Organizado por la Red Alimentaria, conferencistas de Nuproxa, Amlan International, Phibro Animal Health, Yeruvá, Alinat, Novation, Bedson, Biotécnicas Argentina, WVEPAH (World Veterinary Education in Production Animal Health), AM Nufarvet, y Quadra Gen y Grupo Motta, presentaron sus experiencias sobre la actividad avícola.
Bioseguridad
Santiago Cura, de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, habló sobre “La bioseguridad en la producción avícola”, y la describió como el conjunto de normas y procedimientos que se realizan en los establecimientos avícolas para evitar el ingreso y la propagación de patógenos.
Consideró que se debe aplicar medidas. como: distancia entre granjas, o complejos avícolas, vacío sanitario al personal que ingrese al establecimiento, declaración de bioseguridad para personas ajenas al establecimiento. Todo visitante debe ducharse y colocarse ropa limpia, siguiendo un estricto protocolo; debe haber hornos de desinfección al ingreso de los complejos y granjas para desinfectar celulares, lentes, joyas, etc.; controlar plagas para evitar transmisión de enfermedades.
Alternativas para producción
Luis Gómez, de PHIBRO, habló sobre las alternativas para la producción de pollos libres de antibióticos. Resaltó que hay una nueva forma de pensar en vacunación, y se refirió al uso de la vacuna de coccidia, que ha demostrado que el fitogénico no afecta la inmunidad de la vacuna.
Dijo que se debe cambiar el dogma de los programas convencionales, hacia herramientas para manejar la salud intestinal. También sugirió el uso de probióticos y prebióticos, y ácidos orgánicos. En cuanto a la calidad intestinal, describió que los fitogénicos son buenos para el control de coccidia, mientras que los probióticos pueden tener mejor efecto para el control de clostridium.
Microambiente en las granjas
“Salud Intestinal para mejorar el microambiente en las granjas y potenciar los resultados económicos” presentó Pablo Lopera, patrocinado por Amlan. Afirmó que el 70% de patógenos que ingresan a las aves lo hacen por el sistema gastrointestinal y lo colonizan.
En cuanto al microbioma, dijo que hay una gran cantidad de microorganismos benéficos que se deben cuidar para que el intestino de las aves esté en buenas condiciones, y ayudar a controlar el ambiente en la granja bajando la carga de microorganismos.
Los probióticos ayudan a mejorar la salud intestinal y, por ende, la salud del medio ambiente, “con estas opciones tenemos la posibilidad de convertir esta inversión del cuidado intestinal, en un mayor índice de producción”.
Impacto en los costos
José Barragán habló sobre los “Parámetros zootécnicos de Europa y América Latina y su impacto en los costos”. Enumeró los factores que afectan al costo de producción: el índice de conversión (costo del alimento supone entre el 60 y 70% del costo total); el peso final de los pollos; y la mortalidad.
Explicó que “el índice de conversión no es un valor económico en sí mismo, en cambio el costo del alimento sí lo es (costo materia prima y formulación)”.
Perspectiva nueva en producción avícola
Carlos Aguilar, de Amnufarvet, disertó sobre “Promotores alternativos de rendimiento: una perspectiva nueva en producción avícola”. Afirmó que en la actualidad algunos de los promotores de rendimiento (antibióticos) son reemplazados por promotores alternativos.
“Son una especie de compuestos que cada vez adquieren mayor relevancia como aditivos nutricionales, son aditivos fitogénicos y tienen que ver en la salud intestinal permitiendo aumentar el rendimiento. Son inmunomoduladores, antiinflamatorios, antioxidantes, antimicrobianos, antimutagénicos y antialérgicos”, dijo.
Empresas procesadoras avícolas
El presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, Roberto Domenech, describió la “Situación y perspectivas del mercado del pollo de engorde”. Comentó que, entre octubre de 2019 y marzo de 2020, había una perspectiva definida, y a partir de marzo cambió todo, afectando el comercio internacional con reacciones dispares en el mercado interno, donde el consumo per cápita pasó de 48 a 50 kilos.
En cuanto a la exportación, se estimaba un 10% de crecimiento para sobrepasar de las 270 mil toneladas a 305 mil, pero con la pandemia los envíos comenzaron a bajar por lo que el año terminaría con una media de 20 mil toneladas por mes; es decir un total anual de 240 mil toneladas.