El alto costo de la materia prima hace que el precio de la libra de carne de pollo en Ecuador sea casi el doble de los otros países.
El costo de la materia prima para elaborar alimento balanceado para especies animales (maíz amarillo duro y soya, fundamentalmente) incide de manera directa en el precio de producción de carne de pollo, una de las principales proteínas de alto consumo entre los ecuatorianos.
Según Édgar Navarrete, presidente de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), en Ecuador la tonelada de maíz duro cuesta 340 dólares, mientras que en otros países el mismo volumen está entre 220 y 230 dólares.
Diana Espín, directora ejecutiva de Conave, señaló que la materia prima ecuatoriana es la más cara de Latinoamérica y, por ello, el precio del producto final es elevado.
Mencionó que si bien existen acuerdos comerciales internacionales con algunos países del continente americano y de Europa, lamentablemente estos no favorecen al sector porque en esos términos no se puede competir.
“La carne de pollo que se produce en el país resulta un 50% más cara en relación a los países vecinos”, precisó Espín.
Actualmente, la libra de carne de pollo en el país se sitúa entre 0,70 y 0,75 centavos y, en determinados momentos llega hasta 0,80 centavos. Sin embargo, el costo de producción varía entre la Costa y la Sierra, así como en las empresas de mayor producción y entre las empresas pequeñas o familiares. En el primer caso, el precio oscila de 0,60 a 0,65 centavos y en el segundo de 0,70 a 0,75 centavos.
Navarrete afirmó que los avicultores ecuatorianos no pueden competir en igualdad de condiciones en el exterior debido a factores como el costo de la materia prima, pero también al contrabando de huevos fértiles y/o de pollos bebé, además de la falta de políticas públicas claras por parte del Gobierno Nacional, entre otras.
“Esta situación deja en desventaja al sector”, refirió Navarrete tras reiterar que el país sí puede competir en el mercado extranjero, pero en condiciones iguales.
Diana Espín indicó que el alimento balanceado representa el 70% del costo de producción y el maíz el 50%, lo que significa que por cada libra de carne el 25% corresponde a la nutrición de las aves.
Navarrete consideró fundamental que los productores avícolas estén amparados por un gremio sólido, como ocurre con Conave que agrupa al 80% de personas que se dedican a la crianza de pollos, al 75% de productores de pavos y a un 12% de empresas que producen huevos.
Para lograr competitividad, Espín sugirió tener un costo de producción menor y comenzar a trabajar en estrategias de precio, lo que permitirá competir internacionalmente en condiciones paralelas. Agregó que también se debe contar con programas estatales que beneficien no solo a un eslabón de la cadena de producción. Se debe trabajar en un mercado libre de oferta y demanda.