Walter Cedeño, con 25 años de experiencia en la actividad porcina, es la segunda generación de empresarios manabitas que hoy se constituye en la fuerza de producción de carne cerdo en el país.
"Esperamos que el Gobierno se sensibilice para conseguir materias primas a precios convenientes y aspirar a competir internacionalmente. El precio del maíz es nuestra mayor dificultad", precisa Cedeño, al tiempo de señalar que pagan un precio político, que puede ser justo para el agricultor que asume bajos costos y más beneficios, pero no para la industria pecuaria. Es partidario de sembrar maíz transgénico para alcanzar mayor productividad y disminuir los costos.
Resalta que la industria porcina aporta enormemente al Ecuador, pero en la última década, el negocio ha sido muy fluctuante e inestable, porque aquí debemos aprender a consumir la carne. Sobre el beneficio que le aporta el consumo del Milkiwean, programa de alimentación de la compañía Trouw Nutrition, el productor Cedeño menciona que se encuentra satisfecho. Las cerdas madres no se desgastan, desteta más lechones y sus cerdos registran cuatro kilos más para el sacrificio.