El país tiene tecnología de vanguardia, capacidad en las plantas, personal experto y calidad en el producto. Estos factores contribuyen para llegar a los mercados internacionales.
Los productores de alimento balanceado en el país cuentan con moderna tecnología en sus plantas, capacidad y calidad para cubrir la demanda nacional y exportar. Un ejemplo constituye la empresa Avitalsa, que tiene una producción que bordea las 9 500 toneladas mensuales. Su crecimiento se basa en la proyección de la crianza de aves.
“Hemos implementado en las plantas tecnología de vanguardia para competir en cualquier sitio del mundo, no solo en almacenamiento, sino en molienda, paletizado y extrusado”, manifestó Amable Villacrés, presidente y jefe del área de alimentos balanceados de Avitalsa.
Estos productores invirtieron sus propios recursos porque no existe ninguna ventaja para la adquisición de estos equipos. Si bien existen líneas de crédito, las altas tasas de interés constituyen una limitante.
No obstante, al igual que el criterio de otros productores, la barrera se encuentra en los altos precios de la materia prima nacional frente al producto que comercializan los países vecinos. A esto se agregan los salarios, las tarifas eléctricas, los gastos por tramitología, así como las exigencias por parte de los municipios y otras instancias.
Para alcanzar un crecimiento sostenible, Villacrés planteó algunas alternativas, como establecer un precio real del maíz, que se equipare al de Perú y Colombia, por ejemplo.
Para lograrlo se requieren decisiones políticas. En Ecuador, el quintal de maíz cuesta entre 16 y 17 dólares con impuestos, mientras que el importado está en 13 dólares.
Además, el presidente de Avitalsa habló sobre la utilización de semillas transgénicas para obtener una buena producción y que los costos disminuyan. Lamentablemente, en la Constitución Política del Ecuador se establece que no se pueden utilizar estos productos, contrario a lo que sucede en otros países como Estados Unidos y Argentina.
“Bajo estas circunstancias resulta difícil competir en el mercado exterior. En tal virtud, los acuerdos internacionales como la Alianza del Pacífico son decisiones políticas y no técnicas. Ecuador está limitado para exportar no solo alimento balanceado, sino huevos, pollos, etc. Los acuerdos internacionales son buenos siempre que se prohíba la importación de pollo, cerdo y productos afines”, dijo el directivo de Avitalsa. También sugirió eliminar los permisos para importar pasta de soya y pensar en toda la cadena productiva, porque Ecuador sí es un buen productor de alimento balanceado, pero al disminuir la demanda de proteína, la producción de este baja.
El precio del producto balanceado varía de acuerdo a cada planta. En promedio cuesta entre 26 y 27 dólares la funda de 40 kilos. El alimento balanceado representa el 70% del costo de producción en el sector avícola.
Avitalsa termina el año con la producción que calculó a inicios de 2019. En este período invirtió en el área de paletizado; otras mejoras efectuará en 2020.