La avicultura ecuatoriana inició en septiembre una aguda crisis. Se trata del precio de la carne de pollo que antes de ese mes tenía valores comerciales que permitieron a los avicultores contar con una rentabilidad, de normal a moderada, en sus inversiones.
Antonio Saab, presidente Ejecutivo de Liris S.A. cree que, atraídos por el buen precio, pequeños productores (que a su criterio representan un 15% de la producción) incrementaron la producción llevando a una sobreproducción a mediados de septiembre, lo que determinó una caída de precios a niveles que significa una pérdida de entre 20 y 35 centavos por libra, dependiendo del rendimiento en los costos de producción.
"Pensamos que porque el vecino o el conocido gana dinero criando pollos, también yo puedo hacerlo y me arrojo al abismo, sin entender la profundidad del mismo, y terminamos estrellándonos. Iniciamos los negocios sin un estudio previo, sin conocer de las tecnologías", dice al explicar el motivo de esta problemática.
Opina que otro de los factores para los bajos precios del pollo es el exceso de oferta de huevos fértiles en el mercado, ya que en respuesta a las políticas y ofrecimientos del Gobierno, muchas empresas invirtieron en granjas de aves de postura para producir huevos fértiles y se llegó a una saturación. A ello sumó la importación de cerca de 12 millones de unidades de huevo fértil, libre de aranceles desde Perú.
"La importación de Perú es muy apetecida por las incubadoras nacionales por la diferencia de costos de producción, ya que producir en Ecuador es más caro que en el resto de los países de la región", señala Saab.
En cuanto a los costos de producción, aclara que no se pueden calcular uniformemente a todas las unidades de producción. "Se deben encasillar a los avicultores en tres niveles. Uno: alta productividad, que corresponde a las instalaciones avícolas de niveles de encasetamiento muy altos (aquellos que producen más de cinco millones de aves por mes). Dos: mediana productividad, aquellos que van desde 500 mil hasta cuatro millones 999 mil, y Tres: de baja productividad, los que están por debajo de los 500 mil".
Agrega que dentro de estas clasificaciones se podría ubicar otras subcategorías según las instalaciones que tienen integración total o parcial; es decir, aquellas que producen huevo fértil, las que producen alimento balanceado, aquellas que disponen de plantas de sacrificio, las que tienen presencia en el mercado de mayoristas y minoristas, las que disponen de cadena de frío, entre otras.
"Hay un sinnúmero de variables que inciden en los costos, pero para dar una cifra aproximada estos fluctuarían entre los 52 y 72 centavos por libra en pie. Con estos parámetros, concluiríamos en que los avicultores que no tienen tecnología moderna o algún tipo de integración, no serán competitivos en esta cadena".
Para David Riera, asesor técnico en avicultura, si bien en el último mes el precio de la carne de pollo repuntó unos 15 a 20 centavos de lo que bajó críticamente, aún no cubre el costo de producción y representa pérdidas para los productores de aves.
"La oferta y demanda del pollo en pie en la actualidad ha mejorado, pero aún está bajo en comparación con julio y agosto que había mayor demanda y la oferta, de igual manera, estaba en un buen momento. El problema es que en Santo Domingo de los Tsáchilas y en todo el país, la mayoría de pequeños y medianos productores coparon sus galpones generando una sobreoferta", explica Riera.
Este experto considera que el precio del pollo baja porque existe sobreoferta, bajo consumo, además de que los mismos productores faenan y sacan el pollo al mercado o tiendas. Opina que "de eso se aprovechan los comercializadores de pollo y especulan con el precio manteniendo deficiente al mercado".
De acuerdo con Riera, no habría una solución directa, ya que la avicultura se maneja más por oferta y demanda, y una granja que alcanzó su fecha para sacar el producto, no puede esperar mucho a que mejore el precio, porque cada día que pasa el pollo consume más alimento y eso significa pérdidas.
Voces comercializadoras
En Guayaquil, quienes comercializan la carne de pollo ven una situación no muy alentadora, ya que en muchos de los locales avícolas, este producto está a la baja, tanto en el precio (oscila entre 65 y 90 centavos), como en el consumo.
Wilson Franco, propietario de la Avícola Franco, ubicada en el km 14,5 vía a Daule, explica que la mayoría de los pollos llegan de Manabí. "Actualmente existe una sobreproducción que produce el precio bajo, pero al mismo tiempo la demanda ha disminuido. Aquí el producto se vende al por mayor la libra en 70 centavos, y en 85, al por menor. El margen de ganancia es muy bajo en relación con los años anteriores", dice.
Manuel Galecio, quien tiene un local de ventas de pollo en pie en la vía Perimetral, señala que vende pollos que le llegan de Los Ríos. Vende a 80 y 90 centavos la libra, al por mayor y menor, respectivamente. Indica que en los últimos meses han bajado las ventas del producto, quizá por la competencia que se tiene con las grandes empresas. "El margen de ganancia es muy bajo, se percibe una gran crisis en el sector".
Adrián García, propietario de la Avícola Adrián, manifiesta que las ventas han disminuido principalmente por la competencia, lo cual viene sucediendo en los últimos años. En este local la libra de pollo se vende entre 65 y 80 centavos la libra.
Consumo masivo
En Guayaquil, en algunos locales de comida en el que el plato principal es el pollo, las ventas han aumentado, pero en otros se siente una leve disminución.
Cristina León, propietaria del asadero La Esquina de Alex, menciona que una de las principales causas para la baja en las ventas es la gran competencia. "A nuestro alrededor existen unos tres o tal vez cuatro asaderos más, lo que provoca que bajen las ventas, lo que contrarrestamos con promociones especiales. Es difícil competir así", señala.
En cuanto al valor de compra, León expresa que su principal proveedor es una conocida avícola de Guayaquil, donde adquiere la libra en alrededor de un dólar, mientras que el pollo preparado lo vende a 12 dólares. "Si bien el margen de ganancia no es grande, se puede mantener el negocio con la venta de otros platos adicionales", manifiesta.
En el asadero El Puma, su administrador Patricio Moreno, expresa que las ventas se mantienen buenas y que siempre se incrementan en el último mes del año "por el gran consumo de aves. No nos podemos quejar, hemos tenido buenas ventas con un aceptable margen de ganancia. Nuestro proveedor mantiene el precio por libra de pollo que actualmente es de 90 centavos. La competencia es grande pero afortunadamente hemos ganado una buena reputación", afirma.
María Díaz, ama de casa, asegura que consume carne de pollo por su valor nutritivo y porque es el más económico si se lo compara con la carne de res o de cerdo. "En el mercado se puede conseguir un pollo por 10 dólares; en las tiendas venden la libra entre 1,25 y 1,35 dólares. De preferencia lo consumo dos o tres veces a la semana. Lo mejor de consumirlo es lo sano y lo más importante que es económico", recalca.
De igual forma piensa Carolina Barrios, quien consume esta proteína hasta cuatro veces a la semana. "Principalmente por el costo es el motivo por el cual se lo consume, se lo consigue en casi todas partes, como mercados o tiendas. Consigo la libra a 1,50 dólares en el mercado, que a diferencia de la carne de res es más económica y hasta más saludable", dice.