El proceso incluye la selección del huevo, temperatura apropiada, equipos adecuados, monitoreo permanente, y concluye con la eclosión de la nueva ave.
Optimizar la calidad de los pollitos bebé es fundamental para que alcancen el potencial genético durante su desarrollo. Las grandes empresas se benefician de un buen desempeño post-nacimiento, mientras que las plantas de incubación independientes quieren ofrecer a sus clientes los mejores pollitos.
Aline Kuntzel, especialista brasileña en incubación de la empresa Aviagen, explicó que la temperatura ideal para la producción de huevos es de 15 a 18 grados centígrados. Cuando sobrepasa ese límite los huevos no son buenos y las incubadoras presentan pérdidas de nacimientos.
La humedad también es muy perjudicial porque reducen la eclosión de los pollitos, así como la deshidratación, por lo que es importante garantizar una buena ventilación.
Para lograr una incubación lo ideal es no almacenar por mucho tiempo almacenados los huevos porque pierden una pequeña cantidad de agua (por lo general el 0.5% por semana de almacenamiento).
Por ejemplo, si los huevos se almacenan por una semana, la pérdida de peso, entre la carga de la máquina incubadora y la transferencia a la nacedora, deberá ser de 10.5 a 11.5%. También, influye la edad de la reproductora, el tipo de equipo que se emplea, la línea genética, la temperatura, etc.
Es vital controlar la humedad de la incubadora para asegurar que la eliminación de agua del huevo se encuentre en el rango óptimo. Esto elevará al máximo los nacimientos y la calidad del pollo.
Cuando la humedad es demasiado alta, los pulmones del embrión no lograrán llenarse de aire y si es muy baja, el embrión se deshidrata. “Si no se tiene una temperatura adecuada puede morir el embrión”, dijo Kuntzel.
Las temperaturas altas afectan el metabolismo y existe una oxidación de la yema.
Los cambios de peso del huevo, durante la incubación, se deben a la eliminación de agua; para determinar este problema, hay que pesar los huevos. Si se incuban correctamente, estos pierden entre 11 a 12% de su peso entre la oviposición y la transferencia, a los 18 días.
El nacimiento de los pollos bb con rendimiento bajo, se debe a que eclosionaron antes de sacarlos de la nacedora o se incubaron con temperatura alta, o humedad baja. Estos pollos corren el riesgo de deshidratarse o tener un mal desempeño en la granja.
En sí, la mortalidad embrionaria temprana, puede producirse por el mal manejo del huevo, por su almacenamiento inadecuado o por las condiciones de incubación. Las acciones que se requieren para corregir la mala fertilidad no son las mismas que para evitar la mortalidad temprana excesiva, por lo que es importante establecer la distinción entre infertilidad y mortalidad embrionaria temprana puede producirse por el mal manejo del huevo.