El Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), que celebró su 63 aniversario, es un aliado para los productores, al generar semillas certificadas, con mayor rendimiento y resistencia a plagas y enfermedades.
En estas décadas el Instituto ha experimentado cambios evidentes. Evolucionó, creció y se modernizó, constituyéndose en un gran aporte para el sector agrícola ecuatoriano.
Las investigaciones para encontrar nuevas variedades de diferentes productos, se realizan en las siete estaciones experimentales: cuatro en la Costa, dos en la Sierra y una en la Amazonía, así como en las granjas experimentales, donde se articulan procesos de investigación, transferencia y producción en alrededor de 24 rubros.
Raúl Jaramillo, director Ejecutivo del INIAP, destacó la trayectoria, el trabajo actual y las proyecciones para el mediano y largo plazos. “La investigación agropecuaria es el pilar del progreso y del bienestar de las cadenas productivas y de los agricultores, en particular”.
El INIAP también trabaja en cultivos alternativos como mortiño y cannabis, y en mejorar los tradicionales: aguacate, maíz, quinua, avena fortaleza, cebada alfa, cacao fino de aroma, camote, arroz, papa, palma aceitera, chocho, entre otros.
El 16% del Producto Interno Bruto Agrícola está influenciado por la tecnología del INIAP.
“Llegamos a una gran cantidad de agricultores y hemos capacitado al 30% de los productores del país. Contamos con una red de laboratorios que procesa más de 30 mil muestras, y profesionales con amplia experiencia. Se presenta un futuro lleno de oportunidades, retos y desafíos”, manifestó Jaramillo.
Además, el INIAP trabaja en la modificación genética de algunos cultivos, pero sin introducir transgénicos. Se cambian los genes de un producto para que sea más tolerante a las plagas y enfermedades, para obtener mejor producción y calidad.
Ha incorporado la digitalización a la agricultura. Tiene proyectos para utilizar drones, diagnósticos tempranos de patologías, modernizar los procesos en los laboratorios, mejorando las capacitaciones y transferencias.
El cultivo de la soya es uno de los temas recurrentes puesto que el país es deficitario. Jaramillo habló sobre un proyecto con la cooperación coreana, para reactivar la producción de este cultivo.
Lamentablemente, no existen suficientes recursos económicos, para lo cual, el INIAP, aspira que el Fondo para la Investigación Agropecuaria (Fiasa), instrumento financiero para promover programas y proyectos de investigación en el sector agropecuario, se consolide con el aporte de 55 millones de dólares.
Avances
El INIAP presentó productos logrados tras años de investigación y que contribuyen a mejorar la producción: papa aérea, achiote, frutipán, tomate silvestre, limón, arazá, maíz, fréjol, yuca, etc.
Con el apoyo de la cooperación coreana se produce y procesa el camote en chifles, colada, heladas, embutidos y demás derivados.
En la Estación Litoral Sur se investiga diferentes variedades de arroz, cacao, frutales y oleaginosas.