El sector productivo se enfrenta a una serie de situaciones que pueden afectar su normal desenvolvimiento. Frente a esto, José Galindo, consultor ambiental, presenta algunas propuestas, porque considera que existen oportunidades vinculadas a cada una de estas circunstancias.
El abastecimiento de energía -dadas las distancias en el sector rural donde se asientan estos sectores productivos y por lo tanto están lejos del Sistema Nacional Interconectado- es una de las primeras. Galindo menciona que hay la opción de generar energía eléctrica con fuentes alternativas al uso actual de diésel o de gas, considerando que estos combustibles tienen un subsidio de larga data.
Estima que en el sector avícola, la energía eléctrica incide significa entre 8 y 15 por ciento en los costos de producción, por lo que exhorta a los productores a buscar soluciones, en vista de que por las condiciones económicas del país, en algún momento la energía eléctrica puede llegar a tener un costo real; es decir, que se elimine el subsidio.
"Esto puede afectar de manera dramática a la estructura de costos de los sectores productivos que dependen de la energía eléctrica", dice, al indicar que evidentemente hay la posibilidad de anticiparse a esa disminución de los subsidios.
¿Cómo anticiparse? "A través de subsidios cruzados: en lugar de subsidiar diésel podemos subsidiar energía renovable. Podemos traerla en condiciones más accesibles, con créditos más largos y a interés más bajo porque lo genera el mismo productor, exportador, y no afecta la estructura de costos para el sector agropecuario. Buscamos reemplazar el subsidio a los combustibles por subsidios a la energía renovable. Este tema se estuvo trabajando hasta hace poco en el Ministerio de Agricultura y Ganadería", asegura Galindo.
Otro tema es el uso del agua, recurso del que el sector es alto consumidor. Se estima que el 80% de toda el agua que se consume en el país está vinculada a la agricultura.
"En ese contexto, hay la obligación de manejar con eficiencia el agua que se usa; emplearla de una manera más tecnificada, adecuada a la realidad de disposición y escasez del recurso, y por otro lado está la obligación de quienes la emplean de entregarla en condiciones similares una vez que haya sido utilizada; que haya pasado por un tratamiento para que no genere ningún tipo de contaminación", explica.
En el caso del agua, Galindo presenta como ejemplo al sector floricultor, que desde hace 20 años hace un empleo extremadamente cuidadoso del recurso, "tanto en términos de abastecimiento como en el procesamiento de aguas residuales, y produce con altos estándares con niveles interesantes de uso y sistemas de tratamiento de residuos". Indica que son sectores que se han logrado diferenciar de los agrícolas tradicionales, de agricultura extensiva, de agricultura no tradicional con bajísima tecnología.
Otro tema recurrente son los desechos sólidos. El consultor estima que posiblemente la agricultura es uno de los sectores que brinda la oportunidad de solucionar un problema y convertirlo en una oportunidad, no solo a través del tema de abonos, sino de todo lo que significa basura. Galindo considera que toda esa carga de residuos producto de las granjas avícolas porcícolas, se las puede convertir en electricidad para alimentar a esas industrias, o que pueda generar otro tipo de ingresos.
"Son tecnologías relativamente baratas, tecnologías que se utilizan de manera extensiva en la India, Bangladesh, países que tienen grandes densidades poblaciones, o que tienen enormes problemas para el tratamiento de los desechos de animales, de humanos, y la convierten en energía de excelente calidad, a precios bajos", dice, al añadir que esos residuos no tratados generan problemas sanitarios, clausura de operaciones y afectan la reputación del productor.
Galindo agrega otros temas, como la ubicación de una planta avícola cumpliendo con toda la normativa ambiental, como por ejemplo que estén separadas al menos dos kilómetros de los centros poblados, y que no afecten fuentes de aguas, entre otros.
Señala que las reglas de juego se han hecho cada vez más difíciles para que este sector pueda ubicar su actividad y pueda mantener un funcionamiento normal en la Sierra o en la Costa, que están cada vez más densamente pobladas.
Menciona que ahora los gobiernos locales (parroquiales, cantonales, provinciales) tienen la facultad de normar las actividades y recuerda que los temas ambientales no prescriben, por lo que recomienda acogerse a lo que establecen los cuerpos legales y ofrecer oportunidades de beneficio mutuo.
"La presión social, política es cada vez mayor; la conciencia pública es mayor sobre el ambiente, desde los consumidores hasta quienes adoptan las decisiones", refiere.
Precisa que en el nuevo Código Orgánico Ambiental se está proponiendo prisión para los alcaldes que no hayan cerrado los botaderos de basura abiertos, que no hayan generado celdas sanitarias, rellenos sanitarios, que no hayan procesado la basura de una manera técnica. Se les ha otorgado plazos, y son sujetos de multas", manifiesta al enfatizar que "arrojar la basura donde sea, o cerca de los cuerpos de agua, son temas que no tienen fecha de caducidad".
Ecuador desaprovecha
"Ecuador no aprovecha la cantidad de material que puede ser reutilizado", reitera el experto, quien indica que la Red Nacional de Recicladores, que más o menos agrupa a unas 20 mil personas que recolecta las botellas pet para generar un mercado enorme, con un desarrollo del reciclaje.
Señala que los productores deben pensar que existe un mercado urbano con mayor capacidad de compra, pero que está informado, que conoce de ecología y medio ambiente; es un sector que demanda otro tipo de producto, productos más sofisticados, y que está dispuesto a pagar dos veces más por un huevo de una gallina feliz.
"Ahora hay cadenas que promueven cero químicos en los productos, responsabilidad en la producción, certificación de productos", expresa.
Recuerda que desde 2 016 Ecuador tiene suscrito un Acuerdo Comercial con la Unión Europea, mercado al que en un año aumentaron las exportaciones en un 15%, pero que también es un mercado exigente en lo relacionado al tema ambiental.
"Son empresas que han pasado las pruebas ecológicas, que tienen certificaciones sencillas de trazabilidad, han generado menos CO2", dice al agregar que un manejo adecuado del tema ambiental puede convertirse en una oportunidad de crecimiento empresarial.
Precisa que el país importa más de 100 millones de dólares de basura anualmente, especialmente plásticos y cartón, además de envases de los fertilizantes; sin embargo, Ecuador es el cuarto productor de cartón que se emplea en la agricultura, "pero como no se recicla, debe importarlo"