Un balanceado adecuado no solo alimenta, sino también puede ayudar a prevenir enfermedades; pero obtener un buen alimento depende de una excelente materia prima.
El alimento balanceado es un producto con características físicas, químicas y biológicas aptas para la alimentación de las aves que requiere estar libre de insectos, plaguicidas, elementos extraños y/o de adulterantes.
Por tal motivo, se debe garantizar que este producto sea de calidad, tanto a nivel nutricional como higiénico- sanitaria, lo que se torna en una premisa fundamental si se considera que de la nutrición se consiga que los animales cumplan con sus objetivos productivos.
Es por ello que se debe mejorar y optimizar su fabricación, ya que la alimentación avícola es una buena base para la producción de proteína. Dentro de este marco, Carlos Jiménez, gerente técnico comercial para América Latina de Ralco Nutrition, recomendó reducir las trazas del uso de antibióticos.
“Este es un problema que, iniciándose en Europa, se trasladó a Estados Unidos y llegó a Sudamérica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha encontrado trazas de antibióticos en la carne. Nos estamos alimentando, cada vez más, con un animal que ha sido tratado con exceso de antibióticos”, advirtió Jiménez.
Precisó que si bien el consumo es mínimo, el ingerirlo constantemente puede generar resistencia. De ahí que la preocupación de esta entidad, es que se llegue a un punto en que cuando una bacteria ingrese al organismo, no vaya a existir antibiótico alguno que pueda combatirla.
Según el experto, otro de los enfoques técnicos es tratar los nutrientes de mejor manera para evitar el uso o disminuir la soya, ya que al hacerlo, también reducimos las emisiones de amoniaco y de excretas, al medio ambiente.
Diferenciación en fórmulas
En cuanto a las diferencias en la formulación de dietas, el gerente técnico de Ralco Nutrition señaló que la genética ha evolucionado mucho. En la actualidad se produce un animal 120% más eficiente en tema de producción de carne, de lo que fue hace siete años.
“Debemos cambiar porque los requerimientos nutricionales lo hacen, como la inclusión de aminoácidos. Aunque contamos con una excelente producción en el país, lamentablemente no se logran establecer galpones o centros para controlar el medioambiente y estandarizar procesos de producción”, indicó.
Mencionó que aún existen galpones donde la temperatura se maneja con cortinas, lo cual es un proceso deficiente. “En la actualidad hay paneles húmedos, galpones donde se mantiene temperaturas de 22 a 23 grados, se monitorean incluso el calor de las aves. Son procesos que han evolucionado constantemente”, refirió Jiménez.
Necesidades adicionales
El alimento balanceado requiere de insumos adicionales dentro de su nutrición, además de la calidad de la materia prima. Jiménez mencionó que en el país se tiene un problema muy grave: la restricción de maíz duro.
“Aunque el país cuenta con un producto de muy buena calidad, se politizó el tema de los transgénicos, se impulsó el monocultivo lo que también es un problema, porque no hay rotación de producción; se ha creado un ambiente inhóspito para la producción de la gramínea”, dijo.
Otro aspecto sensible es la fertilización que disminuye la carga de las bacterias del suelo y contribuye al desgaste de la tierra. Esto conlleva diferentes calidades de maíz con cargas de micotoxinas que afectan al maíz, lo que al final impide que el productor tenga un buen precio.
Jiménez afirmó que la materia prima es la base fundamental en la elaboración de alimento balanceado. “Esta corresponde al menos en un 70%. Se puede hacer una buena dieta, tener una muy buena matriz, pero la materia prima no adecuada puede afectar la producción”, expresó.
Con respecto a las características, el empresario de Ralco Nutrition manifestó que deben ser estándar, aunque refirió que hay inconvenientes en la pasta de soya, ya que las empresas no entregan un análisis porcentual o exacto de la cantidad de proteína que contiene.
Por otro lado, indicó que una alimentación adecuada puede llegar a prevenir enfermedades. “Solo se debe recordar que la inmunidad de todos los seres vivos, desde las plantas hasta los animales, empieza por la alimentación”.
Por ello Jiménez aseguró que para alcanzar un buen alimento balanceado, se debe primero conocer los requerimientos nutricionales que se tienen, ya que no todas las granjas son iguales. Por ejemplo, no todos los alimentos balanceados de una u otra marca, con empaques muy llamativos, cubren las necesidades nutricionales.
“La formulación de alimento y la cobertura de los requerimientos nutricionales es clave. No se puede estar ligado a un alimento con una marca estándar para todo el mundo, porque hay variaciones de temperatura, ventilación, tipo de manejo, diseño de galpones, genética o diversas líneas”, explicó.