“La inversión en tecnología es justificable porque los productores obtienen mayores réditos económicos”. Daniel Guzmán, representante de Big Dutchman
La tecnología facilita los procesos, garantiza la crianza de las aves y permite al productor obtener rentabilidad.
La implementación de maquinaria y herramientas modernas en la cadena de proteína animal es fundamental para conseguir resultados de calidad, competitividad y satisfacer la demanda de los clientes.
Daniel Guzmán, representante de Big Dutchman fabricante de equipos agropecuarios, dijo que la inserción de moderna maquinaria en las avícolas constituye un gran acierto para el desarrollo de la actividad.
Consideró vital su instalación y funcionamiento de galpones, bebederos, comederos, sistemas de climatización, entre otros servicios. Además, la información de la producción tiene que ser centralizada en equipos de última generación.
“La tecnología ha dado un giro de 180 grados. Hace una década había galpones abiertos, donde los pollos permanecían expuestos a la temperatura ambiente, pero hace dos años aproximadamente se instaló la ventilación tipo “túnel” en la mayoría de granjas, y en la actualidad estos equipos son más potentes y soportan mayor presión. Ahora, los galpones son climatizados con sistemas automáticos”, explicó.
Klaus Vizcarra, principal de Direlivkom, empresa líder en provisión instalación, verificación y seguridad empresarial, afirmó que los procesos han mejorado notablemente con la incorporación de tecnología. Las aves tienen un mayor bienestar, lo que permite aprovechar al máximo su genética, lograr un excelente desarrollo y, por ende, el productor obtiene mayores beneficios.
“La avicultura informal si no invierte desaparecerá. Prueba de ello es el cierre de un sinnúmero de avícolas pequeñas, que fueron absorbidas por las grandes empresas”, señaló Vizcarra.
La tecnología también es necesaria para tener una buena materia prima. Por ello, el Estado apoyó a los pequeños y medianos productores para el almacenamiento y la comercialización de maíz amarillo duro.
A través del Proyecto de Innovación Tecnológica, Participativa y Productiva Agrícola (Pitppa), el Ministerio de Agricultura y Ganadería, desde 2013 implementó 42 centros de acopio en Loja, Guayas, Manabí, Los Ríos y Orellana, con una inversión compartida de 14,5 millones de dólares.
Juan Bravo, gerente del proyecto Pitppa, indicó que con los centros de acopio los costos de operación disminuyeron en alrededor del 20%; benefician directamente a 4 435 productores de maíz amarillo duro, y generan alrededor de 208 empleos directos y 144 empleos indirectos en épocas de comercialización. Allí se vendieron 1 126 387 toneladas métricas de maíz por aproximadamente 393 millones de dólares.