Para lograr una mejor rentabilidad en la producción de pollos es mejor prevenir cualquier enfermedad. Varios expertos puntualizaron algunas soluciones en el marco del VIII Taller de Ponedoras realizado en Ambato y que fue organizado por Amevea - E.
Permanentemente surgen nuevas enfermedades que afectan al sector avícola. De ahí, la importancia de prevenir la presencia de patologías mediante una vacunación adecuada, la aplicación de bioseguridad, evitar el ingreso de personas que no laboran en los galpones, controlar la presencia de roedores, aves silvestres, fortalecer el sistema inmune en los pollos y realizar una limpieza y desinfección efectiva de los corrales.
Estas son las sugerencias que planteó Fernando Carrasquel, representante de la línea genética H&N quien se refirió a la Salmonelosis aviar, enfermedad que fue erradicada en algunas partes del mundo, pero que aún se mantiene en Ecuador, Perú y Brasil, entre otros, y que provoca un alto nivel de mortalidad y grandes pérdidas económicas. El género Salmonella está constituido por cerca de 2 400 variantes serológicas diferentes (serotipos).
La conferencista María Revelo, se refirió a las enfermedades de Newcastle y bronquitis. La primera es una infección altamente contagiosa. Es causada por un virus de la familia de los paramyxovirus, mientras que la bronquitis es una patología viral.
Revelo consideró fundamental aplicar la vacunación y la bioseguridad porque de e llo depende cuánto se puede perder o ganar. “Al aplicar medidas de bioseguridad se obtienen a ltos niveles de ganancias y las inversiones son mínimas”, refirió.
La bioseguridad es la prevención más efectiva para las aves. Se gasta menos y las ganancias p ueden ser hasta del 100% para el productor.
Alimentación equilibrada
Rodolfo Riboty, de Grupo Oro, explicó que en tiempos malos se debe aplicar una alimentación menor, pero sin descuidar la parte de nutrientes. “Hay que buscar la dieta más adecuada para las aves ponedoras y optimizar la rentabilidad”.
Aunque parezca contradictorio, estos conceptos se aplican con éxito en otras partes del planeta. La tendencia son dietas menos densas cuando el mercado está malo, pero sin afectar la calidad del producto.
Citó que en Estados Unidos existen investigaciones al respecto. Se toma la materia prima que brinda mayor rentabilidad, aunque en el caso de la soya resulta más difícil reemplazarla por sus múltiples nutrientes.