Por la declaración de la no presencia de influenza aviar, Ecuador tiene la ventaja de acceder a barreras sanitarias que limitarían las importaciones de productos que provengan de países afectados con esta patología.
Así se refirió Édgar Navarrete, presidente de la Corporación Nacional de Avicultores del Ecuador (Conave), al destacar el logro alcanzado por el país, tras la aceptación de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
Pero exhortó a los pequeños, medianos y grandes avicultores a “estar atentos y a realizar constantes y adecuados seguimientos, y un monitoreo permanente para evitar el aparecimiento de la enfermedad”.
Explicó que la clave es un correcto trabajo en el campo que debe incorporar procesos de bioseguridad en las granjas avícolas.
La fortaleza que ahora tiene la industria ecuatoriana le permitirá al sector exportar sus productos hacia otros países. “Queremos que el mundo nos conozca, pero también estaremos pendientes de cuidar nuestras fronteras para evitar el paso de esta enfermedad para la que, lamentablemente, no hay medicación”, sentenció.
Navarrete ejemplificó que en países como Chile rara vez se producen estos brotes, y si llegan a presentarse son controlados a tiempo para evitar su propagación. Los chilenos cuentan con la experiencia suficiente para eliminar brotes y declararse nuevamente libre de influenza.
Colombia tampoco ha enfrentado este tipo de amenazas, no así México desde donde sí hay riesgo del ingreso de productos contaminados. De allí la necesidad de imponer barreras.