"Elaborar una dieta alimenticia para animales requiere definir una receta en base a un programa de formulación que optimice su costo, y hacerlo con conocimientos técnicos de nutrición para que las dietas sean las más óptimas. El nutricionista es el profesional responsable de asegurar y garantizar todas las especificaciones y requerimientos del animal, para obtener la mayor rentabilidad de la producción animal".
Así lo afirma Ernesto Freire, especialista en formulación de alimento, quien explica que el maíz es un cereal que aporta mayormente energía y proteína en menor cantidad, mientras que la soya aporta más proteína que energía.
Freire indica que en la formulación de dietas también intervienen, otros macro ingredientes, cereales como el trigo, la avena o el arroz, y sus subproductos. Otras fuentes de proteína vegetal y animal son harinas de carne, harinas de sangre y harinas de pescado. Además se utiliza aceite de palma y de soya.
Como aporte de calcio se adiciona carbonato de calcio, fosfato como fuente de fósforo, sal como fuente de sodio y otros minerales, vitaminas, aminoácidos sintéticos como: metionina, lisina y treonina; antihongo, atrapante de micotoxinas, pigmentante, antioxidante, enzimas.
Refiere que los micro elementos son los productos que entran en cantidades menores (en gramos), tienen funciones variadas y específicas en el desarrollo de órganos y tejidos. Estas son: vitaminas, minerales, enzimas, capturante de toxinas, antioxidante, promotor de crecimiento, aminoácidos, pigmentante.
La diferencia entre una y otra dieta, depende fundamentalmente de la edad y de la especie que se va a alimentar. Cada etapa de vida de un animal tiene un requerimiento nutricional definido y en función de ello está diseñada y elaborada la dieta respectiva.
Freire señala que sí se puede hablar de fórmulas base, pero de una manera muy general, ya que todas las fórmulas tienen propios requerimientos de energía, proteína, minerales y vitaminas.
"Actualmente -dice- la nutrición ha avanzado mucho; está muy especializada por lo que se habla y se maneja una nutrición de precisión: cada fórmula está diseñada para la edad y especie que se necesite alimentar".
Considera que tener una buena dieta depende de la calidad de las materias primas, que previamente incluyan un análisis nutricional confiable y actualizado de cada una de ellas. "Estos análisis deben ser parte de la base de datos del programa de formulación. Un alimento balanceado de buena calidad debe tener un balance ideal de ingredientes y nutrientes: proteína, carbohidratos, lípidos, vitaminas y minerales, a un costo razonable y con buenos resultados de desempeño de los animales".
Sugiere que la calidad de la materia prima se inicie en la mente del proveedor, para lo que cree importante diseñar un método de comunicación efectivo con los proveedores, explicando las razones de los parámetros establecidos y exigidos.
Menciona que la presencia de micotoxinas no afecta la formulación "per se", pero aclara que sí incide en la calidad del alimento fabricado a ser consumido por los animales. Los efectos dependerán del tipo y la cantidad de micotoxinas presentes, de la edad y especie animal, pero recuerda que existen productos que ayudan a controlar este problema agregándolos a la producción en la fábrica que elabora el alimento balanceado.
Indica que la calidad de los procesos se garantiza con su estandarización (BPMs, normas de calidad ISO) y cumplimiento en el tiempo, y además que el producto cuente con la trazabilidad necesaria.
Frente al uso de promotores de crecimiento, antiobióticos en la formulación de dietas, dice que son productos que ayudan a un mejor desempeño productivo de los animales, pero recomienda conocer cuáles se van a utilizar, e indica que actualmente se fomenta el uso de pro bióticos, prebióticos, simbióticos, ácidos orgánicos, bacteriófagos.
Sobre la importancia que tiene la granulometría en la preparación de las dietas, señala "La calidad de un alimento también está definida por la calidad de los procesos involucrados y uno de estos es la molienda que determina la granulometría. Esta dependerá si va a producir un alimento en harina o en pellet, y en ambos casos la especie a alimentar y la edad.
Freire considera otros aspectos a tomar en cuenta como un buen control de calidad de las materias primas y una caracterización adecuada, así también el impacto humano del alimento y la afectación al medioambiente.