El 2019 será un año de desafíos. La Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave) ubica su mirada en el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para que promueva una política pública que fortalezca la cadena agroproductiva, con la finalidad de permitir la exportación de productos como carne de pollo, huevos y pavo, y que el maíz sea colocado a un precio internacional.
Édgar Navarrete, presidente del gremio, consideró que es prioritario que el Estado -a través de sus instituciones- atienda al sector avícola, caso contrario, se corre el riesgo de que con la eventual vigencia de la Alianza del Pacífico se incentive el ingreso al Ecuador de pollos, huevos, carne de cerdo, entre otros, con cero aranceles, lo que causaría graves estragos a la avicultura nacional.
Por ello, la misión de productores, empresarios y representantes de la industria avícola se dirige a ser exigentes consigo mismo, no solo para satisfacer las necesidades de alimentos del país, sino para producir pollo, carne y huevos con altos estándares de calidad, a costos asequibles para toda la comunidad.
Consideran que esto facilitará la competencia de sus productos en el mercado internacional y a la vez se convierta en una actividad sostenible en el tiempo. Con la actual producción de maíz ni los industriales, ni toda la cadena podrá lograr el objetivo.
"También nosotros podemos traer dólares para robustecer la economía nacional", señaló Navarrete, al reiterar el pedido de apoyo de parte del Gobierno al igual que ha realizado con otras industrias que han podido colocar sus productos en el exterior.
Para el titular de Conave, la única forma de sostener la dolarización es "produciendo dólares, y para aquello solo hay que exportar; no hay otro mecanismo".
El Presidente de Conave, además, estimó que para solucionar los inconvenientes los gremios deben fortalecerse. En el caso de la Corporación, Navarrete aseguró que están empeñados en robustecerse, ser dinámicos y abrir aún más sus puertas para la incorporación de nuevos socios, y exhortó a los empresarios a tomar conciencia para mantener una organización fuerte, que contribuya a fomentar en la población el consumo de huevos.
Rodrigo Cano Encalada, representante de la industria avícola Proavic, expresó su optimismo de que este año habrá una adecuada comunicación que permita mejorar los precios de producción anual con los grandes avicultores del país, y exhortó a la unión para evitar la inestabilidad que registrada en 2018.
Cano consideró que una alternativa interesante es contar con el respaldo de un precio oficial de la cubeta de huevos como ocurre en otros países. Aseveró que para lograr este objetivo es necesario analizar los precios, la producción y las utilidades.
"Para nosotros (los comerciantes) esto sería beneficioso porque no tendríamos que trabajar toda la semana manejando precios y clientes lo que es una inversión de tiempo al que se incluye el despacho del producto. Lo ideal es llegar con el producto al cliente y ofrecerle el mismo precio todo el año", dijo.
Coinciden en que el primer paso es aglutinar a todos los involucrados en el sector para conformar un gremio fuerte, a fin de regular el crecimiento desmedido de la actividad. Esto viabilizará la recuperación del mercado y permitirá que la avicultura sea rentable para garantizar el consumo y la producción, y el productor (grande, mediano y pequeño) podrá aspirar a un crecimiento de su negocio.
Luego estiman exigir al Ministerio de Agricultura y Ganadería, a través de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), que controle el crecimiento de la actividad según el área poblacional y la distancia de tres kilómetros que debe existir entre granja y granja.
Afirmaron que un gremio avícola fuerte podría controlar que no se construyan granjas a uno o dos kilómetros de distancia, y esta alternativa posibilitará una mayor sustentabilidad y abaratamiento de los costos.
En el Ministerio están regis trados 8 mil productores de dicados a esta actividad, y en el país alrededor de 250 asociaciones avícolas espe cializadas en broiler y huevo comercial. A nivel de huevo de mesa son unos 20 gre mios que adoptan decisio nes independientes.
Gary Vera, presidente de Asociación de Productores Pecuarios del Centro del País, aseguró que sería distinto y los problemas se resolverían con un gremio fuerte, unido, y no disperso. Sin embargo, lamentó que el sector sea renuente a asociarse.
Otro desafío es la negociación que realiza el Gobierno para formar parte de la Alianza del Pacífico (AP). Los avicultores esperan que el Ministerio de Agricultura y Ganadería les informe de los avances en el sector avícola. Consideran que en el área agropecuaria no existe el liderazgo suficiente para enfrentar acuerdos con países productores de altos volúmenes de maíz y soya.
