Fotos: Marcelo Núñez Cabrera.
La producción de huevos de mesa
tiene más de medio siglo en el país.
Empezó en Puéllaro, norte de Quito
y se extendió a varias provincias.
Diariamente se recolecta más de dos
millones de unidades.
Los avicultores ecuatorianos han logrado un gran nivel tecnológico con la incorporación de equipos de punta que garantizan la inocuidad del producto para el diario consumo. Esta cadena tecnológica se origina en el almacenamiento y acopio adecuados para cumplir exigentes procesos de comprobación de calidad y sanidad
Las normas sanitarias exigen un control exhaustivo de la integridad del huevo que es seleccionado y clasificado técnicamente para su comercialización.
Por ser un producto de consumo masivo,
la comercialización es abierta y sin marca,
aunque hay varias empresas que añaden
información impresa y empaquetamiento
como valor agregado.
Agradecemos a las siguientes empresas
por las facilidades brindadas para
realizar este fotorreportaje: Indaves,
Incubandina, Avícola Marisela y Avícola
Miave.
La tienda del barrio es el último eslabón de la cadena comercial para proveer esta proteína de alta calidad y bajo precio.
Las tareas más agotadoras requieren ser compensadas con una alimentación saludable y nutritiva. La preparación de esta proteína de origen animal debe ser variada para nutrir adecuadamente para reponer fuerzas y energía.