Fechas de elaboración y de caducidad, además de precios, peso, registro sanitario y logotipos se pueden marcar en un huevo, gracias a los equipos que se ofertan en el mercado nacional, y que permitirían a los avicultores cumplir con la normativa del INEN.
La empresa Fintek es una de las proveedoras de este tipo de maquinaria. Su representante, Vinicio Constante, indicó que hay equipos para etiquetar los huevos de mesa y cumplir con la obligatoriedad del INEN para que estos productos tengan marcada en tinta cierta información de referencia para el consumidor.
Se trata de las máquinas de las marcas AlfaJet, Metronik, Mondo y Satur. Trabajan de manera continua con un producto terminado. Utilizan tinta de chorro continuo, que brinda mayor versatilidad y confiabilidad en los productos.
En el caso del huevo, para la impresión se necesita una tinta a base de alcohol y no existe contacto con el producto. El equipo solamente tiene un sensor que detecta al producto (en este caso el huevo) e imprime, en un solo color, la información requerida: fecha de elaboración, fecha de caducidad, precio, peso, registro sanitario, logotipo.
La información puede ser de máximo 2,5 centímetros de alto y en el ancho total se pueden imprimir hasta 250 caracteres.
La máquina AlfaJet imprime hasta cinco renglones, mientras que la Satur imprime hasta cuatro líneas. La tinta que se emplea es de chorro continuo. La tinta para la máquina AlfaYet Mondo tiene 700 mililitros que pueden durar entre 10 y 12 meses, imprimiendo casi 60 millones de caracteres, y trabajando de ocho a nueve horas diarias. Se estima que la impresión de cien cubetas de huevos podría demorar aproximadamente 10 minutos.
Constante descarta que la tinta represente algún riesgo para la salud de quien va a consumir el huevo, e indica que la empresa avícola Indaves ya utiliza estos equipos.
Reitera que no hay contacto de la maquinaria con el producto. Son pulsaciones a chorro que expiden la tinta en el huevo y que se seca entre tres y cuatro segundos.
“El éxito de estos equipos radica en que la inscripción no se borra y no se la puede falsificar, al menos en el huevo porque es un producto que cuando se quiera borrar se genera una gran mancha y como la cáscara es porosa, no se queda en la superficie”, refiere Constante.
Explica que la información que se inscribirá en el huevo pasa por el cabezal a unos dos a tres centímetros del huevo. El sensor es el que le detecta al huevo y por la posición que se encuentra en la cubeta, hace que el huevo se traslade por debajo del cabezal.
Respecto al espacio físico que utiliza la máquina, Constante dice que es de entre seis y siete metros cuadrados, área que se requiere para instalar la banda transportadora, que ayudará a que la impresión tenga velocidad regulable.
Constante considera que para imprimir información en los huevos de producción masiva, la mejor es marca Mondo, que pesa 19 kilogramos. La diferencia frente a las otras está en la velocidad de impresión, y en la calidad de inscripción.
Foto: Marcelo Núñez Cabrera