Afaba pide crear una Subsecretaría de Avicultura
La Asociación Ecuatoriana de Fabricantes de Alimentos Balanceados para Animales (Afaba) instó al Gobierno a crear una Subsecretaria de Avicultura adscrita al Ministerio de Agricultura (MAG) para que controle y frene las amenazas que le impiden al sector ser competitivo con relación a Colombia y Perú, países que no están obligados a pagar aranceles en la compra de materia prima, debido a que forman parte del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.
Esta desigualdad obliga a los productores avícolas ecuatorianos a bajar los precios de sus productos, a pesar de ser uno de los sectores más dinámicos de la economía, dijo Wilson Hidalgo, gerente de Afaba. El efecto se siente en la economía de cada una de las granjas.
En 2017, la avicultura registró un incremento en la producción entre el 5% y 7%, pero el 2018 fue un año difícil, forman parte del Mercado Común del Sur (Mercosur) se promueva el ingreso al Ecuador de pollos y huevos con cero aranceles, lo que causaría estragos y daños a la avicultura ecuatoriana.
Dijo que inclusive, con la conformación de la Alianza del Pacífico también estaría en riesgo el sector porcicultor. "Hay que estar despiertos y tomar medidas para que esto no ocurra; por eso es importante que se cree la Subsecretaria de Avicultura para que coordine con el sector las mejores soluciones, analizar nuevas alternativas y evitar problemas", manifestó.
Apoyo al Instituto Ecuatoriano del Huevo
Para lograr un aumento del consumo per cápita nacional de este alimento en el país, Asofabat y Avico apoyan el funcionamiento del Instituto Ecuatoriano del Huevo. Esta instancia, con sede en Ambato, tiene la tarea de defender los valores nutricionales y desmitificar la información de que el huevo es una proteína que eleva el colesterol.
La tarea del Instituto no es defender una marca, sino las bondades del huevo.
Sin embargo, los agremiados exhortaron a sus dirigentes a socializar la forma de elección del presidente, sus proyectos, objetivos institucionales, planes y generar una agenda de trabajo a corto, mediano y largo plazo para evaluar el cumplimiento de los objetivos y los beneficios que generen.
Para Conave, la iniciativa del Instituto Ecuatoriano del Huevo es positiva, pero cualquier gremio que esté interesado en dedicarse a promover el consumo de esta proteína, o de pollo necesita recursos.
Édgar Navarrete criticó que en los avicultores no exista espíritu de colaboración. "Cuando el negocio va viento en popa, no les interesa apoyar, y si está malo argumentan que no cuentan con recursos".
La aspiración de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador es colocar publicidad para mejorar el consumo que data de 1998, pero la falta de consensos evitó concretar el proyecto. A título personal, Conave promocionó las bondades del consumo del huevo, mediante eventos efectuados en Quito, Guayaquil y Cuenca, y en el año que terminó se colocaron vallas en Ambato, y Santo Domingo de Los Tsáchilas.
Precio estable del maíz, en deuda
La industria avícola depende de la provisión de maíz amarillo duro, que junto a la soya son las dos materias primas indispensables en la formulación de alimento balanceado para criar a aves, cerdos, ganado.
Durante enero y febrero de 2018 el precio del maíz fue alto, se ubicó sobre los 18 dólares, e incluso en la industria hubo interés en adquirir la gramínea a 22 dólares el quintal, hasta que empezó la época de la cosecha.
Con un precio fijado entre 14,90 y 15 dólares los industriales empezaron a llenar los silos, y a partir de mayo y junio la gramínea se adquirió a precios que oscilaron entre 16,50 y 17,50 dólares. En diciembre, por la oferta el precio descendió hasta ubicarse en 14 dólares el quintal.
Para Édgar Navarrete, presidente de Conave, en el año que terminó la oferta de maíz fue más conveniente. Incluso hubo gramínea en manos de acaparadores que compraron con la esperanza de que el precio se mantenga en 18 o 20 dólares.
Navarrete estimó que el déficit de la gramínea que tiene el país está sobre las 100 y 150 mil toneladas.
Gary Vera, titular de Asopec, señaló que el costo de producción del maíz es alto en Ecuador con relación a los países vecinos. Mientras en país se comercializa a 15 dólares, en Colombia no supera los 12.
"El panorama se complica cuando sube a 17 o 18 dólares,", señaló el titular de Asopec, quien también se mostró preocupado de que los gobiernos estén más interesados por ser populares y ganar votos que en fortalecer la industria y dar trabajo.
