"Los transgénicos en sí, no generan ningún efecto, porque son cultivos desarrollados a través de procesos de ingeniería genética, para su mejoramiento vegetal, donde de manera bastante precisa, se modifica la condición genética de un organismo para expresar un carácter", manifestó Eduardo Chica, docente de agronomía de la Universidad de Cuenca.
Señaló que es un tema controvertido, porque el consenso científico dice que no hay un efecto, pero existen reportes científicamente cuestionables que indican incrementos de la tasa de autismo y de ciertos cánceres, y muchos de estos estudios se basan en análisis correlacionales, y la correlación no significa relación causa efecto.
Refirió que el caso más común de transgénico es el maíz BT, al que durante su proceso de desarrollo se le insertó un fragmento de ADN (material genético) de una bacteria que se llama Bacillus Thuringiensis, que es una toxina para Lepidóptera (larvas de mariposas), lo que causa la muerte de la mariposa del maíz cuando esta ingiere la toxina.
"Es como un control automático de plagas", dijo, al indicar que está demostrado que el proceso metabólico que ataca a la larva de la mariposa no lo tienen los seres humanos, y por eso no les afecta y tampoco a otros insectos.
"Este es uno de los casos más interesantes, porque el maíz BT por la ingeniería genética, se vuelve resistente al ataque de las larvas de las mariposas", sostuvo, al agregar que el año pasado un estudio de la Academia Nacional para el avance de la Ciencia en Estados Unidos, mostró que no existe ningún efecto negativo en la salud de las personas.
"En lo ambiental, el impacto negativo más grande es que se favorecen el desarrollo de los monocultivos, lo que reduce la diversidad biológica dentro de los agroecosistemas y eso es un problema, porque podemos empezar a tener plagas cada vez más agresivas", dijo Chica.
Pero un impacto positivo es el desarrollo de técnicas de labranza mínima en los cultivos, por lo que no hay que mover el suelo en cada ciclo de cultivo, con lo que se mantiene el carbono en el piso, se reduce la erosión e incluso puede mejorar la diversidad biológica de los mismos, explicó.
Productores están preocupados
Bélgica Jiménez, presidenta de la Red Agroecológica del Austro, manifestó que ven como una grave amenaza el uso de semillas transgénicas, porque esta política de agricultura está delineada únicamente para el monocultivo, para el gran empresario.
Manifestó que los expertos les han explicado que es una amenaza para la economía nacional y para los cultivos andinos y tradicionales, que se hacen en base a la cosecha y selección de semillas en la propia huerta o chacra, y se vuelve a sembrar de acuerdo al piso climático o cultura del pueblo.
"Los cultivos híbridos lo hacen técnicos en la misma finca; en cambio los transgénicos lo hacen en laboratorio, con el uso de químicos dañinos para la salud, lo que provocará grandes impactos en la alimentación de los ciudadanos, porque van a expandirse y dañar cultivos tradicionales".
Consideró que lo grave de los transgénicos es que genes de animales están insertados en plantas y viceversa. "Lo grave es que estas semillas vienen con un paquete tecnológico, con químicos, porque están concebidos así, y los químicos causan graves impactos en la salud de las personas", manisfestó.
Indicó que conocen que en la Costa habría cultivos de soya transgénica, y afirmó que, como Red Agroecológica del Austro, están en contra de la introducción de este tipo de semillas en los cultivos, porque "hemos analizado y visto la gravedad de los impactos que causaría en alimentación, en los cultivos, la salud, y la economía, porque todo está en contra de las políticas campesinas".