Los productores buscan alternativas para ampliar el mercado con la intención de que esta proteína no solo forme parte del menú, en Navidad. En Ecuador existe infraestructura, tecnología y conocimiento para la cría de estas aves.
Generalmente, el consumo de carne de pavo es parte de la tradicional navideña. Un 95% de la producción nacional se consume en esta fecha. Estas aves solo se crían en 65 países de los 194 reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) con autogobierno y completa independencia.
Únicamente 23 naciones producen más de 10 mil toneladas de carne de pavo al año, de las cuales diez se encuentran en Europa, seis en América, cuatro en África, dos en Asia y uno en Oceanía.
Solo en Estados Unidos se crían aproximadamente 270 millones de pavos, al año. El Día de Acción de Gracias se consume cerca de 45 millones de pavos y el estado de California es el de mayor demanda.
En Ecuador, la producción actual sobrepaso las 10 mil toneladas de carne de pavo al año, lo que representa la crianza de alrededor de 1 millón 300 000 aves en 12 meses, indicó Juan Ríos, gerente técnico del Grupo Oro.
Según el cálculo de los expertos, el consumo de pavo en el país está cercano a un kilo por persona al año, que en comparación con otros países es muy bajo, lo que significa que existe un nicho de mercado por conquistar, ya que es un producto muy versátil.
De acuerdo con los datos de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), el sector pavícola en 2019 alcanza un crecimiento sostenido de un 20% con relación a 2018. Este año, la producción fue de 16 mil 200 toneladas métricas (tm), mientras que en 2018 alcanzó las 13 mil 500 toneladas métricas.
Las principales industrias ecuatorianas que se dedican a la crianza de pavos y producción de carne y que abastecen el mercado nacional son: Pronaca, Grupo Oro, Pollo Favorito S.A. (Pofasa), Avícola Fernández S.A., Agropecuaria Yaruquí S.A., Agroyaqui y Liris. Estas aves provienen de las líneas genéticas importadas desde Perú y Estados Unidos.
Economía incide en demanda
Manuel Acosta, gerente general de Avitalsa, señaló que no existe crecimiento en la producción de pavos -principalmente este año- debido a la situación económica del país. Además, la carne de cerdo se convirtió en la directa competencia del pavo por ser más económica.
Las personas prefieren esta proteína para las celebraciones de Navidad, Fin de Año, Año Nuevo y en menos cantidad para el Día de la Madre. El producto, principalmente le adquieren quienes tienen un trabajo fijo, perciben el decimotercer sueldo en Navidad, un bono adicional, o les llega con la canastilla navideña.
“Actualmente, no es rentable la producción de pavos por la competencia de precios en relación con las carnes de pollo y de cerdo. Por esta razón, se promueve el consumo de la carne de pavo durante el año, ya sea en presas, en sánduches, embutidos, etc. Esta proteína debe ser parte del menú a lo largo de los 365 días”, explicó Acosta.
Igualmente, Ríos mencionó que, en los últimos tres años, la producción de pavos se redujo por dicha competencia y por la sobreproducción.
En el país existe suficiente producción para abastecer el mercado nacional. La mayor parte de empresas empezó a entregar el producto a las diferentes distribuidoras desde octubre, con la finalidad de que las familias adquieran el pavo con tiempo.
Sin embargo, los clientes optan por adquirir pavos de menor precio de acuerdo a las capacidades económicas. Prefieren pavos de 5 a 10 kilos, como máximo. Para que el pavo alcance este peso, la crianza de este animal se requiere entre 90 y 100 días.
Producción nacional suficiente
Santiago Irragui, gerente de Pofasa, recordó que hace ocho años, en el país solo existían dos empresas dedicadas a la crianza de pavos, pero con el paso de los años, las granjas se incrementaron, lo que significa que existe suficiente producción para abastecer el mercado nacional. No es necesario importar el producto, aunque unas dos empresas lo hacen para diversificar el producto.
El gerente de Pofasa, considera que la alternativa para lograr un desarrollo del sector es implementar mecanismos y estrategias con la finalidad de que el comprador se acostumbre a consumir pavo durante todo el año porque es una carne sana, tiene menos grasa y es una proteína que reúne todos los nutrientes que el cuerpo necesita. De esta forma, el pavo dejará de convertirse en el alimento preferido solo para las festividades de Fin de Año.
“Todavía las ventas durante el año son pequeñas, pero confiamos que esto cambie y el sector crezca porque tiene todas las condiciones para hacerlo. Posee moderna tecnología, herramientas y espacios adecuados, certificaciones, etc.”, manifestó.
No obstante, consideró que el limitante son los altos costos de la materia prima, mano de obra y otros insumos que impiden ser competitivos en el mercado y, peor aún, proyectarse al exterior. Pofasa tiene planes de exportación a pesar de las dificultades que existen en el país.
Mayor cuidado en la crianza y alimentación
Los galpones para el desarrollo de pavos son diferentes al de pollos, para evitar contagio que potencialmente podrían surgir por la utilización indiscriminada de las dos especies. Se necesitan mejores sistemas de calefacción, ventilación e iluminación, que permitan optimizar las densidades en crianza y engorde.
Además, los factores nutricionales son vitales. Se debe incluir un alto nivel de energía en la dieta, lo que repercute en el costo de producción, que en promedio es un 6% más alto que la cría de pollo de engorde.
Futuro del sector
Los expertos coinciden en que el futuro de la producción de pavos en el país es incierto porque el consumo no se ha diversificado conforme a las expectativas de los productores.
Consideran que la Alianza del Pacífico podría ser un obstáculo para el desarrollo del sector en el país porque en Perú y México, por ejemplo, la producción es más rentable debido a que la materia prima es baja, contrario a lo que sucede en Ecuador.
“Ser competitivos en los mercados de la región es muy difícil, por eso se solicita a las autoridades de los ministerios de Agricultura y Ganadería, así como de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, que emitan incentivos para el sector. Por ejemplo, por cada tonelada de carne de pavo que se exporte también se acceda a materia prima más económica”, enfatizó el gerente de Pofasa.
Además, en el país existen pequeños proyectos de reproducción e incubación. Esto evitará que se importen los pavos de un día y se podrá al final disminuir el precio de la carne.