La genética y un adecuado proceso de nutrición son fundamentales.
Si el sector porcícola ya estuvo afectado por la Peste Porcina Africana, el aparecimiento de la pandemia trajo mayores preocupaciones, ya que disminuyó la producción y venta de carne de cerdo en el mundo.
La Peste Porcina Africana afecta en un 50% la producción mundial. Varios laboratorios trabajan para encontrar una vacuna, y se espera que en dos años se tengan buenos resultados.
Esto complica las ventas y los precios, Alberto Álvarez, director de la cadena alimentaria para el Cluster Sur de Europa, explicó que China tenía un stock de carne que liberaba cada cierto tiempo para evitar el incremento del precio. En enero liberó 40 mil toneladas y 10 mil en mayo.
Antes de la pandemia, China exportaba este producto, pero ahora importa. A principio de la cuarentena no había contenedores y los puertos estaban cerrados. Pero, desde inicios de mayo la situación empezó a normalizarse, aunque la producción sigue baja por las restricciones de bioseguridad, porque en las plantas de faenamiento no pueden laborar todos los empleados al mismo tiempo, deben conservar una distancia de 1,5 metros, mientras que otros prefirieron quedarse en sus casas por temor a ser contagiados.
El experto considera que bajó el consumo de carne porque es más costosa que otras proteínas. También afectó el cierre de restaurante, hoteles y bares estudiantiles, así como sitios de venta de comida.
Sin embargo, las ventas online aumentaron, así como en las pequeñas tiendas. “Será difícil la recuperación en el corto tiempo. Al finalizar 2020, se prevé un resarcimiento del 8%. China lo hará en cuatro años para llegar a los niveles de 2018”, manifestó Álvarez.
Según él, las grandes empresas de España, Brasil, Estados Unidos y de otros países, tienen una gran oportunidad de vender carne de cerdo a China. En cambio, las medianas y pequeñas empresas porcícolas deben unirse para expandirse en los mercados; y pensar en otras opciones para distribuir la carne de cerdo como embutidos y vender por medio de las redes sociales.
“Tenemos que abastecer los mercados con los mismos animales; ser más eficientes, producir carne de calidad e implementar mejores normas de bioseguridad”, dijo al agregar que “el camino, es verticalizar la producción”.
Sugirió cambiar el sistema de producción y planteó como opción la inmunocastración para aumentar los kilos de carne, pero no de grasa. Además, no incrementar las granjas ni los cerdos y tercerizar el servicio de engorde.
Agregó que vistos los problemas, las empresas trabajan para lograr bienestar animal, disminuir los efectos invernadero y utilizar más sistemas tecnológicos.
En el caso del ganado bovino, recomendó que los productores “hagan un buen manejo de la pastura con división de potreros, apostarle a la nutrición animal y escoger muy bien los animales con los que se van a trabajar; es decir, tener excelente genética”.
Debido a la pandemia, Estados Unidos no faenó 700 mil cerdos en el tiempo establecido.