La financiación de proyectos agropecuarios en el país, es un tema relevante que requiere un análisis de la factibilidad financiera y técnica para este tipo de proyectos, tanto en Ecuador como en otros países.
Daniel Acevedo, productor avícola y representante de Premex en Ecuador, realiza un minucioso análisis sobre esta temática. Su mayor inquietud es la rentabilidad del proyecto si se invierte un porcentaje mayor al 40% de los recursos provenientes de una deuda financiera.
"En casi todos los casos -dice- los emprendimientos que arrancan con este factor, al final no son factibles o tienen un alto riesgo de quiebra dentro de los cinco primeros años de la actividad".
Esto sucede principalmente -aclarapor el costo financiero del dinero en Ecuador. Los márgenes de rentabilidad y ROIs del común de emprendimientos agroindustriales no alcanzan a cubrir los mínimos básicos del EBITDA que son: los intereses, los dividendos, la reposición de activos, los impuestos y el crecimiento. Por los intereses financieros, no queda nada de lo que exige una empresa sana y con futuro.
La dolarización le ha permitido al país contar con una economía estable y mantener niveles de crecimiento económico relativamente constantes; bajos pero constantes. A la vez, le ha puesto retos para crecer en exportaciones y generar adecuados niveles de liquidez interna.
Sin embargo, siendo mucho mayores las ventajas que las desventajas de este sistema monetario, también ha generado un desequilibrio entre los resultados económicos de las empresas privadas y los costos del dinero financiero.
Los intereses bancarios para un crédito de libre inversión pueden estar entre el 12 y 14% efectivo anual. En el sector agroindustrial son pocas las actividades con utilidades netas cercanas a este porcentaje, por lo que, muchas se ven enfrentadas a problemas de liquidez y lento y en ocasiones casi nulo crecimiento. Es por eso que muchas empresas del sector hacen grandes esfuerzos para cubrir sus obligaciones. Se produce un apalancamiento excesivo en proveedores y recortes fuertes en gastos, incluso en partidas necesarias para la correcta operatividad del negocio.
En casos desesperados recortan el personal al mínimo y prescinden de asesores, expertos o mano de obra calificada que son necesarios para el mejoramiento continuo de los procesos.
"Esta reflexión pretende alertar a quienes piensan emprender en el sector agroindustrial, y a quienes ya están en el negocio y quieren financiar un crecimiento proyectado. Para no fracasar debe asesorarse con profesionales entendidos en el negocio y realizar un análisis financiero profundo que incluya factores como la volatilidad de nuestro mercado y el riesgo biológico de la actividad, para establecer si la factibilidad financiera permite adquirir un nivel bajo, medio o alto de recursos financieros".
"Finalmente -agrega Acevedo- Ecuador debe compararse con otros países de la región, como Perú y EE.UU.; observar sus modelos financieros y establecer la necesidad de revisarlos para que se conviertan en un impulso definitivo a la actividad agropecuaria".
Perú puso el ejemplo al volver la vista al campo en la década de los noventa, lo que le ha permitido un mayor acceso a los recursos financieros de fomento a la actividad.
"EE.UU., con quienes tenemos diferencias estructurales evidentes, debe gran parte de su crecimiento y posicionamiento como potencia productora de alimentos, a un componente importante como es el acceso a recursos financieros con bajas tasas de interés y, claro, también subsidios, aunque con esto último, no estoy muy de acuerdo", destacó Acevedo.