Foto: Marcelo Núñez Cabrera
La estabilización del sector avicultor de la provincia de Manabí es una buena noticia para el país, ya que esto significará la recuperación de una de las zonas más prósperas del Ecuador.
Manabí ha sido, desde siempre, una potencia en la producción de huevo y de pollo, convirtiéndose en el abastecedor más grande de estos productos en el país. Ese panorama se vio afectado de manera brusca con el terremoto del 16 de abril del año anterior y las inundaciones del fuerte invierno que soportan algunas regiones ecuatorianas.
Eloy Intriago, empresario avicultor manabita, manifiesta con optimismo que la situación de este importante sector en la provincia está en franca recuperación y su ritmo de trabajo va alcanzando los niveles que les llevó a convertirse en gran fuente de generación de recursos económicos.
"Todos los manabitas hemos puesto de parte para superar estos momentos de crisis y también ciertos bancos nos brindan su apoyo para incrementar el trabajo diario, que ha sido la norma de los avicultores de esta parte del Ecuador", dice Intriago.
"El panorama está mucho mejor de lo que vivíamos hasta hace pocos meses y vemos que la situación del mercado ha mejorado, porque ya tiene el producto suficiente y de la gran calidad que ha caracterizado a la avicultura manabita, con lo que el consumidor está garantizado", señala Intriago, al tiempo de informar que este proceso de recuperación va por caminos sólidos.
Pero también hay aspectos que se deben superar para lograr que este campo alcance sus metas. A decir de Intriago, hay situaciones que incomodan este proceso de recuperación y esas son, entre otros, los temas relacionados con el precio del maíz amarillo duro que se consigue en 22 y hasta en 24 dólares el quintal.
Foto: Marcelo Núñez Cabrera
Intriago refiere que esos precios han hecho que el costo de producción del huevo y de la carne de pollo se haya elevado y los precios del producto terminado no compensan los valores de la materia prima, considerando que en la materia prima está un 60% de la inversión.
El avicultor menciona que el sector avícola espera que las autoridades trabajen para lograr la importación del maíz, ya que sus precios afectan los costos de la materia prima, aunque también han optado por esperar con paciencia a que llegue la cosecha del maíz ecuatoriano, y hacen votos porque sea una buena cosecha y que sirva para rehabilitar mucho más al sector.
Aunque las reservas de maíz se encuentran bajas, hay otro aspecto que alienta al sector: la importación de soya que se realiza de manera oportuna, sin retrasos, lo que ha permitido mantener un precio muy conveniente para el sector y que no tendrá aranceles por tres años a partir de este primero de enero.
Intriago sostiene que para ello coadyuva el diferimiento arancelario que se aplica para la importación de soya, lo que le da tranquilidad al sector y permiten trabajar con mejores posibilidades para desarrollar la producción nacional.
Eloy Intriago mira con optimismo el futuro de la avicultura manabita, ya que hay buenas posibilidades de volverle tan fuerte y próspera como había sido todo el tiempo. El avicultor considera que para volver a lograr ese potencial tendrán que trabajar con fuerza, tanto para salir de la crisis que generó el terremoto, los daños que han causado la serie de inundaciones, así como para superar las enfermedades que atacan a las aves.
El trabajo es intenso. Los avicultores hacen esfuerzos para mejorar sus plantas, con nueva tecnología que les permite ahorrar insumos y lograr productos de mejor calidad. "Ahora la avicultura es más técnica y, por ello, implementamos cambios fundamentales para trabajar con estándares modernos, que nos permitan alcanzar eficiencia y abaratar costos, mejorando de manera ostensible la calidad y los precios de los productos", afirma Intriago.