Germán Romo, médico veterinario especializado en avicultura, presentó el panorama de este sector productivo en el seminario de Amevea-E, realizado en Guayaquil el pasado noviembre. Por tratarse de un tema coyuntural con la actual situación que atraviesa este sector productivo, invitamos al mencionado profesional a compartir sus valiosos y fundamentados puntos de vista con nuestros lectores.
Se estima que en el Ecuador se consume entre 30 y 32 kg per cápita de carne de pollo. Luego del huevo esta carne blanca es la proteína más barata que existe en el mercado y pese a su alta demanda, la oferta y precios son susceptibles a fluctuaciones. Hoy la avicultura de pollos de engorde está enfrentando lo que se considera la peor crisis de su historia con alarmantes pérdidas en toda la cadena productiva.
"La actual crisis de precios -dice Romoes compleja y surge principalmente por el incremento en el encasetamiento de reproductoras y en la importación de huevos fértiles. La situación es difícil porque el mercado está estructuralmente ofertado y por tanto las fluctuaciones de precios no seguirán su curso histórico de uno o dos meses de bajos precios y luego su recuperación, sino que se mantendrán por un período más largo. El agravante es que históricamente los precios solían bajar a mínimos cercanos al costo de producción, en tanto que en la crisis actual ya son más de tres meses en que los precios están muy por debajo del costo de producción".
Pollos de carne provienen de cuatro fuentes
Romo explica que en nuestro país se establece la existencia de cuatro fuentes de producción, como punto de partida de la cadena que genera la oferta de carne de pollo.
- Reproductoras que producen huevos fértiles que luego de ser incubados producen los pollitos bb, que son criados hasta su salida al mercado, como pollos en pie o faenados.
- Avicultores que importan huevos fértiles, los incuban y venden el pollito bb a granjeros que crían los pollos.
- Ingreso directo de pollo bb.
- Compañías y empresas que importan pollo faenado.
El desbalance de una de estas fuentes produce la sobreoferta. En el primer caso, la producción de reproductoras exige una producción formal, importaciones de reproductoras provenientes de casas genéticas reconocidas, todo ello permitiendo un control por parte del Estado y la disponibilidad de estadísticas de producción.
La segunda fuente es la importación de huevo fértil. En este caso -señala Romola importación legal de huevos en el 2017 se estimó en alrededor de 15 millones de unidades. Romo recuerda que hace tres años se importó 72 millones, y luego, hace dos, bajó a 30 millones. La razón de esta reducción se debe a que el MAG (anteriormente MAGAP) restringió las importaciones lo que obligó a incorporar más reproductoras a la producción nacional. Esta medida estructural logró la estabilización de los precios en el primer semestre del año pasado y promovió la contratación de mano de obra para las granjas de reproductoras. Sin embargo, pese a la mayor oferta de huevo fértil de producción local, se ha mantenido un ingreso ilegal (contrabando) de huevos fértiles desde los países vecinos.
Una tercera fuente está en el ingreso directo de pollo bebé, que obligadamente es un proceso que debe ser autorizado (y si no lo ha sido así, es producto del contrabando). La cuarta vía de provisión de pollo de carne es el pollo faenado, que también es susceptible de que ingrese por contrabando.
A diferencia de lo que ocurre con productos agrícolas (como la cebolla, papas, etc.) donde se requieren fluctuaciones de producción de doble dígito (>10%) para que ocurra una sobreoferta suficiente que obligue a bajar los precios por debajo del costo de producción, en la generación de pollo, las pequeñas variaciones (<5%) de producción sobre la demanda son suficientes para causar una crisis seria. Adicionalmente, los productos agrícolas permiten alargar ciclos de producción o almacenamiento. En contraste, la crianza del pollo de engorde es muy precisa y solo permite tres o cuatro días de alargue. El Ecuador no cuenta con capacidad de almacenamiento de carne en cadena de frío.
En crisis anteriores, dado el alto porcentaje de dependencia de la producción de los huevos fértiles importados, el mercado se regulaba rápidamente a través de la disminución de importaciones de huevos fértiles y menor disponibilidad de pollito bb. La diferencia con la crisis actual es que la producción de huevos fértiles no ha disminuido porque toma varios meses regular la producción en granjas de reproductoras. Hay que considerar que el ciclo de crianza y producción de las gallinas reproductoras es muy largo (65 semanas) y no se lo puede suspender sin incurrir en pérdidas económicas.
Análisis realizados por la industria y por Amevea-E, muestran que existe un abastecimiento sostenido y estructural de huevo fértil de granjas de reproductoras, que junto a la importación legal de pequeñas cantidades de huevos fértiles, cubren la demanda. Importaciones ilegales de huevos fértiles e ingreso de contrabando de pollo faenado a provincias fronterizas, han causado la sobreoferta de pollo y la crisis actual. No se requieren grandes cantidades de contrabando para producir la sobreoferta. Se estima que para una producción adicional de 5% mensual se requiere un ingreso de contrabando de apenas un millón de huevos fértiles.
¿Qué promueve el contrabando desde los países vecinos?
El diferencial de costos de producción de huevos fértiles del Ecuador con el Perú supera el 20% que es más del doble del margen de rentabilidad de la industria avícola.
Ante esta realidad, Romo pide al Estado controlar el contrabando de huevo fértil, aunque reconoce que es una tarea difícil. "Necesitamos que se apliquen registros obligatorios e inspecciones no anunciadas para que las autoridades controlen directamente el origen de los huevos fértiles a las incubadoras, punto clave en esta cadena", agregando que "siendo que las autoridades respectivas sí disponen del listado de las incubadoras, deben realizar visitas para cruzar información y comprobar, con facturas, de dónde obtuvieron el producto". Con esto se puede comprobar las variaciones de la producción, esta como medida de corto plazo".
Romo insiste en que la real solución al problema se dará con medidas de largo plazo que mejoren la competitividad del Ecuador, mejoren la eficiencia y productividad de la cadena de producción avícola, comenzando con los costos del maíz y soya. "Lo otro -manifiesta- es el fortalecimiento y unión de los gremios. Mientras más avicultores participen activamente en sus gremios, será más fácil identificar a los actores que recurren a la ilegalidad. Debe ser un esfuerzo coordinado: sectores público y privado".
Pese a todo esto el especialista en producción avícola, Germán Romo también cree que se debe analizar el comportamiento del mercado, porque no se ha considerado qué parte de la crisis se podría deber a una disminución del consumo.