Investigadores de la Universidad de Queensland, en Australia, descubrieron que el denominado ‘súper gusano’ Zophobas morio común puede comer poliestireno.

Los océanos se han convertido en inmensos depósitos de desechos plásticos. Datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) indican que el 80% de la basura marina proviene de fuentes terrestres, principalmente de plásticos asociados a empaques de alimentos y bebidas.

Para 2040, los volúmenes se triplicarán, con una cantidad anual de entre 23 y 37 millones de toneladas.

El proceso de descomposición del plástico en la naturaleza es lento. Dependiendo del tipo tarda entre 100 y un mil años.

En marzo de 2022, unos 200 países acordaron imponer normas e instrumentos obligatorios para la producción, consumo y eliminación del plástico al 2024. Esto ocurrió en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se efectuó en Nairobi.

La organización conservacionista WWF calificó como un hecho histórico. No obstante, los países aún deben definir los detalles.

En 2021, la Unión Europea (UE) prohibió una serie de plásticos de un solo uso, incluidos los cubiertos y platos desechables, los vasos para llevar, recipientes de espuma de poliestireno y pajillas (sorbetes).

Ante la gravedad de la destrucción del medio ambiente, investigadores de la Universidad de Queensland en Australia descubrieron que el denominado ‘súper gusano’ Zophobas morio común puede comer poliestireno, gracias a una enzima bacteriana en su intestino.

“Los resultados contribuyen a comprender la degradación microbiana del poliestireno y proporcionarán una base para futuras investigaciones sobre el reciclaje microbiano de los desechos plásticos”, señalaron los investigadores.

El equipo alimentó a los súper gusanos con diferentes dietas durante unas tres semanas. Entre los alimentos para la dieta estuvieron la espuma de poliestireno, salvado.

“Descubrimos que los súper gusanos alimentados con una dieta exclusiva de poliestireno sobrevivieron e incluso aumentaron de peso, lo que significa que los gusanos pueden obtener energía del poliestireno, probablemente con la ayuda de sus microbios intestinales”.

A futuro buscarán diseñar enzimas para degradar los residuos plásticos en plantas de reciclaje, mediante trituración mecánica, seguida de biodegradación enzimática.

Además, cultivarán bacterias intestinales en el laboratorio para probar su capacidad para degradar el poliestireno.