En la comercialización de huevos llevamos un retraso de unos 50 años, afirma William Llerena, avicultor de la provincia de Tungurahua. Llerena comparte los conceptos relacionados a que necesariamente debe mejorar el tema que se convierte en el talón de Aquiles del avicultor.
Con esa declaración, Llerena se refiere a la forma de comercializar huevos, como se hace en los países vecinos de Ecuador, don- de vende esa proteína al peso, mientras en el país aún se lo comercializa por el tamaño, pese a que existe la Norma Técnica Ecuatoriana INEN 1973:2011, establecida por el Servicio Ecuatoriano de Normalización.
Deberíamos clasificar a los huevos en base a su peso para la comercialización, dice Llerena, al aclarar que la venta de huevos no sería en base al kilo pero si por lo menos se debería tener la seguridad de que un huevo grueso tiene determinado peso.
Foto: Marcelo Núñez Cabrera
Tenemos en nuestro país granjas totalmente automatizadas; hemos innovado en nuestra forma de criar aves, con alimento sano y nutritivo, pero un punto esencial que nos estamos olvidando es cómo presentar y comercializar nuestro producto con los clientes, manifiesta.
El directivo que también se preocupa por incentivar el consumo de huevo con diferentes gestiones, considera que en el país se deberían tener unas tres o cuatro categorías, que deberían ser fijadas dentro del mercado, entre peso, tamaño, y medidas (ancho y alto).
En la norma INEN 1973:2011 se establece la Clasificación de los huevos frescos de gallina por su masa (peso) unitario, masa por docena y por 30 unidades en gramos. Constan el supergigante, de mínimo 76 gramos; el gigante, de 70 a 76 gramos; el extragrande, de 64 a 70 gramos; el grande, de 58 a 64 gramos; el mediano, de 50 a 58 gramos; el pequeño, de 46 a 50 gramos, y el inicial de máximo 46 gramos.
Llerena señala que pese a que visualmente los huevos aparentemente no registran mayor diferencia (son de igual o parecido tamaño), puede variar el peso, por lo que considera que el objetivo sería que todas las granjas estén en igualdad de condiciones de trabajo, y no se diga que una granja produce huevos más grandes que otra y que al final eso incida en los precios.
Para ello, sugiere que los pesos deberían estar marcados en los huevos y en las cubetas, ya que visualmente se puede obtener un huevo pequeño, pero en realidad la masa de huevo puede ser mucho más pesada. Eso es lo que deberíamos normar, como granjas, para estar en iguales condiciones de trabajo y que todas tengan una sola calidad en el tamaño del huevo, insiste.
Opina que al tener efecto la normatividad de los huevos por peso y tamaño, también puede ayudar a evitar el contrabando, y recuerda que hace un año ingresó al país un huevo mediano y pequeño, que afectó a la venta del huevo grueso.
Foto: Marcelo Núñez Cabrera
Indica que al comercializar los huevos por peso también se podría evidenciar la conversión alimenticia de las aves. Es decir, si consumen un kilo de alimento, por lo menos deberían tener 0.8 kilos en conversión de huevos. Eso nos va a dar la pauta de si nuestro negocio es rentable o no, precisa Llerena.
Considera que aunque se venda los huevos al peso, se debería seguirlos comercializando en cubetas para brindarles seguridad y comodidad de transportación a los clientes, además porque es un producto biológico que también respira. Imagínese lo que ocurriría si a un huevo se lo mete en fundas: el huevo se descompondría muy pronto, sostiene.
Hay ciertas normas por las cuales debemos mantener al producto bajo cierta temperatura, cierto ambiente. Pero primero debemos informarnos sobre el manejo de nuestro producto; sobre los pesos en los que nuestro producto debería ser comercializado, expresa.
Llerena indica que en el país se comercializan cubetas de 30 unidades de huevo inicial o pequeño, mediano, grande y extragrande o extragrueso. Si en promedio una cubeta contiene 30 huevos de 70 gramos -considerados gruesos- se hablaría de un promedio de 2.1 kilos.
En el caso de una cubeta de 30 huevos medianos (de 56 hasta 63 gramos) se tendría un peso de 1.7 kilos; mientras que en una cubeta de 30 unidades de huevo pequeño (de 53 a 63 gramos) el peso sería de 1.5 kilos.
Llerena explica que para fijar el precio, el huevo grueso es la media porque al precio que este tenga, se suma 20 centavos hacia arriba; es decir, que el huevo extra- grueso sería de 2,80 dólares. Pero si la categoría del huevo es menor, se debería restar 10 centavos. Por ejemplo, si el huevo grueso cuesta 2,60 dólares, el huevo mediano costaría 2,50; el huevo pequeño costaría 2,40.
El productor afirma que en la actual comercialización en una cubeta actual, no hay uniformidad, porque pueden existir huevos de hasta 80 gramos.
Considera que los datos de los pesos (empleando una báscula o balanza) y los tamaños deberían constar en la rotulación e inclusive cree que deberían exhibir esta rotulación en las granjas, así como los rangos de los pesos para que los avicultores no mantengan disputas y confrontaciones con los comerciantes, porque yo puedo ver a mi huevo como grueso, pero mi cliente me puede decir que es mediano.
Llerena asegura que es más objetivo comercializar mediante el peso y opina que es el paso que se debería dar en la avicultura ecuatoriana, ya que también ayudará a normar su crecimiento, porque las granjas deberían registrarse ante los entes de control, como el Servicio de Rentas Internas (SRI); el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP); y la Agencia Ecuatoriana de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad) lo que también contribuirá a evitar los desórdenes de la demasiada oferta en el mercado, que luego incide en la baja de los precios.
En el caso del empaque y el número de huevos que se comercialicen, Llerena es de la idea de que granja lo defina, así como darle el valor agregado a la envoltura.
Lo real y concreto es tener una uniformidad de los productos en el mercado y manejarse el estándar o peso que les den. Sería el primer paso que se dé en la avicultura. Hemos evolucionado en todo, pero hasta ahora no evolucionamos en la comercialización de nuestros productos, reitera.