Wilson Velasteguí, miembro del Directorio de la Asociación Ecuatoriana de Fabricantes de Alimentos Balanceados para Especies Animales (AFABA), considera que las autorizaciones para importar maíz amarillo duro no deben ir más allá de noviembre.
"Habrá gente que quiera aprovecharse, pero esperamos que las autorizaciones para las importaciones no vayan más allá de noviembre, porque se debe tomar en cuenta el tiempo que se demora el barco en llegar al país con el cargamento. Más allá del mes señalado no debería ser para no generar nerviosismo en el mercado", reitera.
Pese a los inconvenientes que han existido en la producción de maíz, sí se ha logrado una buena cosecha que ha sido captada por la industria y los avicultores, sin embargo, -agrega- "allí también se inserta un grupo de especuladores, negociantes que tratan de sacar ventaja del acopiador de maíz, de los avicultores". Por ello ratifica la necesidad de que este año, las importaciones no sean la excepción, para proteger a la avicultura, la alimentación de las aves y lógicamente desvirtuar la especulación.
Indica que hay la mayoría de los sectores avícola y porcícola ha podido acopiar maíz, aunque no al Precio Mínimo de Sustentación fijado en 14,90 dólares. "Se ha pagado entre tres y cuatro dólares adicionales, pero tenemos la materia prima. Lo importante es contar con el producto para poder sustentar nuestra actividad", dice.
Pide al Ministerio de Agricultura y Ganadería, mantener el cronograma para dar curso a las importaciones normales e indica que -según los cálculos de cosecha y producción- habrá maíz hasta septiembre, y en octubre, el sector comenzaría a quedar desprovisto de esta materia prima.
Eso -cree- sucederá sobre todo con los pequeños avicultores, que no han podido obtener crédito para comprar y acopiar maíz, además de que no tienen capacidad de ensilaje, contrario a lo que ha sucedido con las empresas que tienen recursos para adquirir un crédito, y capacidad de ensilar maíz.
Refiere que, como AFABA, siempre han cumplido las reglas propuestas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, en cuanto a la adquisición, primero de la producción nacional, para luego tener acceso a las autorizaciones de importación.
Señala como ejemplo, el caso de la compra de la producción nacional de soya, grano que el país no produce suficientemente para abastecer a la industria ecuatoriana. "Hemos firmado documentos de compromiso con el MAG para abastecernos en el porcentaje que nos corresponde como AFABA. Eso permitirá que haya tranquilidad para los productores nacionales de soya y para el sector industrial", indica.
Considera que el resto de gremios, que están involucrados en esta actividad, harán lo mismo y eso contribuirá a que fluya normalmente la carga de soya internacional al país y haya tranquilidad de lado a lado.
Sin embargo, estima que hay exceso en el precio de la soya nacional. Señala que la tonelada de soya estrusada, importada, está en unos 800 dólares. Con la soya nacional también el sector tiene otro inconveniente: no sabe qué hacer con el aceite de soya, cuya tonelada cuesta alrededor de un 1 200 dólares, mientras que el aceite de palma tienen costos menores. No obstante, Velasteguí manifiesta que conversarán para buscar soluciones.
Otro inconveniente que advierte es el procesamiento del grano de soya, ya que la empresa Oleaginosas del Puerto no tiene capital suficiente, así como la infraestructura para acopiar y entregar el producto. Frente a eso, justifica la importación de pasta de soya de otros países, ya que Ecuador demanda ese producto para abastecer la demanda de once meses del año.