"El Gobierno, las autoridades y la sociedad no dan la debida importancia al sector agropecuario del Ecuador", dijo Andrés Pérez, ejecutivo de la compañía Procesadora Nacional de Alimentos (Pronaca). Atribuye esa actitud al desconocimiento que existe sobre este sector que representa el 16,3% del Producto Interno Bruto (PIB) del país; genera 1,9 millones de empleos directos y 2,9 millones de empleos indirectos que corresponden al 24% de la población económicamente activa.
El empresario también sugirió evitar los cambios frecuentes de políticas que no benefician al sector. Las políticas a largo plazo permiten aprovechar mejor las oportunidades que se presentan.
Esta actividad productiva es una de las vías para mejorar la situación económica y salir del subdesarrollo si se enfocan los esfuerzos a que los productos elaborados en Ecuador vayan a otros países. Esto es posible porque tenemos excelentes condiciones de suelo, agua, clima y gente trabajadora. Son elementos que le permitirían ser un gran productor "y una de la despensas de alimento en el mundo", subrayó.
Mejorar la competitividad
Para aprovechar esta oportunidad hay que empezar a trabajar con esfuerzo y sacrificio, buscar y mejorar la competitividad. Si este factor está ausente, no se podrá ingresar al mercado mundial y se desaprovecharían las oportunidades.
A criterio de Pérez, ser competitivos quiere decir tener mejores condiciones de precio y calidad que los demás países "y allá es a donde se debe mirar como política estatal y de gobierno".
También hay que mejorar o duplicar las condiciones de productividad del campo, bajar los costos, ver la posibilidad de incorporar tecnología de última generación en todos los cultivos. Solo así se podrá visibilizar la luz al final del túnel, crecer y cambiar las condiciones de vida de los ecuatorianos.
Empresas que exportarían
Sobre la posibilidad de que el Ecuador exporte productos avícolas a Arabia Saudita y las eventuales dificultades que habría por las normas internacionales de control, Andrés Pérez dijo que el Ecuador tiene toda la capacidad para producir eficientemente productos como el avícola y el porcícola.
Esto lo demuestran algunas empresas del país que tienen los mejores indicadores de producción y eficiencia a escala mundial; pueden convertir el alimento balanceado en proteína animal de una manera muy eficiente. El problema es que esa eficiencia no compagina con el costo porque, lamentablemente, las materias primas que se utilizan en Ecuador para fabricar alimento balanceado tienen costos elevados. Eso impide tener precios competitivos para vender en el exterior.
Mayor productividad
¿Qué hacer para que los precios de las materias primas sean más baratos, de manera que se genere un menor costo de producción y se pueda ir al mercado mundial con precios más competitivos? Andrés Pérez respondió que la competitividad nace de la mayor productividad. "Si se producen cuatro toneladas por hectárea de maíz, el objetivo debe ser llegar a seis, siete u ocho, así se habrán reducido los costos a la mitad, lo que significa contar con la base de competitividad".
Para eso es imprescindible cambiar la visión del sector agropecuario ecuatoriano, dotarle de un Ministerio de Agricultura y Ganadería que mantenga políticas de largo plazo a través de la estabilidad de los funcionarios y evitar los relevos permanentes, opinó.
Con respecto al maíz, destacó que ya se produce una cantidad cercana al auto abastecimiento. "Si el Ecuador consume 1 100 000 mil toneladas anuales, nos debe alegrar a los ecuatorianos", expresó. Pero, aunque se ha llegado a estos niveles, los precios aún son muy altos y totalmente fuera de lo que es el mercado internacional.
Eso demuestra que los niveles de productividad en el campo todavía no son los que deberían ser. El día en que se llegue a la meta de producir ocho toneladas se tendrá más producción y los primeros beneficiados serán los agricultores porque por esa misma hectárea recibirán más recursos que los que reciben ahora por una producción baja, con un precio elevado. Es mejor tener una producción elevada y un precio menor. Esta combinación es favorable para el sector. A criterio de Pérez, esto tiene que cambiar en el Ecuador.
La vía para la mayor productividad es conseguir mejores semillas, un buen tratamiento del cultivo y empleo de organismos genéticamente modificados. Esto debe ser manejado con una legislación que no genere problemas sino beneficios.
Los cambios se lograrán con un trabajo conjunto entre el Estado y el sector privado, con un Ministerio de Agricultura y Ganadería fuerte, bien organizado, dedicado a mejorar la producción y a ampliar los mercados, con políticas estatales a largo plazo y funcionarios estables.