Vera agregó que con estos precios difícilmente se puede hacer país, y consideró que si Ecuador contase con un maíz a 12 dólares, el productor podría ser más competitivo.
Por su parte Xavier Amores, presidente de Avico, señaló que comprar el maíz en granjas les representa a los productores un costo considerable al igual que el costo de la soya extranjera que tiende a la baja", señaló.
A pesar de estas dificultades, Ecuador es autosuficiente en maíz. Desde diciembre de 2017, el precio de la gramínea no se elevó porque los pequeños avicultores de Tungurahua adquirieron el producto todo el año, y los grandes comerciantes guardaron para venderlo a los productores. Esto se sumó a la producción que se ofertó desde la Amazonia, y en algunos cantones de Manabí como Jama y Portoviejo.
Estos factores conllevaron a que se rompa el monopolio y que la provincia de Los Ríos no sea la única productora de la gramínea.
Soya, otro problema
Otro inconveniente que afecta a los avicultores es la provisión de soya. Los productores afirman que la soya nacional además de ser cara, no es de buena calidad lo que ocasiona una baja en la producción. Los gremios hacen un llamado al Gobierno para que atienda sus necesidades y que el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuaria (INIAP) entregue semillas certificadas.
Los avicultores se ven obligados a comprar soya nacional puesta en granja a 803 dólares, frente al precio de la extranjera que en este momento está entre 430 y 450 dólares la tonelada.
Otra ventaja de la soya importada es que garantiza una absorción inmediata, a diferencia de la nacional que no cumple con este requisito que permitiría obtener un producto de calidad.
El titular de las Asociaciones de Productores Pecuarios de la Sierra (Asopec), Gary Vera, refirió que, a pesar de ello, el Gobierno auspicia su siembra, pero los avicultores no se sienten respaldados financieramente. Insistió que la soya nacional no les sirve porque les cuesta el doble de la importada.
Xavier Amores, de la Asociación de Avicultores de Cotopaxi (Avico), también coincidió en que la falta de créditos y los altos intereses desincentivan a los pequeños y medianos productores lo que ha provocado que, en muchos casos decidan abandonar el mercado por la poca rentabilidad que les genera el negocio.
El directivo de la Asociación de Fabricantes de Alimentos Balanceados y Avicultores de Tungurahua (Asofabat), cuestionó que estos precios tampoco sean competitivos. Esta problemática se suma a que en Ecuador no existe la suficiente infraestructura para procesar el grano lo que conlleva a una disminución de la oferta.
Oleaginosas del Puerto, procesadora ubicada en Manabí, es la única empresa que ofrece el servicio de procesamiento para obtener pasta de soya. Otras industrias nacionales extractoras de aceite no encuentran atractivo el negocio, por lo que para suplir esta necesidad los productores prefieren el grano tostado.
Édgar Navarrete, de Conave, sugirió a las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería para que incentive en los agricultores al sembrío de productos como café, cacao y mango de exportación que reemplacen al cultivo de soya, pues en Ecuador no existen las condiciones para su producción, y en ningún país del mundo los agricultores van a poder vender soya procesada a 800 dólares la tonelada.
El presidente de Conave rechazó el mecanismo que emplean las autoridades para entregar los cupos para traer soya a cambio de adquirir el producto nacional que es más caro que el importado.
Ecuador ingresa cerca de un millón de toneladas de soya para repartir a las industrias, mientras que a nivel local la cosecha de la gramínea se la realiza en septiembre y octubre, y es comprada en diciembre para acceder al cupo de importación. En diciembre del año pasado, la soya importada fue comercializada en 430 dólares la tonelada.
La inestabilidad de los precios también la sintieron los avicultores en las materias primas, como aceite de palma, atrapadores de micotoxinas, y vitaminas.
En el caso de las vitaminas, la demanda a escala internacional generó un alza considerable en su precio en el primer semestre y a partir del segundo semestre se empezó a regular y los precios se han ajustado al mercado nacional. Los costos del aceite también variaron por el problema fitosanitario que enfrentaron los encargados del cultivo de palma, y provocó escasez.
Navarrete indicó que el precio del aceite de palma y otros aditivos como vitaminas o atrapadores de micotoxinas generan una baja incidencia y no representan un peso mayor en el precio del quintal del balanceado, que está dado principalmente por el costo de maíz y la soya que constituyen más del 90% en la formulación de las dietas.