El balanceado es el alimento más importante para el desarrollo de las aves, lo que a su vez constituye la mayor fuente de proteína animal. Según los últimos estudios, el consumo per cápita de estos productos proteicos, asciende a 32 kilos anuales. Una de las razones para el éxito de esta industria está en las cualidades del pienso (balanceado) que ingieren los pollos.
Eduardo Aragón, decano de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Central, e integrante del Comité Técnico que elaboró las normas INEN que rigen la elaboración del balanceado, indica que el primer paso, señalado en la norma técnica para logar un producto más eficiente, fue estandarizar las etapas de crianza de las aves y sugerir al menos cuatro tipos de alimento: iniciador, desarrollo 1, desarrollo 2 y finalizador.
También se estableció un mínimo perfil nutricional para cada uno de estos tipos, y se determinó el uso de aditivos inocuos para el animal y el ser humano con registros sanitarios aprobados por Agrocalidad.
Los ingredientes ideales para la producción del pienso son el maíz y la soya pero, por la desventaja competitiva, por los precios de estas materias primas, “nos vemos obligados a limitar su inclusión y a recurrir al trigo, la avena y la harina de pollo”. La conformación de las recetas alimenticias también depende del precio del producto en el mercado.
Además, el profesional resaltó la importancia de la uniformidad en la mezcla de los ingredientes, que no debe ser menor al 90% porque una combinación con un porcentaje más bajo tiene un fuerte impacto en el desarrollo homogéneo de las aves.
Dice que cada nutricionista, ayudado por la granulometría (campo de la nutrición relacionada con el tamaño ideal de los ingredientes), debe examinar que el espesor de los compuestos sea el idóneo para cada uno de los períodos de crecimiento, pues aunque la fórmula sea igual, la respuesta final es diferente si el grano triturado de maíz mide 400 o 600 micras.
En la etapa de elaboración del pienso se puede encontrar bacterias como la Salmonella o la Escherichia Ccoli, u otros agentes como ácaros, que deben ser eliminados por medio del uso de la temperatura y el vapor.
El contaminante Aflatoxina B1 -que pertenece al grupo de las micotoxinas- también podría estar presente en el balanceado. Este se genera por un hongo de tipo aspergillus (el más común). Tampoco se debe descartar otros agentes que suelen aparecer inclusive antes de la cosecha, durante el almacenamiento o en el proceso de manufactura.
Indica que en las dietas alimenticias para las aves no están permitidos los vestigios de plaguicidas, y no considera el cumplimento de estas normas como una dificultad para la industria avícola, sino como una guía de calidad para su trabajo.
“Es un costo adicional porque eso demanda tener equipos, área física y, por supuesto, personal capacitado, pero permite que el consumidor, al final, tenga la seguridad de que tiene el control sobre eso”, dice.
Desmiente totalmente el uso de hormonas para favorecer el desarrollo de los pollos e indica que el incremento de la productividad avícola se logra a través de los avances en nutrición, sanidad y manejo de la genética.
Revise la etiqueta
Javier Vargas, integrante del Comité Técnico
y docente de la Facultad de Medicina
Veterinaria, considera que quien produce y quien consume deben tener claro que
la etiqueta del saco, en que se vende el
producto, es un documento legal donde
se plasma un compromiso que debe ser
cumplido, porque es una protección al
consumidor consagrada en la Ley de Defensa
del Consumidor.
La etiqueta genera la información del contenido y la calidad de la mercadería; en esta debe estar impresa la fórmula con la que se trabaja, la fecha de elaboración, de caducidad y el número de Registro Sanitario. También, es importante el número de lote, porque permite realizar la trazabilidad del paquete y en un momento dado, determinar el lugar de contaminación del mismo.
Indica que se debe denunciar la ausencia de la fecha de expiración en la etiqueta, presencia de hongos, mala calidad del pellet y la existencia de clavos, piedras o basura. Estas reclamaciones pueden ser presentadas en el servicio al cliente de la empresa, en Agrocalidad y en la Defensa del Consumidor. Las sanciones van de acuerdo al infractor, y pueden ser de tipo económico (multas estipuladas de acuerdo a la gravedad) o procesos administrativos que llegan hasta la clausura del establecimiento.
Vargas resalta la importancia de realizar análisis de laboratorio al balanceado, pues son fundamentales para tomar decisiones a tiempo, ajustar la fórmula o agregar algún aditivo para cumplir con el nivel de nutrientes. En la producción de las aves se puede verificar si el balanceado cumple o no con el objetivo para el que fue elaborado: producción de carne o huevos o calidad de la carne.