La Amevea-E reafirma la necesidad de actualizar y profundizar los conocimientos en manejo, sanidad y nutrición del ave.
Con la participación de 220 asistentes, la Asociación de Médicos Veterinarios Especialistas en Avicultura del Ecuador (Amevea-E) organizó el “XI Taller de Capacitación Avícola - Broilers”. Participaron profesionales, técnicos, estudiantes y personas vinculadas con el área avícola.
La Asociación considera que “la avicultura del presente, manifiesta muchos desafíos dentro del sector, por esta razón la persona al cuidado de las aves, debe estar en sintonía con el bienestar de las aves”.
Estima que para un óptimo desarrollo es necesario manejar y controlar eficientemente todos los procesos en la crianza del pollito bb, desde su llegada al galpón hasta su faenamiento, para lograr proteínas de calidad, aptas para el consumo humano.
Bronquitis infecciosa
Vladimir Egas habló sobre la “Bronquitis infecciosa: una enfermedad silenciosa y económicamente severa”. Fue descrita por primera vez en 1931 en Dakota del Norte, EE.UU. Es una de las enfermedades que más estragos causa en la sanidad de las reproductoras, ponedoras o pollo de engorde.
Es altamente contagiosa. El virus penetra al animal por vía respiratoria y puede difundirse a varios órganos, ocasionando síntomas característicos: respiratorios, renales, reproductivos y digestivos. Tiene una alta tasa de mutaciones y recombinaciones, lo que origina el aparecimiento de cepas variantes distintas al virus original.
Egas advierte que en aves infectadas, puede producir una morbilidad del 100% y llegar a mortalidades del 10% al 80% del lote. Está considerada como la segunda enfermedad que más pérdidas produce a la industria avícola mundial, superada por la Influenza Aviar altamente patógena.
En pollo de engorde a nivel de granja, produce una mortalidad tardía, incremento en los tratamientos con antibióticos y un decremento en los parámetros zootécnicos. En las ponedoras comerciales disminuye la producción de huevos, decolora la cáscara e incrementa la mortalidad. En reproductoras, hay una baja en la fertilidad por la presencia de la falsa ponedora, incrementa la mortalidad embrionaria y baja el porcentaje de eclosión. Como resultado nacerá un pollito de mala calidad y aumentarán pollitos contaminados en la primera semana.
Egas indica que la estrategia de control inicia con la identificación del agente causal y una vez que hay el diagnóstico efectivo se deben organizar programas de bioseguridad, que deben ser sólidos, fuertes, con planes de vacunación acordes a la realidad de cada zona.
Manejo de la tecnología de ambiente controlado
“La avicultura ha tenido un desarrollo progresivo, adaptando las instalaciones a las necesidades de las aves y a la demanda del consumidor”, empezó señalando en su conferencia Pablo Alfonso Jaramillo.
El objetivo no ha cambiado, “Dar condiciones de bienestar a las aves, en cada etapa de la crianza y conseguir la máxima expresión de su potencial genético”. Los galpones de ambiente controlado brindan estas condiciones óptimas, pero deben cumplir con varios requerimientos técnicos en su diseño y funcionalidad, como son: la hermeticidad, aislante térmico en el techo, comederos automáticos, bebederos cerrados tipo niple, extractores, inlets o ventilas, sensores de temperatura, sensor de presión estática, área de panel con cortina o cartelas y tarjetas de control o controladores que gobiernen la ventilación y calefacción.
La cantidad de extractores, número de inlets y área del panel deben ser diseñados en función de las dimensiones del galpón y ciertos requerimientos técnicos como la capacidad de extractores y velocidad de aire requerida, que permitan un correcto funcionamiento.
Las tarjetas de control deben trabajar de manera automática con sensores de temperatura, humedad y presión estática, que permiten una ventilación y calefacción de precisión en cada etapa de la crianza, estos sistemas permiten disminuir las variaciones de temperatura dentro del galpón y mantener al ave en su zona de confort.
El diseño hermético es crucial para el desempeño óptimo de la ventilación y se complementa con el sensor de presión estática que permite controlar la abertura de los inlets y controlar el flujo del aire. Según el ancho del galpón se debe cumplir parámetros de presión estática y velocidades de aire.
Al cumplir estos parámetros, con la ventilación mínima, en las primeras semanas de crianza, el aire frío que ingresa por los inlets es direccionado a la parte más alta del techo, se mezcla con el aire caliente y cae como aire tibio sin generar velocidad de aire sobre las aves, esto permite tener uniformidad de temperatura a lo largo del galpón y mantener el confort de las aves.
