La carne de pollo es uno de los productos de mayor consumo en el país, y es también una de las proteínas de más valor nutritivo para la alimentación de los seres humanos. Según datos de los gremios avícolas (Asociación de Médicos Veterinarios Especializados en Avicultura y la Corporación Nacional de Avicultores), el consumo per cápita de la carne de pollo creció en alrededor de 10 kilogramos: en 2 010 el consumo de carne de pollo era de 22,9 kilogramos per cápita, y para 2 017 llegó a 32 kilogramos.
Según documentos de OECD/FAO se pronostica que para 2 024, en el mundo, el consumo de carne avícola ascenderá a casi 133 millones de toneladas, en comparación con las 111 millones de toneladas en 2015. El consumo en los países desarrollados en el año 2 015 se estimó en 43.6 millones de toneladas, con 67.5 millones de toneladas consumidas en los países en desarrollo.
Se espera para 2 024 que el consumo de carne avícola en las economías desarrolladas haya aumentado unos 5.2 millones de toneladas, mientras que para los países en desarrollo se prevé un aumento de 16.7 millones de toneladas, el total se elevaría a 84.2 millones de toneladas.
La alta demanda de esta proteína tiene varias explicaciones. Una de las más importantes es la relacionada con el tema salud, ya que aporta minerales esenciales para el organismo como es el caso del potasio y el calcio, además de vitaminas como el complejo B, con el beneficio extra de que sin la piel contiene pocos carbohidratos y mínimas calorías.
Además es de fácil accesibilidad, ya que puede conseguirse en cualquier lugar, ya sea entero o en presas. El precio es otro de los factores que incide en que cada día sea demandado por los hogares del país.
La aguda crisis por la que atraviesa la producción de pollos de engorde en el país ha generado diferentes reacciones que colocan sobre el tapete de la discusión diversos puntos de vista que apuntan, se supone con buenas intenciones, a encontrar el camino de salida de esta situación que ha causado el cierre de varias unidades productivas, especialmente de pequeños y medianos avicultores.
Hubo reportes que señalaban que en las últimas semanas del año anterior, los precios de compra de pollo en pie en las granjas estaba en alrededor de 40 centavos la libra, por lo que no es rentable producir carne de pollo. Varios productores, especialmente del sector de Balsas en la provincia de El Oro, emporio de esta producción, señalaban que "con un precio de producción de la libra de pollo en 72 centavos, los productores aspiramos a vender al menos en 80 centavos, que financie el costo de producción y nos deje una rentabilidad de ocho centavos por libra, pero la realidad es diferente".
Precisamente el precio es uno de los factores de análisis del especial preparado por la revista Maíz & Soya, debido a que en los últimos meses ha descendido, afectado por múltiples agentes, lo que ha puesto en crisis a los avicultores, fundamentalmente a los pequeños, quienes han debido cerrar sus puertas.