Al momento de diseñar la nutrición de hembras porcinas actuales es fundamental tener en cuenta al binomio genética - nutrición. Un pilar básico es la experiencia de quienes están a cargo de su cuidado.
Según José Luis Platero, “una correcta nutrición de la hembra reproductora debe tomar en cuenta los periodos de crecimiento, gestación, periparto, lactación de las cerdas, así como en la fase de destete y nuevo ciclo reproductivo”.
Para la alimentación en la primera gestación, este especialista sugirió un adecuado manejo: hasta el día 30 de gestación y en los primeros cinco y siete días post inseminación, conviene reducir la ingesta de pienso para favorecer la supervivencia embrionaria.
Durante el periodo de implantación uterina (entre siete y 18 días de gestación) no es aconsejable sobrealimentar a las cerditas nulíparas y primíparas porque existe el riesgo de pérdidas embrionarias.
La primera gestación de las cerdas se podría considerar como una fase de continuación de la recría ya que aún continúa creciendo. Para abordar las distintas necesidades, recomendó incluir aditivos específicos como levaduras, probióticos, prebióticos, minerales y vitaminas, todo esto, acompañado de niveles adecuados de fibra de distintos tipos para facilitar tránsito y funcionalidad intestinal, lo que disminuirá el estrés y mantendrá su aparato digestivo en perfecto funcionamiento.
Señaló que la cerda debe estar siempre en forma, con un buen desarrollo muscular y óseo, evitando el exceso de grasa. Hay que lograr una condición “fitness”, expresó Platero.
Por ello exhortó a los productores a enfocarse en lograr un óptimo rendimiento productivo siguiendo las pautas de las casas genéticas: entre los 220 y 270 días de edad, la cerda debe alcanzar entre 150 y 170 kilogramos de peso corporal. La puntuación de la condición corporal entre 3 y 3.5, y ganancia de peso entre 650 y 700 gramos/día.
En cuanto a la productividad de la hembra, refirió que en los últimos años ha aumentado de manera progresiva llegando a destetar 35 lechones por año. Estimó que se podría alcanzar hasta los 40. En los últimos años hay una selección de cerdos con mayor cantidad de grasa magra y disminución de la grasa corporal.
Las actuales cerdas hiperprolíficas pueden tener hasta 19 lechones. Entre las ventajas del mejoramiento de las líneas genéticas, se puede mencionar que son cerdas de alta productividad, más grandes, magras, productivas y por lo tanto con mayores necesidades nutricionales. Sin embargo, tienen la desventaja de mayor heterogeneidad de la camada, y por el bajo peso de los lechones al momento de nacer, existe un mayor porcentaje de mortalidad.
También hizo mención a las diferentes herramientas específicas que ha desarrollado FARM FAES para abordar los exigentes desafíos nutricionales y sanitarios a los que está sometida la hembra porcina de alta producción.
Causas para el sacrificio de cerdas
Edad: 36,60%
Fallo reproductivo: 26,30%
Cojera: 15,20%
Bajo rendimiento: 13%
Lesiones: 4%
Otros: 4,90%