Dos factores ocasionaron la variación del precio del maíz: el encasetamiento de altas cantidades de pollos broiler y, el hecho de que algunos compradores acopiaron maíz para comercializarlo a un precio más alto, dijo Javier Corrales, gerente general de la empresa Incubandina.
El ejecutivo explicó que el encasetamiento (cuando se ingresa un lote de aves al galpón donde va a comenzar la producción) de altas cantidades de pollos broiler provocó un incremento del precio del maíz que repercutió en una disminución de la demanda de esta materia prima y los agricultores se quedaron con stocks saturados.
Por esta razón, entre mayo y junio el sector avícola solicitó préstamos al sector financiero para abastecerse de materia prima. La cantidad adquirida cumplió las expectativas y empezó a mejorar la cosecha y la producción de la gramínea. Otro factor influyente en el precio del maíz fue que el año pasado, un sector de los productores acopió maíz para comercializarlo a un precio más alto. Y no les fue mal.
Entre marzo y abril se ofrecía maíz a 23 dólares, cuando el precio en el mercado estaba en 17,50, y 18 dólares. Estas, a criterio de Corrales, fueron las razones para los bajos precios del grano.
Precio alto y posible escasez de maíz
Corrales cree que en tres o cuatro semanas el precio del maíz empezará a aumentar. Por los altos costos del pollo broiler, los productores comenzarán a alojarlos y requerirán maíz adicional para su alimentación. Para las gallinas ponedoras la demanda de materia prima es constante.
Corrales opinó que la actual franja de precios para la comercialización, fijada entre 13,50 y 17,20 dólares, es razonable, pero el decreto ejecutivo que sugería un precio de 15,70 dólares de sustentación provocó una distorsión en el mercado. El precio quizás fue establecido en función de un estudio que preveía que faltaría maíz para el consumo interno; ahora es un producto insuficiente y posiblemente haga falta maíz para el 2019.
El grano almacenado por los avicultores, fabricantes de balanceados o intermediarios, tarde o temprano se consume y llega un momento de escasez cuando se debe pagar el precio que rige en el mercado. Según estudios de la empresa Incubandina, en ciertos años el quintal llegó a costar 22 y 23 dólares.
Por ello es importante que se regule el precio, porque cuando se produce un incremento de precios los beneficiados no son los agricultores, ni los avicultores, sino los comerciantes o los intermediarios y este sector es el que menos aporta a la cadena productiva, y arriesga menos.
El que se expone es el agricultor porque puede perder la cosecha y el avicultor porque puede perder la inversión, agregó Corrales.
Independientemente de las leyes de la oferta y la demanda, sugirió a todos los actores involucrados en esta cadena productiva (productor, intermediario, etc.) informarse sobre lo que ocurre en cada sector para adoptar decisiones adecuadas.
Javier Corrales, gerente de Incubandina.
Foto: Marcelo Núñez Cabrera.
La comercialización del huevo también tiene problemas
Según el gerente de Incubandina, la comercialización del huevo también está complicada porque este alimento se vende a un precio menor al costo de producción. El precio podría recuperarse en 2019, pero es importante que el sector financiero apoye a esta industria para que pueda cumplir con los pagos y estimule iniciativas publicitarias dirigidas a aumentar el consumo del huevo a escala nacional.
En los buses de transporte público, en redes sociales y en radio hay campañas que no promocionan marcas, sino que promueven su ingesta. Son procesos que poco a poco rompen el paradigma de que se trata de una proteína que contiene colesterol malo.
El gobierno también impulsa con el programa social Centro Infantil del Buen Vivir (CIBV), del Ministerio de Inclusión Económica y Social, que promueve el consumo de esta proteína como parte de la dieta diaria, a partir de los seis meses de edad. El margen de desnutrición ha disminuido gracias al consumo del huevo, según estudios de la Universidad San Francisco de Quito, en la provincia de Cotopaxi.