Texto: Ing. José Orellana Jarrín Msc
Director Ejecutivo ASPE
Foto: Marcelo Núñez Cabrera
El sector porcícola del Ecuador ha tenido un crecimiento del 6.9% en promedio anual entre los años 2009 y 2017. En 2009 la producción de carne de cerdo fue de 90 mil tm, con un consumo per cápita de 6.88 kilos/persona/año, mientras que en 2017 la producción fue de 161 mil tm, con un consumo de 10.90 kilos/persona/año.
Este incremento es resultado de la aplicación progresiva de buenas prácticas de producción, que incluyen el cumplimiento de las normativas sanitarias, de bioseguridad y manejo apropiado de desechos, así como la utilización de líneas genéticas con mayor adaptación al medio lo que ha permitido el mejoramiento de los parámetros de productividad.
Esta tendencia ha significado que actualmente se abastezca la demanda de carne de cerdo y cortes en alrededor de 98% del total y solamente se importen alrededor de 3 mil tm de grasa y cuero, materias primas para la elaboración de embutidos.
Instrumentos legales para fomentar producción pecuaria
La Constitución de la República del Ecuador, en el Capítulo Tercero Soberanía Alimentaria art. 281, establece en el Literal 2 "Adoptar políticas fiscales, tributarias y arancelarias que protejan al sector agroalimentario y pesquero nacional, para evitar la dependencia de las importaciones de alimentos".
También, la Ley Orgánica Sobre el Régimen de Soberanía Alimentaria, establece en su artículo 22, las disposiciones para el abastecimiento interno, facultando al "Estado a través de los organismos técnicos especializados, en consulta con los productores y consumidores la determinación anual de las necesidades de alimentos básicos y estratégicos para el consumo interno que el país está en condiciones de producir y que no requieren de importaciones".
Asímismo en el artículo 23 de la citada Ley se establecen las disposiciones respecto de la comercialización externa, que indica textualmente: "…Los ministerios a cargo de las políticas agropecuarias y de comercio exterior establecerán los mecanismos y condiciones que cumplirán las importaciones, exportaciones y donaciones de alimentos, las cuales no atentarán contra la soberanía alimentaria".
En 2010 se aprobó el Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones, que entre otros temas se orienta a potenciar la sustitución estratégica de importaciones, fortalecer el control estatal para asegurar que las actividades productivas no sean afectadas por prácticas de abuso de poder del mercado.
Variación de las importaciones de carne de cerdo y contrabando
A pesar de estos mecanismos institucionales y jurídicos de apoyo a la producción nacional, luego de que durante el período 2009 - 2012 la cadena porcícola en Ecuador experimentó un incremento sostenido de la producción del 8,1% promedio anual, en 2015 y parte de 2016 los productores porcícolas se vieron afectados por el ingreso ilegal de cerdos en pie desde Colombia y Perú sin ningún tipo de registro.
Además, se autorizaron permisos de importación libre de aranceles de cortes de carne registrados como grasa y cuero provenientes de Chile, importaciones que crecieron desmesuradamente en un 71% en el período 2009 - 2012.
Ante esta afectación de la producción interna, el Comité de Comercio Exterior aprobó la Resolución N° 102, del 1 de marzo de 2013 para la aplicación de licencias no automáticas de importación para un grupo de productos alimenticios entre los que están 14 subpartidas arancelarias referentes a cortes de carne porcina.
Se delegó a la Subsecretaría de Comercialización para que emita el respectivo reglamento que asegure la operatividad de dicha resolución y como resultado se emitió la Resolución N° 299 –A, de fecha 14 de junio de 2013, donde se expide el instructivo para la obtención de las licencias no automáticas de importación de alimentos básicos, entre ellas carne de cerdo. Esta resolución fue posteriormente mejorada con la No. 316 de 2015.
Con relación a los ingresos ilegales, el Ministerio de Agricultura y Ganadería conformó un comité integrado por el Servicio Nacional de Aduanas, el Servicio de Rentas Internas y Agrocalidad para desarrollar acciones de control a los posibles infractores.
Como resultado se logró reactivar la producción nacional, que desde 2016 nuevamente experimentó un crecimiento hasta 2017. Se espera que, de mantenerse políticas integrales de apoyo a la producción nacional y control al contrabando, esta crezca en un 7,6% para 2018.
