Eugenio Fernández
Fotos: Marcelo Nuñez Cabrera
La genética y la bioseguridad son -a criterio de Eugenio Fernández, principal de Avícola Fernández- dos de los aspectos que los porcicultores del país deben tomar muy en cuenta para lograr el crecimiento del sector.
"Creo que al sector porcicultor le ha ido muy bien. Los porcicultores que estamos tecnificados nos hemos preocupado mucho en el tema de bioseguridad, porque el negocio porcicultor depende de lo mencionado. Si un productor no entiende la importancia de la aplicación de la bioseguridad, está en problemas", dijo Fernández.
Agregó que, en su caso, trabajan desde la producción hasta el consumidor final, porque realmente ya cambió el concepto del consumidor de que la carne de cerdo es inconosa o le puede causar daño. "La carne es blanca, es salud", dijo al indicar que eso ya es un avance importante.
Al tema de la bioseguridad, Fernández le sumó el recambio de la genética, porque si no sucede eso "también hay problema". Al Estado -dijo- le corresponde la importación de genética y pidió el apoyo de la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) para "evitar temas engorrosos, ya que para alcanzar un buen producto, hay que contar con una buena genética".
"Si no se hacen los recambios de la genética, año tras año, entonces hay inconvenientes", sostuvo Fernández, al considerar que si bien Agrocalidad ha hecho su trabajo, "aún falta algo". Indicó que lo mismo sucede con el sector porcicultor privado. Consideró que en el ámbito privado se requiere "estar más atentos por temas de medioambiente, de procedimiento, de orden, porque aún hay un porcentaje que es informal o de traspatio y eso es una bomba de tiempo. En ese sentido, se requiere una íntima colaboración entre el Estado y el sector privado".