y salud ambiental de la empresa Montana con oficinas en Ecuador.
Es vital realizar un diagnóstico adecuado del tipo de plaga que ataca las instalaciones pecuarias, ubicar las madrigueras, sitios dónde prefieren comer los roedores, y llevar un minucioso registro.
El control puede ser biológico o químico, pero cualquier alternativa funciona siempre que el sitio y los alrededores de las instalaciones cuenten con una adecuada desinfección y limpieza. En ciertos casos, se debe coordinar acciones con las áreas colindantes con negocios afines, porque las plagas pasan de un lugar a otro, afectando la producción.
Las plagas se concentran, principalmente en las zonas de alimentación, basuras, desperdicios, acumulación de material vegetal: depósitos entre naves, refugios interiores, madrigueras, zonas de cadáveres, techos falsos, vigas interiores, distribución de pienso, cableado, cuadros eléctricos, tolvas de pienso, etc.
Los roedores provocan daños considerables porque destruyen todo tipo de material, desde la infraestructura hasta cableado eléctrico lo que origina cortocircuitos o incluso incendios. En cambio, los insectos molestan a los animales provocando angustia en el ganado y al picarlos el riesgo de adquirir enfermedades transmitidas.
Según Gómez, se debe evitar el ingreso de las plagas al interior de las instalaciones mediante el empleo de mallas, trampas, fumigaciones, colocación de bloque, pellets, cebo, molienda, etc. Para las moscas, existen trampas de luz y de preferencia aplicar en la mañana o en la noche, en que estos insectos tienen poco movimiento.
Si el control se realiza con medios químicos se debe considerar la ubicación de las instalaciones, el diagnóstico realizado con tiempo y seleccionar el insecticida que los técnicos recomienden.
Para la aplicación, Gómez sugirió que exista personal capacitado y que cuenten con un manual de procedimientos para cada espacio.