En momentos de calor y usando el modo de ventilación tipo túnel en estos galpones podemos obtener velocidades de aire sobre los 750 pies/min que permiten incrementar el efecto de enfriamiento, retirando el exceso de calor. Estas condiciones nos facilitan manejar densidades más altas (15 aves/m2) comparadas con galpones abiertos, con un impacto positivo al costo de producción.
Otra condición importante durante la crianza es el control de la intensidad de luz, al ser galpones cerrados y con el manejo de focos dimerizables podemos lograr 5 luxes de intensidad después de la primera semana como indican los manuales de la genética, con un gran beneficio en la conversión alimenticia.
La tecnología de ambiente controlado nos ofrece varios beneficios para la crianza de pollos, al controlar la ventilación y temperatura de una manera eficiente, nos permite mejorar las ganancias diarias de peso, disminuir la mortalidad, tener un mejor estatus sanitario, mejor conversión alimenticia y por el diseño hermético y el uso de aislantes tener mayor eficiencia energética.
Conozca el Gumboro
David de La Torre presentó “Enfermedades inmunosupresoras en pollos de engorde”. Se refirió a la enfermedad de Gumboro, descubierta en 1962 en Gumboro, Delaware. Causa grandes pérdidas económicas en la industria avícola mundial.
El agente causal de la enfermedad es un Birnavirus, que afecta la salud de las aves comerciales, atacando principalmente la bolsa de Fabricio (BF) y provocando una respuesta inmune insuficiente para combatir cualquier enfermedad adquirida, especialmente en las primeras semanas de vida de las aves.
Existen cepas clásicas, variantes y muy virulentas. Las vacunas están clasificadas según el nivel de atenuación y sobre todo su capacidad de colonización y afectación a la bolsa de Fabricio.
Es de suma importancia desarrollar y aplicar un plan vacunal adecuado y particular para cada una de las explotaciones avícolas. Para cumplir con este objetivo, se debe conocer a la perfección tres herramientas diagnósticas para convivir con el IBDV: serología, biología molecular y deplesión linfocitaria e integridad folicular.
Al juntar los resultados obtenidos, se identificará qué cepa está presente en los animales de la granja, cuánto afecta la anatomía de la BF, y si es capaz de producir una respuesta inmunitaria adecuada en el caso de cepas vacunales o si afecta negativamente el desempeño inmunológico en el caso de cepas de campo.
“Usando toda esta información será posible adecuar un plan de vacunación adecuado, con cepas estratégicamente seleccionadas, y disminuyendo posibles gastos innecesarios al usar esquemas de vacunación ineficientes, o peor aún, inservibles”, afirmó.
Desafíos en el manejo inicial del pollo de engorde
Juan Carlos Báez, en su disertación realizó una revisión de las diferentes variables en el manejo del pollo BB desde planta incubadora, la calidad, su transporte y manejo en granja hasta los 21 días, con especial atención en “encontrar” la zona de confort térmico para cada fase, la temperatura cloacal ideal de los pollitos en los primeros tres a cuatro días de vida está entre los 39,5 y 40,5°C debido a que al salir del huevo las aves se comportan como animales poiquilotermos, es decir que su temperatura corporal subirá o bajará dependiendo de la temperatura exterior; deberán transcurrir entre 4 a 6 días para que los pollitos provenientes de lotes de reproductoras jóvenes o adultas respectivamente, se transformen en homeotermos, temperatura corporal constante. Razón por la cual el manejo en la primera semana es clave para sacarle el mayor provecho a la genética.
El pollito BB actual pasa entre un 30 a 33% de su vida, el tiempo medio de incubación es de entre 508 a 510 horas, la perdida de humedad va entre el 10,5 al 12,5% a los 18 días, es importante adecuar los perfiles de temperatura y humedad para cada genética; es el sitio donde se verifica el proceso que determina la calidad y vitalidad del pollito de 1 día, factores que a su vez determinan el desempeño final del pollo de engorde.
Al momento de nacer en las aves de corral hay tres sistemas fisiológicos que no están totalmente desarrollados, el digestivo, el inmune y el termorregulador. Por lo tanto la obtención de una zona de confort térmico para el pollito redundará en una actividad metabólica mínima y bajo gasto energético (el pollito usara el alimento ingerido para transformarlo en músculo y no lo usará en termorregulación).
