Productor manabita muestra los efectos de la sequia.
Fotos: cortesía.
Desde mediados de marzo, en plena época invernal, se observa falta de precipitaciones en la provincia de Manabí, especialmente en las zonas del suroeste. Según el Instituto de Meteorología e Hidrología, en el tercer mes de este año se registró 3,5 milímetros de lluvias cuando se esperaban 139 milímetros. Esto impidió que las plantas del maíz completen la fase de desarrollo.
Según la investigación de Maíz & Soya, el equipo del Proyecto AgroSeguro, del Ministerio de Agricultura y Ganadería, coordinó con la Dirección Provincial Agropecuaria de Manabí el incremento del personal administrativo y operativo para receptar avisos de siniestro. Hasta el 25 de abril, en la aseguradora hubo 6 355 reportes y 20 mil 238 hectáreas afectadas. De estas, el 98% pertenece a cultivos del grano.
En todo el país estaban protegidas 144 mil hectáreas de maíz desde noviembre al 25 de abril; es decir que estuvo cubierto un 30% de la siembra del grano y un 15% de arroz. En otras plantaciones existe una menor penetración porque se trata de un tema de cultura de aseguramiento. En la Sierra están protegidos cultivos de papa, trigo, cebada, fréjol y quinua.
Funcionarios de la entidad manifestaron que los manabitas pueden estar tranquilos, ya que se trabaja a tiempo completo para que nadie se quede sin reportar el problema. En ese sentido se visitarán todos los predios, no solo de Manabí, sino también de Loja y El Oro.
En Manabí estuvieron protegidas 38 mil hectáreas de sembríos (donde el grano duro es el predominante) y ya existían 12 mil trámites de siniestro. En esta provincia, la edad de los sembríos del cereal bordeaba los 70 días al momento del problema, ya que la mayor parte de agricultores sembró el grano los primeros días de febrero, lo que impidió la madurez de la mazorca.
Las zonas productoras de Tosagua, Rocafuerte, Sucre y Charapotó son superficies altas sin capacidad de riego, mientras que ciertas franjas montañosas como Jipijapa, Junín y Olmedo, por su situación geográfica, podrían superar el déficit hídrico. En las próximas semanas se conocerá si las pérdidas en estos puntos son parciales o totales.
Las lluvias de los últimos días en ciertas zonas podrían ser beneficiosas, pero todo dependerá de la edad exacta del cultivo, la variedad sembrada y el remanente de agua en el suelo. La mayor parte del sector maicero depende del invierno por lo que habría que analizar si una infraestructura de regadío sería la verdadera solución a este problema.
Funcionarios del área pronosticaban un invierno tardío: es decir que las lluvias de enero pasaron a febrero, marzo y abril, pero nadie auguró un abril seco; no obstante, si las aguas regresan hasta mediados de mayo podría haber una recuperación.
Las zonas maiceras de Guayas y Los Ríos se encuentran en plena cosecha ya que adelantaron la siembra del grano en el pasado mes de diciembre y enero; se realizan valoraciones debido a las afectaciones de los recientes meses.
En Vinces, Mocache, Palenque y El Empalme, sembraron el grano la última semana de diciembre y la primera de enero, pero fueron perjudicados al final del primer mes del año por la sequía y después por exceso de humedad. Se espera que la producción de la Amazonía cubra el déficit de esa región.
Un total de 26 técnicos de Agroseguro trabajaron a tiempo completo en las provincias de Manabí, Loja, Guayas y Los Ríos para valorar los daños. Ellos invitaron a los agricultores a obtener una póliza porque, aseguran, sería la única herramienta financiera que les permitiría recuperar los costos de producción.
En Loja son aproximadamente 3 900 las hectáreas afectadas de las cuales se valoró cerca de la mitad en la última semana de abril. Si continúa el déficit de precipitaciones, las pérdidas parciales podrían convertirse en totales.
En los primeros meses del 2018 la primera causa del siniestro ha sido la sequía, la segunda las inundaciones y la tercera las plagas y enfermedades, motivos por los cuales los agricultores consideran difícil planificar la agricultura.
Efectos de la sequia en los cultivos de maíz.
¿Cómo reportar un siniestro?