Situación sanitaria del sector porcícola
En el V Gabinete Binacional Ecuador-Perú, del 15 de febrero de 2017, en Guayaquil, en la Declaración Presidencial, en el Eje de Asuntos Económicos y Comerciales, los países acordaron: "Concluir con el proceso de acceso real sanitario y fitosanitario para los productos priorizados por Agrocalidad, ICA e INVIMA, para 2016, y revisar la priorización de los productos en el marco del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias".
Esta serie de eventos ha puesto en alerta al sector porcicultor del país, pues en los últimos años se han reducido los mecanismos de protección sanitaria (por el ingreso de nuevas enfermedades al país), frente a los procesos de apertura y profundización comercial en los que participa Ecuador, exponiendo a los sectores económico y social a riesgos sanitarios adicionales derivados del comercio.
Por este motivo, la Asociación de Porcicultores del Ecuador (ASPE) ha puesto a consideración de las autoridades sectoriales una propuesta de estrategia para las negociaciones internacionales en materia zoosanitaria.
El objetivo de las autoridades sanitarias nacionales en todos los procesos de apertura comercial debe ser, en todo momento, proteger la vida y la salud de las personas y los animales o para preservar los vegetales, y en particular para la cadena de porcicultura en el Ecuador, apoyar los esfuerzos del sector productivo nacional para promover el incremento de la producción, fomentar la calidad y vigilar el estatus sanitario nacional.
En este sentido debe prevalecer la premisa de que, "ningún interés de carácter comercial puede estar por sobre un interés de carácter estratégico como la protección y preservación del estatus sanitario nacional". Para ello, en la agenda de negociaciones comerciales internacionales se debe poner como condición garantizar el derecho soberano que tiene Ecuador de adoptar las medidas sanitarias necesarias para alcanzar este objetivo, inclusive más allá de las normas, directrices y recomendaciones internacionales, siempre y cuando prevalezca en todo momento el fundamento científico, como lo dispone el Acuerdo Sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (AMSF) de la OMC.
Las medidas sanitarias buscan disminuir los riesgos para la sanidad animal y la salud pública asociados con el comercio de tales mercancías, por este motivo, la misma Organización Mundial de Salud Animal (OIE) determina en el Código Sanitario para los Animales Terrestres ("Código Terrestre") procedimiento para la elaboración de medidas sanitarias de mayor protección a las recomendaciones internacionales.
Las medidas sanitarias para la importación que resultan del proceso del Análisis de Riesgo pueden asociar las recomendaciones consignadas en el Código Terrestre y las medidas adicionales impuestas por el país importador.
El Acuerdo Sobre la Agricultura de la OMC, en el artículo 6, permite a los países en desarrollo, el mantenimiento de medidas oficiales de asistencia directa o indirecta, destinadas a fomentar el desarrollo agrícola y rural como parte integrante.
Sensibilidad del sector porcícola y acciones a futuro
Con este antecedente y considerando el potencial de crecimiento que tiene el sector porcícola -que en 2017 fue de 617 millones de dólares, un 46% más alto que en 2015 y seis veces más que en 2000 y que su aporte al PIB agropecuario es del 8% y que el 30% de la producción proviene de granjas familiares- es necesario establecer políticas de fomento a la producción porcícola nacional.
Para incrementar el consumo de esta carne, la Asociación de Porcicultores del Ecuador, forma parte del Consejo Latinoamericano de Proteína Animal Colapa/ capítulo Ecuador, para definir estrategias para el incremento del consumo de las proteínas de origen animal bajo el concepto de "Una Salud" reconocido en la comunidad científica y médica, y consiste en la crianza de animales saludables, en un medioambiente saludable para personas saludables.
En conclusión, se establece que el sector porcícola es uno de los más vulnerables ante una apertura indiscriminada de importaciones, debido a su importancia económica, social, de seguridad y soberanía alimentaria y de impacto en el desarrollo rural y niveles de pobreza.
Por esto es necesario establecer políticas alternativas de largo plazo acordes con los compromisos mantenidos por Ecuador en los diferentes foros internacionales de apoyo al sector productor de proteína animal, para abastecer toda a demanda interna e iniciar la exportación a mediano plazo.