En el transporte la temperatura adecuada oscila entre 24 a 25 °C con una humedad relativa de 50 a 60%, lográndose en la caja una temperatura de entre 31 a 32 °C y una ventilación mínima de 0,71 m³ / 1000 pollitos. Es necesario evitar la deshidratación en viajes largos y contar con conductores calificados.
Antes de la llegada de los pollitos tener un vacío sanitarios de 15 días que permita realizar una buena limpieza, desinfección y preparación de la caseta, distribuir el material de cama de modo uniforme hasta una profundidad de 2 a 5 cm., 80% de cobertura de papel, precalentar por lo menos 24 horas antes para lograr 32 °C en la cama, presentación del alimento en migaja / micro pellet de 2 mm.
A la llegada de los pollitos pesar una muestra de pollitos para determinar peso promedio y uniformidad, tomar la temperatura cloacal de los pollitos (39,5 y 40,5°C), disponibilidad de alimento y agua, intensidad de luz de 30 – 40 lux.
Después del alojamiento del pollito revisar el comportamiento luego de 1 a 2 horas y realizar el ajuste del ambiente como respuesta al mismo, se necesita una ventilación para brindar aire fresco, quitar el gas residual y exceso de humedad / calor, proporcionar llenado de alimento que sean pequeños y frecuentes para obtener un llenado de buche sobre el 95% a las 24 horas.
Impacto de los costos de materias primas
El escenario actual para la industria pecuaria, global y local, representa un gran desafío para la producción de proteína animal. Germán López consideró que eventos como la pandemia del Covid-19, el estatus sanitario, medio ambiente, cambios climáticos extremos, la guerra declarada de Rusia a Ucrania ha derivado en incrementos insostenibles de los costos de las materias primas.
En el caso particular de la producción de pollo de engorde, el costo del alimento representa entre 60 al 70 % del costo de producción; en la formulación del alimento los costos más altos corresponden a la energía (55 al 60%) y la proteína (30%).
López estimó que se puede revisar los niveles de energía de las dietas, usar materias primas alternativas; inclusión estratégica de enzimas tales como proteasas, fitasas, carbohidrasas; formulación con base a proteína ideal; y precisión en análisis de calidad de las materias primas.
También está el uso de aditivos funcionales como enzimas, precursores energéticos, nuevos aminoácidos sintéticos disponibles en el mercado; estrategias de modulación de dietas en niveles energéticos, balance ideal de aminoácidos, los desarrollos genéticos actuales en pollo de engorde permiten explorar estas alternativas sin mayos afectación a los resultados productivos.
Las materias primas alternativas -concentrados proteicos de soya en reemplazo de harina de pescado- puede ayudar.
López consideró importante adoptar las estrategias de acuerdo con el objetivo de cada empresa y de cada negocio. “Los objetivos deben estar alineados en todo sentido con la realidad de cada negocio; no debemos dejar de investigar, porque permitirá estar preparados para los futuros desafíos, y abordarlos con mayor confianza y predisposición a los cambios”.
Producir pensando en el consumidor
“En pocos años hemos duplicado la densidad de crianza por metro cuadrado, hemos pasado de galpones abiertos a galpones cerrados completamente automatizados con alta tecnología. Lamentablemente nuestro conocimiento del consumidor no ha avanzado al mismo ritmo. No nos hemos preocupado de conocer lo que realmente requiere el consumidor moderno; el consumidor de hoy no es el mismo de hace 5, 10 o 20 años; el de hoy exige alimentos SMART: Seguros, Medibles, Apetitosos, con Respaldo de una marca y Trazables”.
Así lo afirma Arturo Arias Mendoza, quien indica que las familias buscan practicidad, rapidez. Frente a ellos, considera que los productores deben estar conscientes de que un producto es una construcción cerebral, porque es en el cerebro del cliente y no en la línea de producción donde se fabrica “el producto que ofertamos”.
Sugiere que sean los productores quienes den al consumidor esos factores diferenciadores (marca, presentación). “Debemos darles suficientes razones para que escojan nuestro producto, frente al de la competencia”. Agrega que el producto debe transmitir salud, sanidad, bioseguridad, nutrición.
Es indispensable tener una marca que atraiga, diferenciadora y que comunique los factores que busca el consumidor. El empaque es otro factor vital. “Debe sorprender al consumidor”.
“Debemos desterrar la idea de que el avicultor solo debe dedicarse a criar pollos. Ser avicultor significa mantener la mente abierta para pensar como un verdadero administrador. Gerenciar su negocio significa ver mucho más allá de lo que sucede en la granja, significa ampliar los horizontes hacia nuevos productos, preocuparse por conocer qué necesita el consumidor”, afirma.