La pérdida que valora AgroSeguro es la inversión que hace el productor desde la siembra hasta el siniestro. El maíz es una planta de ciclo corto (llega a la cúspide de producción a los 4 o 5 meses) hasta los dos meses ya se realiza el 98% de la inversión. En Manabí la mayoría de los cultivos pasa de los 60 días, el agricultor sabe que ha realizado casi la totalidad de la inversión.
En la inspección se exige la factura de compra de los insumos; se valora el desarrollo del arado, la existencia de plagas, si se aplicó o no los fungicidas, fertilizantes y todo el paquete tecnológico. Actualmente no existe problema en ese sentido, pues el agricultor domina mejor el Seguro Agrícola; exige mejor servicio, y una pronta y mayor indemnización.
Técnicos de la institución aseveraron que la finalidad de AgroSeguro es defender los intereses de los productores, por lo que piden dar facilidades a los inspectores para el reconocimiento, presentar las facturas y señalar el sitio del daño. De este modo, los procesos que no presenten inconvenientes se concretarán en las indemnizaciones, y en caso de presentarse alguna controversia, esta debe dirigirse al Proyecto AgroSeguro del Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Calcule la indemnización
La inversión total por hectárea de maíz puede llegar a 1 500 dólares por cosecha y poscosecha, pero el costo de producción, que consta de la mano de obra, semilla, insumos y fertilizantes, está valorado en 1 010 dólares, que constituye la suma asegurada.
No obstante, la póliza tiene un deducible del 15%. Si el agricultor realizó y comprobó la ejecución del 90% de la inversión -que alcanzaría unos 900 dólares- debe tener en cuenta que a esta cifra hay que restarle el 15% del deducible. Así la indemnización bordearía los 800 dólares.
En este caso la afectación se dio casi en la etapa de cosecha por lo que la inversión se realizó casi en su totalidad. Si el inconveniente hubiese sucedido en los primeros 15 días, el perjuicio sería considerablemente menor.
Productores piden a AgroSeguro indemnizar caso por caso
"La organización tiene alrededor de 220 socios de los cuales cerca del 80% perdió sus cosechas de maíz debido a la sequía. Ellos empezaron a sembrar a partir del 5 de febrero por el retraso en la entrega de los kits para los cultivos de maíz", afirmó Juan Carlos Sánchez, presidente de la Federación de las Naciones Montuvias Unidas por el Desarrollo del Cantón Paján (Fomudep).
Cifras
Agregó que el 20% -unos 44 afiliadosque no se beneficia del subsidio gubernamental, comenzó a plantar la mazorca durante las primeras lluvias de enero, lo que les permitió obtener un rendimiento del 80% de sus cultivos.
Indicó que la falta de precipitaciones empezó hace 30 días paralizando la producción del grano que ya debería estar pasando a la etapa de secado; no obstante, algunos agricultores demoraron su siembra hasta los primeros días de marzo, logrando apenas pequeños brotes que no alcanzaron su desarrollo. "Sus pérdidas son del 80 o 90%", expresó.
Aspiró a que les entregue las indemnizaciones de acuerdo con lo que establece la póliza de aseguramiento porque, según refirió, el año pasado cuando enfrentaron la plaga del gusano ejército se hizo una compensación general y recibieron entre 200 a 300 dólares por hectárea, sin tomar en cuenta las características de cada caso. Cada hectárea está protegida por un monto de 1 010 dólares y el documento habla de una indemnización del 80% de esa inversión.
Sánchez expresó que los agremiados que han realizado el aviso de siniestro, hasta el momento no han tenido problemas ni con los representantes de AgroSeguro (Ministerio de Agricultura y Ganadería) ni con los delegados de la empresa aseguradora. "Esperamos tener buenos resultados porque siempre nos han ayudado con esto, pero no se han regido a lo que dice el contrato del seguro".
La situación de los campesinos depende del clima porque si continúa el estiaje tampoco habrá la posibilidad de trabajar en otro tipo de cultivo. Sánchez afirmó que está afectado no solo el sector maicero, sino toda el área agropecuaria en general, por lo que la situación se torna bastante difícil y compleja.
El principal producto de Manabí es el maíz, pero también está el café cereza que este año tendría una buena cosecha, aunque según los productores, el problema es su alto precio.