Este semestre, el banano se posicionó como el primer producto no petrolero del país, pese a que tuvo que enfrentar varios obstáculos desde que se declaró la emergencia sanitaria. Ahora el sector bananero se prepara para la temporada alta prevista para septiembre-octubre.
La exportación de banano constituye uno de los pilares de la economía nacional. El año pasado se vendieron a los distintos mercados del mundo 356 millones de cajas. Hasta el cierre del primer semestre se exportaron aproximadamente 208 millones de cajas de 43 libras, que corresponden a 2.314 millones de dólares. “En este semestre somos el primer rubro productor dentro de la balanza comercial del país”, aseguró José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE).
Pese a la pandemia, el sector que tuvo que enfrentar cada semana varias complicaciones, registró en el primer semestre del año, un incremento en las exportaciones del 8.74%, además de dificultades como buscar opciones para llegar a los países de Medio Oriente (destino de casi el 15% del banano ecuatoriano), en donde hubo mayores controles, provocó la saturación del mercado por un exceso de producción y la disminución de precios que afecta a toda la cadena productiva, explicó Hidalgo.
Según el funcionario de la AEBE, la actividad se enfrenta a múltiples desafíos: excesiva regulación, presión tributaria, aranceles elevados en mercados extranjeros, mayores exigencias laborales y ambientales en la Unión Europea; desventaja por falta de acuerdos de libre comercio (ventajas de nuestros competidores) pérdida de mercados y, ahora, la presencia de la Covid-19.
Indicó que existen dos tipos de mercados: los estables y los emergentes. Los primeros representan cerca de un 40% y son la Unión Europea y Estados Unidos, mientras que los mercados emergentes (un aproximado del 60%), son del Medio Oriente, Rusia, Asia Oriental, etc., que se basan mayormente en el precio de oportunidad y en el manejo estable durante todo el año.
“Cuando hay una crisis como la pandemia actual, en la que se cerraron las fronteras, y bajó el consumo, la fruta se dirigió a otros canales, causando sobreoferta y disminución del precio”, puntualizó Hidalgo.
El director ejecutivo de la AEBE mencionó además que, durante estos meses (junio-agosto), la venta de banano es baja, porque el consumo disminuye debido a la entrada al verano en nuestros mayores mercados. “Hay que esperar hasta finales de septiembre y mediados de octubre para que se retome con fuerza la venta a los mercados internacionales, para lo cual hay que estar preparados”, mencionó.
Hidalgo estima le necesidad de un plan de competitividad; la conformación de un ‘clúster’ para buscar una solución estratégica en toda la cadena productiva. “Esto nos permitirá fortalecer al sector, mejorar la cooperación comercial; brindar soluciones estructurales, entre otras.”, destacó.
“En el sector exportador de banano hemos trabajado de manera conjunta, para incrementar la seguridad de los trabajadores, mantener el crecimiento y la competitividad en tiempos de pandemia”, afirmó el dirigente.
Aporte del Estado
BanEcuador ofrece un crédito para banano, con tres meses de gracia total, tres meses de gracia parcial y un plazo total de pago en 24 meses. Este apoyo financiero se destina a fertilización y fumigación; mantenimiento y recuperación de finca, además se analiza un crédito para renovación de plantaciones que mejorarán la productividad.
El MAG, el pasado 7 de agosto, anunció otras medidas en beneficio del sector:
- Se regulará la productividad del sector, priorizando la comercialización de la fruta con contrato, lo que estabilizará los precios y eliminará la sobreoferta. Este ‘sinceramiento’ significa una producción máxima de 48 cajas por hectárea durante cinco semanas.
- La compra de los racimos de la fruta procedentes de las plantaciones no regularizadas, así como atender a los productores no formalizados, proceso que durará entre 10 y 12 meses. Luego, los productores tendrán un código que les permitirá comercializar la fruta en mejores condiciones. El MAG estima que en Ecuador existen entre 25 mil y 35 mil hectáreas irregulares.
- Entrega de un paquete tecnológico para fertilización y control de Sigatoka Negra, que contará con una ayuda estatal del 50% y el resto podrá ser financiado mediante un crédito de BanEcuador.
- El Impuesto Único Bananero, que viene de la mano de la Ley de Simplificación y Progresividad Tributaria, permitirá la reducción de estas obligaciones a los productores que se acojan a la certificación de Buenas Prácticas.