Un alimento balanceado adecuado es la base principal para un desarrollo de las especies animales. Así lo entiende Diego Delgado, técnico de Avihol, quien indica que cada fórmula alimenticia depende de la etapa del animal y de la especie.
Para el efecto, Delgado señala que se debe iniciar diseñando una matriz para determinar las cantidades adecuadas de vitaminas y minerales, y posteriormente, de acuerdo con las materias primas que disponga cada granja, elaborar la fórmula "dependiendo de la etapa del animal y la especie: si es para broiler, ponedora, cerdos o ganadería", refiere.
En el caso de la empresa, Delgado explica que tienen dos divisiones: en la primera se determina un diseño del núcleo o de la premezcla con las recomendaciones sugeridas por las casas de genética; y en la segunda, las indicaciones de las empresas especializadas en cuanto a los contenidos de vitaminas y minerales que deben contener los alimentos.
"Cada etapa cuenta con su fórmula para ajustar las materias primas a los requerimientos que tiene el animal en su fase productiva", manifiesta, al añadir que cuando se diseña un núcleo personalizado, se debe considerar la calidad de la materia prima para añadir o retirar algunos elementos de ese núcleo.
"Se cuenta con más de diez fichas para agregar en un alimento. En unas, inhibidores de toxinas, de hongos, antioxidante, productos como inmomoduladores para mejorar el sistema inmunológico, sobre todo en las etapas iniciales donde se requiere que el animal, o vacunales en otros casos", expresa Delgado.
Aclara que en ese proceso no es lo mismo utilizar el maíz de producción nacional que el maíz importado o trigo, en las dietas nutricionales ya que en algunas de ellas se utiliza polvillo de arroz o afrecho.
"En algunas granjas, por información de laboratorio, corresponde asumir que la calidad es la óptima y trabajar sobre ese tipo de materia prima. Cuando hay la disponibilidad de análisis de laboratorio se hace ajustes para aumentar o disminuir los preservantes que se añaden", dice.
El alimento representa más o menos un 70% del costo de producción, por lo que -tomando en cuenta el costo de la alimentación- en lo que se produce, llámese huevo, carne, cerdo- hay que tener mucho cuidado.
Sí se puede ajustar de acuerdo con las necesidades, "pero los alimentos tienen un impacto muy marcado".
"Quien desee tener éxito con su actividad productiva debe acogerse a la asesoría de un profesional".
Por ello recomienda contar con la asesoría de un profesional. "Es un factor fundamental", insiste, al indicar que no es lo mismo hacer las cosas con un conocimiento técnico científico, que hacerlo empíricamente. "El conocimiento técnico profesional otorga el soporte a lo que se hace, y permite conseguir un óptimo resultado".
Refiere que en algunas zonas se preparan fórmulas para varias granjas, pero eso no es lo correcto, ya que lo que puede funcionar para la granja A, es posible que no funcione en la granja B. "Y esto es porque hay variaciones de 20 kilómetros donde las condiciones ambientales son diferentes, así como la procedencia de la materia prima que tiene una influencia marcada".