Mercado regional con limitada oferta de granos
Las cosechas son fundamentales para lograr una estabilización en los precios y mercados del principal ingrediente de los alimentos balanceados. Los cambios climáticos afectan, cada vez más, la producción de alimentos en el mundo, razón por la cual existe poca oferta y los precios se elevan.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que la producción mundial de soya (soja) 2021/2022 fue de 350.72 millones de toneladas hasta abril del año en curso, es decir, 3.08 millones de toneladas menos que en febrero.
La producción de soya en Sudamérica se concentra en Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
En términos generales, se prevé un incremento de la demanda y del precio de soya a escala mundial. En julio, se registrarán los niveles más altos, explicaron los expertos. En el mundo existe una producción y demanda récord de aceite de soya.
En el último informe de la agencia meteorológica de la ONU, se indica que mientras no cesen las emisiones de gases de efecto invernadero, el clima será más extremo, problema producido por la actividad humana.
Años atrás era fácil determinar las estaciones del año para sembrar y cosechar, pero en la actualidad es complejo. En Ecuador, en los meses de verano se registran -inusualmente- lluvias y bajas temperaturas.
El fenómeno de La Niña provoca graves consecuencias en la agricultura. Expertos señalan que las fuertes precipitaciones ocasionan retrasos en un 77% en las siembras, así como la pudrición de las plantas y de los productos. Incluso, se ha deteriorado la calidad de los alimentos. Solo el 40% es aceptable, lo que conlleva a realizar recortes en las proyecciones de producción.
En Brasil descendió la siembra de maíz en 112,9 millones de toneladas y en Argentina, la producción disminuyó en 53,6 millones de toneladas. Países como Uruguay, Paraguay y Brasil, declararon una situación de emergencia, mientras que Argentina se ve afectada por la sequía.
Inestabilidad
La expectativa de que la producción sudamericana pueda caer más, será el factor que determine el comportamiento de los precios en los mercados, aseguran los expertos. Con la producción sudamericana existe una posibilidad de estabilizar los precios del maíz, aunque depende de la cosecha. Existe mucha volatilidad de los precios, por eso hay que tomar una postura más proactiva, para enfrentar la variación de los valores.
La tendencia alcista del precio del maíz amarillo duro comenzó en agosto de 2020 y se mantiene hasta la actualidad.
Igualmente, el precio de la soya es alto a escala mundial. EE.UU. es un gran productor, pero el consumo doméstico también aumenta no solo de la soya en grano, además de la harina y el aceite. En el caso de este último producto, la tendencia es utilizar combustibles renovables, por lo que se incrementa la demanda y el precio.
China es el principal comprador de soya, con casi 25 millones de toneladas métricas, dirigidas a la alimentación de cerdos y pollos.