Hay ocasiones en que se confunde el término almacenar con amontonar. De allí la dificultad que tienen los productores para conservar las cosechas libres de plagas y contaminantes.
La conservación de los alimentos está estrechamente relacionada a la evolución humana, lo que ha sido fundamental para la supervivencia humana y animal. Las reservas de alimentos son necesarias para sobrevivir, ya que una gran parte de los productores obtienen una sola cosecha al año, por falta de riego.
En un principio, los alimentos se tomaban de la naturaleza a través de la recolección, la caza y la pesca. Cuando los asentamientos humanos se establecieron en un lugar, apareció la agricultura y la ganadería lo que surgió la necesidad de guardar parte de las cosechas y provisiones para prevenir la escasez en caso de necesidad. Las pérdidas de las cosechas, guerras, epidemias, pandemias, cambio climático, acentúan la demanda de alimentos.
Durante el almacenamiento de granos, ocurren importantes daños y pérdidas de peso, de calidad, de valor nutritivo o alimentarias, de viabilidad de las semillas y comerciales, que son causados por insectos, hongos, roedores y pájaros. También la humedad relativa y temperatura del lugar de almacenamiento influyen directamente.
En este contexto, los daños y pérdidas de alimentos a nivel mundial están en el orden de un mil 300 millones de Tm/año, de las cuales el 6% corresponden a América Latina. En Ecuador, dependiendo de la zona geográfica, se estima que superan el 25%. Por consiguiente, la reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos, es clave para reducir el hambre y desnutrición de la población. (Benitez,2019).
Consecuencias económicas y sociales
El efecto de la proliferación de plagas durante el almacenamiento de las cosechas es de tipo económico y social. En el caso del maíz que se emplea como materia prima para la producción de balanceados, al estar infestado por insectos, se contamina con pelos y heces. Además, los insectos consumen el embrión del grano donde se encuentran las reservas nutricionales.
La presencia de hongos, altera la calidad del maíz, ya que, bajo ciertos valores de humedad relativa, produce micotoxinas capaces de alterar la calidad de la materia prima. Por consiguiente, a nivel social los daños y desperdicios de alimentos afectan en dos dimensiones la seguridad alimentaria y nutricional: la disponibilidad y el acceso a los alimentos.
¿Cómo evitar la proliferación de plagas durante el almacenamiento? Hay ciertos productores que asumen los daños y pérdidas como afectaciones normales. No consideran que aumentar la producción, sin prever sistemas tecnificados de almacenamiento, equivale a incrementar las pérdidas de las cosechas y disminuir sus ingresos.
A nivel macro, reducir o evitar las pérdidas de las cosechas debe ser parte de la política pública y de la agenda local y nacional. Los sistemas de extensión agrícola deben incluir la asistencia técnica empresarial y la capacitación.
Además de temas de manejo tecnificado poscosecha, los sistemas de crédito tienen que desarrollar líneas específicas de financiamiento según el flujo de caja del productor, destinadas a la retención de cosecha y la compra de tecnologías comprobadas.
Combate a hongos, roedores e insectos
Para prevenir la presencia de hongos en el maíz, se debe hacer la cosecha temprana y secar inmediatamente el grano hasta valores de contenido de humedad menores al 12%.
Los roedores, pueden transmitir enfermedades graves a los seres humanos, por ello se debe aplicar trampas, cubrir todos los orificios, no olvidar que los roedores dañinos como la rata y el ratón requieren, para reproducirse, un nido o madriguera, agua y alimento.
Los insectos como gorgojos, polillas, la infestación vienen desde el campo, sea como en forma de huevos, pupas o insectos adultos. Por ello, previo al almacenamiento, se requiere hacer una clasificación del grano, limpieza de impurezas y la aplicación de productos químicos conocidos como fumigantes como el phostoxin, gastoxin, que son utilizados para el control de insectos de granos almacenados en todos sus estadios evolutivos. No dejan residuos que afecten los posteriores procesos de industrialización.
Estos productos se deben aplicar en los lugares cerrados herméticamente, como el caso de los silos o graneros metálicos.
Es necesario verificar que el tiempo de exposición y que la concentración sea letal para los insectos; la dosis a emplear es de 15 a 20 comprimidos por Tm de grano. (INTA. sf. Información sobre insecticidas aprobados para granos almacenados).
Airear o enfriar
Los granos, como seres vivos, respiran y pueden producir focos de calentamiento, por ello se debe airear o enfriar, sea manualmente o mediante el empleo de sistemas de aireación. Se debe revisar permanentemente los sistemas de control de temperatura del grano, conocidos como termocuplas.
Recuerde:
Las plagas asechan a los granos, prevenga a tiempo y evite la proliferación de las plagas. Los daños y pérdidas son irreversibles.
Para lograr una buena conservación, los granos deben estar secos, limpios, sanos, frescos y almacenados en sistemas cerrados.