La influenza aviar es una enfermedad que no está presente en el país. Esto le facilita a Ecuador para negociar y homologar requisitos para la exportación de productos avícolas.

El 31 de octubre de este año, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) confirmó -con la publicación en su sitio web- la declaración del Ecuador como país libre de influenza aviar de alta patogenicidad.

Ecuador consiguió esta declaratoria una vez que la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad), cumplió con las directrices de la OIE y demostró que funcionan la vigilancia zoosanitaria, los programas de control, el análisis, diagnóstico en el laboratorio, los diseños de muestreos en campo para estudios de vigilancia activa y pasiva y las medidas que evalúan la condición sanitaria en las explotaciones avícolas.

Se agrega que los estudios complementarios en fauna silvestre y los controles de fronteras impiden el ingreso de la enfermedad, aunque esta no se ha presentado en el país.

La declaración implica que Ecuador continental es una zona históricamente libre de infección por el virus de la influenza aviar de alta patogenicidad en aves de corral, lo que le permite al país tener herramientas de negociación y homologación de requisitos para el ingreso de nuestros productos pecuarios a mercados internacionales.

Un comunicado de Agrocalidad informó que el Programa Nacional Sanitario Avícola, fomenta la notificación y denuncia de casos sospechosos de influenza aviar en todo el país, el mismo que consiste en fortalecer la capacidad del propietario de la granja para detectar problemas, mediante capacitaciones permanentes sobre la detección de síntomas clínicos y en cuanto a mortalidad y morbilidad de las aves ante la leve sospecha de la enfermedad.

En Ecuador se estima un promedio de 1 900 explotaciones avícolas de pequeña, mediana y gran escala productiva. Para pollo de engorde anualmente se calcula una producción aproximada entre 230 y 250 millones de pollos, con un consumo per cápita entre 30 y 32 kilogramos al año.

Christian Zambrano, coordinador general de Sanidad Animal de Agrocalidad, entidad adscrita al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), explicó que la OIE tiene un procedimiento que permite a los países declarar la no ausencia de enfermedades, aunque previamente el Gobierno interesado debe remitirle información que compruebe que históricamente no hubo presencia de la patología.

Herramienta comercial

“Como país tenemos la ventaja de no sufrir influenza aviar de alta patogenicidad en nuestros planteles avícolas. Ahora esta condición sanitaria nos permite negociar y viceversa, porque también hay países interesados en importar”, aseguró Zambrano.

Esta herramienta técnico - sanitaria le permite al sector avícola “dar la cara al mundo” y decirle a cualquier país donde se busque realizar intercambio comercial, que el Ecuador ha sido autodeclarado y reconocido por la OIE libre de esta patología.

Este reconocimiento también es una garantía que le puede permitir al Ecuador negociar su ingreso a la Alianza del Pacífico, tema que se ha venido manejando en estos recientes días.

Pero el trabajo no se queda allí. La función de Agrocalidad, que es la vigilancia y control de enfermedades es generar nuevos estatus que le coloquen a Ecuador en otro nivel.

A escala internacional, Ecuador tiene otro estatus en materia de sanidad animal. En 2014 fue reconocido con el Programa de Erradicación de Fiebre Aftosa; está libre de peste equina, y de pequeños rumiantes; cuenta con una certificación de zona libre de fiebre aftosa con vacunación en el continente, y certificación de zona libre de fiebre aftosa sin vacunación en las Islas Galápagos.

Además, en mayo de 2019, nuestro país recibió el estatus de país de riesgo controlado para encefalopatía espongiforme bovina y zona libre de peste porcina clásica para el archipiélago.

“Debemos seguir vendiendo el buen trabajo que hacen los sectores público y privado en la actividad pecuario ecuatoriano”, destacó Zambrano, al señalar que estas certificaciones son parte del patrimonio ganadero, avicultor y porcino del país.

Proceso largo

Para que Ecuador haya podido declararse libre de influenza aviar, tuvo que pasar casi ocho años. Durante ese tiempo, las autoridades vinculadas a la sanidad animal demostraron ante la OIE el cumplimiento de una serie de parámetros: vigilancia, sanidad, reglamentación, diseños de muestreo, capacidad diagnóstica en los laboratorios para detectar posibles amenazas, entre otras.

Zambrano detalló que hubo un trabajo permanente en campo, recopilando, aprobando muestras y diseños experimentales. En sus laboratorios, Agrocalidad está en la capacidad de identificar, a través de tecnología molecular, las patologías que se presentaren.

El funcionario indicó que la Comisión Nacional de Agricultura (CNA) trabaja con el sector privado en delinear estrategias para fortalecer al sector, ya que Colombia y Perú también se han declarado libres de influenza aviar.

Ahora, la declaración debe conservarse a través de los sistemas de vigilancia por alerta temprana, la aplicación de planes de contingencia, la continuidad de medidas de control y de la movilización interna; y puntos fronterizos cuyo objetivo es precautelar el estatus zoosanitario y salvaguardar la industria avícola ecuatoriana.