Un excelente rendimiento de las ponedoras depende de que el macho esté en perfectas condiciones. El tratamiento debe iniciarse desde que es un pollo bb, hasta su madurez.

Para tener excelentes machos es fundamental lograr una ganancia de peso semanalmente, conseguir uniformidad en el levante y en la producción, tener una condición corporal en las diferentes fases de la vida del animal, buena conformación fenotípica, manutención del peso / pechuga en producción, tipo de alojamiento, una buena cama, densidad de la luz (estimularlos con luz al menos diez días antes de la hembra) y buena temperatura (32° C. es lo ideal).

También hay que evitar la aglomeración de pollos, dejar espacios adecuados de los bebederos, realizar la calificación de los animales cada cierto tiempo; es decir, separar a los machos con un peso inferior al 20% de peso promedio en la semana cuarta y aquellos que presentan alguna lesión.

Son recomendaciones de Luciano Keske, gerente senior para Sudamérica de Cobb, quien agregó que durante la cría y en la primera fase, (hasta la semana 12) se produce la construcción ósea del pollo y la maduración del espermatozoide; desde la 13 hasta la 20, empieza la fase testicular; de la 16 a la 26 se valora el desarrollo del testículo y la madurez sexual para garantizar la eclosión.

Durante el desarrollo, la alimentación es vital. Hay que basarse en el peso guía y nunca por debajo de lo establecido; debe contener menos proteína y lisina (aminoácido) para controlar el peso; ubicar comederos más altos para machos y más bajos para hembras. Si el macho no se alimenta bien, puede existir una regresión en el desarrollo testicular, pérdida de peso o engordar.

Además, es importante controlar la conformación de la pechuga del macho. Lo ideal es lograr conformación de pechuga 3 y el testículo debe pesar 1% en la semana 21, hasta llegar a un máximo de 1,7%. Los machos no deben ser gordos ni pesados.

“Hay que aprovechar la juventud del macho porque después de la semana 45, la actividad sexual disminuye y baja el interés por el hembra”, explicó Keske.

Para evitar que los machos tengan inconvenientes, el experto recomendó que los pollitos bb sean recibidos, con temperatura y densidad adecuadas; respetar la temperatura y densidad en los ‘pinteros’, así como evaluar el buche; estimular el consumo de alimento en el papel, las veces que sean necesarias.

Diferencias entre macho gordo y grande
Generalmente el macho gordo es pequeño en la cuarta semana, debajo del peso guía (690 g); no son convenientes para el apareo, ya que tienen una pechuga cuatro, de conformación. En cambio, el macho grande es más fácil de conducir porque tienen 720 g en la semana cuarta y logran una conformación de pechuga tres, después de la semana 13.

“La gran diferencia radica en que los machos gordos son de “tiro curto”; es decir, después de la semana 42 quedan demasiado gordos y disminuyen las cópulas y, consecuentemente, baja la fertilidad. Mientras que a los machos grandes se les denomina de “vida longa”, porque no llenan la pechuga; son más longevos.