Al menos 100 (75%) de 155 países ya no utilizan antibióticos promotores de crecimiento en la producción avícola. La mayoría del porcentaje restante está en el continente americano.
“Los latinos estamos retrasados en tiempo. Debemos avanzar en el diseño de nuevas tecnologías para remplazar los antibióticos promotores de crecimiento y reducir su empleo”, propuso Iesser Salah, invitado por la Academia Santandereana de Patología Aviar (ASPA).
Salah, con más de 30 años de experiencia en toda la cadena productiva y consultor de Ilender Latinoamérica, consideró que uno de los objetivos para reemplazar los antibióticos debe ser mejorar los parámetros de producción, cumplir con el bienestar animal y tener al menos el 5% de los lotes medicados para prevenir y tratar las diferentes patologías que se presentaren.
“Es fácil eliminar los promotores de crecimiento”, afirmó Salah. Desde el primer día el pollito debe estar sano; la mortalidad en el primer día y la primera semana debe ser menos del 0-3 o 0-4%”. Al pollito bb también se le debe garantizar en las incubadoras, elementos de bioseguridad.
Este médico veterinario alertó que el empleo de antibióticos en el primer día, puede fácilmente, reducir la cantidad de macrófagos, producir una perturbación del microbiota intestinal, o comprometer su sistema inmunológico.
Hay que atender también el control de los factores tóxicos, así como los anti nutricionales, y los virus, como otros de los factores que disminuye la inmunidad.
Salah solicitó a los productores evitar el uso de compuestos de sulfato en pollos de engorde, porque pueden ocasionar aumento en el peso. Al contrario, la aplicación de la metafilaxia puede prevenir el desarrollo de la salmonella al momento de ser diagnosticada.
Controlar la salmonella mediante la microbiota
“El primer paso es no permitir que la salmonella colonice el intestino, aunque es difícil encontrar una salmonella que sea resistente a por lo menos un antibiótico”, señaló Beatriz Cardoso, médico veterinario con maestría en epidemiología, y especialista en patología aviar, añadiendo que aunque el problema está relacionado con la actividad avícola, también ocasiona contratiempos en la salud humana.
En aves, la principal salmonella es la enteritis, que puede presentarse en cualquier fase de la producción, tanto en el huevo, como en las aves, e incluso puede ingresar por la planta de incubación o en el alimento. Remarcó que “la presencia de la salmonella se puede controlar, pero -aclaró- que no solo se debe considerar la aplicación de desinfectantes o productos anti salmonella”.
“Para saber si nuestras herramientas están dando resultados es importante cero-tipificar la salmonella. El monitoreo es la única forma de controlar su presencia”, enfatizó Cardoso.
La vacunación es otro elemento que debe ser considerado, pero solo se debe aplicar en las salmonellas que colonizan, que invaden los organismos o en cepas invasivas como la enteritis.
Para reemplazar los antibióticos hay que mejorar los parámetros de producción.