El Ministerio de Agricultura y Ganadería aprobó la importación de 100 mil toneladas métricas de cereales, entre los que se encuentran maíz amarillo duro y trigo.
Jorge Josse, Director Ejecutivo de la Asociación de Productores de Balanceado (Aprobal), cree que el volumen autorizado no alcanzaría para cubrir el déficit, considerando que del total de esta primera importación el 60% será de maíz y el 40% de trigo.
"No satisface la demanda. Esto generaría aún un desabastecimiento para febrero y marzo", dijo al estimar que estarían faltando unas 50 mil toneladas métricas adicionales, como mínimo.
Josse opina que el Ministerio de Agricultura y Ganadería tendrá que revisar cuál es la realidad de los inventarios. Señaló que en las últimas visitas que dispuso el Ministro, no se pudo llegar a cifras concretas por ausencia de una sistematización en las direcciones provinciales para la toma de muestras, puesto que algunos inspectores tomaron los datos en quintales, mientras que otros lo hicieron en toneladas.
"Nadie se preocupó de unificar medidas y cuando lo lograron las cifras fueron irreales", sostiene el dirigente, quien confía en que se hará un nuevo inventario "bien elaborado con metodología, para determinar, si es el caso, el déficit de al menos 150 mil toneladas".
Citando como fuente de información a la Unidad de Registro de Transacciones y Facturación (URTF) del Ministerio de Agricultura y Ganadería, Josse indicó que la cosecha de maíz amarillo duro llegó a unas 900 mil toneladas métricas. Pero aclara que allí se registra la comercialización solo de la industria formal.
Menciona que hay un grupo de informales de los que no se sabe cuál es su consumo de maíz. Incluyendo este rubro sin cifras se estima que la producción nacional de ese cereal habría sido de alrededor de 1 millón 250 mil toneladas, y si a ello se suman otros usos que se le da al maíz (lo que se queda en las fincas, o lo que se utiliza para autoconsumo), "probablemente se llegue a 1 millón 300 mil toneladas".
Por eso, Josse recomienda que se haga un nuevo inventario, con iguales unidades de peso, en quintales o toneladas, pero que sea efectuada metodológicamente sumando los inventarios y se establezca la realidad.
"Hay cifras que lanzan personas que no manejan adecuadamente los números con el concepto de que ha habido una súper producción y que el país está abastecido, pero notamos que hay un pequeño déficit que podría llegar a un 20%. Hay que establecer cuánto mismo hay de maíz, y de paso exigir que se controle a los informales y se los formalice", manifestó.
Explica que se debe tener muy en claro que una cosa es hablar de cifras globales, de todo el país, y otra es hablar de cifras, empresa por empresa.
El alimento balanceado es indispensable para la producción de proteína animal: huevos, carnes de aves, de cerdo y de otras especies que son productos de alta demanda y consumo en el país.
"En cifras globales estimamos un faltante de 150 mil toneladas. Pero dentro del universo de empresas fabricantes de alimento balanceado e integradas, hay algunas que tienen en stock suficiente material para llegar a marzo, y hay otras que no lo tienen ni para llegar a enero", aclaró Josse.
Contar con la misma reserva de maíz amarillo duro, pasa -según el dirigente de Aprobal- porque hay empresas con mayor liquidez han podido comprar. No todas las empresas están en la misma situación económica.
En el primer caso estarían las afiliadas a Aprobal, a la Asociación Ecuatoriana de Fabricantes de Alimento Balanceado (AFABA) o a otras asociaciones existentes, debido a que tienen el respaldo de los gremios, pero hay otras que nada tienen. En este caso están los procesadores más pequeños, porque son los que menos músculo financiero poseen.
Respecto al cereal que llegará con la primera autorización (60% maíz y 40% trigo), Jorge Josse dice que las importaciones autorizadas no pueden ser menores a esos valores, y aclara que el trigo puede, de alguna manera, reemplazar al maíz.
Recalca que los industriales fabricantes de alimento balanceado están en una "posición bastante incómoda, porque nos controlan qué podemos o qué no podemos comprar. Son decisiones políticas" dice en referencia a que ellos están en la obligación de adquirir todo el maíz de la producción nacional.
"Es una actividad que aporta efectivamente al país, que no debe estar a expensas de lo que suceda políticamente, porque es un sector que requiere indispensablemente esta materia prima", explica.